Viuda rica busca hombre para compartir vida y fortuna. Pero debe cumplir los 3 siguientes requisitos:
1) No debe golpear a las mujeres.
2) No se debe ir de la casa.
3) Debe ser maravilloso en la cama.
Durante meses, el teléfono sonó, el timbre también, recibía toneladas de cartas, pero nadie parecía cumplir con los requisitos.
Un buen día, el timbre de la puerta sonó una vez más. Abrió la puerta y se encontró con un hombre sin brazos y sin piernas tirado en el suelo.
Perpleja, le pregunto:
—¿Quién es usted y que quiere?
—Hola. Tu busqueda ha terminado. Yo soy el hombre de tus sueños. No tengo brazos, por lo tanto no puedo pegarte. No tengo piernas, luego no me puedo marchar de tu lado.
—¿Y que te hace pensar que eres tan bueno en la cama?
—Bueno… ¿cómo crees que he tocado el timbre?
uichhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
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