Si vives con arreglo a la naturaleza, difícilmente serás pobre.
Si vives con arreglo al qué dirán, difícilmente serás rico.
La naturaleza exige poco;
la opinión de los demás, mucho.
Los deseos naturales se acaban;
los que provienen de la falsa opinión no tienen cuándo detenerse,
pues lo falso no tiene término alguno. (Séneca)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario