martes, febrero 26, 2013

CARTA DE UN JUBILADO A SU AMIGO PSICOLOGO:


Estimado doctor:

Ahora que estoy retirado, puedo dedicarme plenamente a mi pasión, pescar lubinas.

Compré un barquito y confié en que mi mujer me acompañaría, pero a ella no le gusta ir de pesca.

En el club de pesca, entablé conversación con Paquita, que es tan apasionada como yo a la pesca de las lubinas. Nos hicimos rápidamente compañeros de pesca. Como ya dije, a mi mujer no le gusta ir de pesca y siempre protesta que paso demasiado tiempo en mi barquito.

Hace un par de semanas que Paquita y yo hicimos dos magnificas capturas. Yo pesqué un ejemplar de lubina enorme y poco después Paquita pescó el pez gemelo. Naturalmente saqué una foto mientras Paquita mantenía los peces en alto.

Le enseñe con orgullo la foto a mi esposa confiando que a ver si así, se despertaba en ella el interés por la pesca. Pero su reacción fue negativa. Me dijo que tenía que dejar de inmediato el deporte de la pesca y vender el barco. ¡Pienso que ella no me quiere dar el gusto de practicar mi afición!

 ¿Qué debo hacer, doctor? ¿Tengo que comunicarle a mi mujer que se olvide de la cuestión y seguir con mi afición, o tengo que vender el barco si ella se aferra a su opinión?

Vayan las gracias adelantadas por su respuesta, sinceramente te saluda,

Jesús.
P.S. Adjunto la foto de Paquita con las lubinas gemelas que pescamos.
   
  RESPUESTA SICOLOGO

 Estimado Jesús:

Trata de deshacerte lo más rápido posible de tu mujer.
Las lubinas que muestra Paquita son magníficas.

Tu amigo el psicólogo
 

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