domingo, abril 17, 2016
Los 70... para reir... o llorar
El diente miente, la cana engaña, la arruga desengaña…pero el pelo en la oreja, ni duda deja.
Si usted ya llegó a los 70 años o está por llegar, cuídese de todo, de todos y de todas.
¿Le han contado el cuento de que usted está en su mejor edad? ¡Patrañas!
Eso fue a los 30 y a comienzos de los 40, cuando repetir de todo no sólo no hacía daño, sino que era posible y hasta motivo de orgullo y de jactancia.
Pero a los 70 "repetir" es palabra maldita y prohibida.
Veamos: ¿Repetir matrimonio? ¿Con qué, y para qué ?
¿Repetir frijoles? ¿Y los gases qué?
Después de los 70, no hay vuelta posible:
¿Volver a empezar? ¿Con qué tiempo?
¿Volver a ser papá? ¿Y las desveladas y agachadas? No gracias.
¿Fiestas hasta que amanezca? Muerte súbita.
¿Volver a trotar? Infarto seguro.
¿Volver a nadar? Será flotar.
¿Volver a cantar? Te ahogas, mi vida.
¿Beber como antes? Ahí viene la cirrosis.
Después de los 70 todo es grave, de cama y de muerte:
Un catarro es una bronquitis.
Un resfriado, es una neumonía.
Un barrito, es cáncer.
Una tos, es tisis.
Un golpe, es un hematoma.
Un chicharrón, es muela quebrada.
A partir de los 70:
¿Un dolor de cabeza? Es un derrame.
¿Un dolor en el pie? Es gota.
¿Dolores en las manos? Es artritis.
¿Un olvido absurdo? Demencia senil o alhzeimer.
¿Una tiritada por frío? Es Parkinson.
¿Un estornudo? Es tuberculosis.
¿Una oclusión intestinal después de los 60? Es cáncer de colon.
¿Sed? Diabetes.
¿Una libra de más? Retención de líquidos!
Una libra de menos... ¿será leucemia?
A los 70, lo que no crece, se cae o no funciona igual.
Se cae el pelo en la cabeza, pero crece en la barbilla, en las orejas, en la nariz.
Los brazos se vuelven gelatina.
A los 70 todo es peligroso:
Sonarte fuerte, es hemorragia nasal.
Visión borrosa, son cataratas.
Cera en los oídos, otitis.
Insomnio, es ataque depresivo.
Si después de los 70, usted se despierta y no siente nada, es porque ya se murió.
Y aquí te dejo, porque es hora de echarme mi polvito, aunque sea de Metamucil o Mexana y aplicarme linimento por todos lados. ¡Ah!... por cierto, esto lo escribí en letra grande para que no te cueste leerlo.
No nos hagamos ilusiones...
AMANECIMOS RESPIRANDO, el resto... es ganancia.
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