Si algo diferencia la clínica en la que estaba ingresado en Cuba es que parece algo más accesible, por más que se esfuercen en fortificarlo
Con un trajín constante de pacientes, empleados y proveedores entrando y saliendo, no es difícil intuir que las autoridades van a tener algo más de dificultad en mantener el severo hermetismo que hasta ahora rodeaba lo que tiene que ver con la enfermedad del presidente venezolano.
De hecho, las incursiones de algunos periodistas ya lo han demostrado, para indignación de las autoridades y comunicadores de los medios estatales, que han arremetido contra quienes acusan de perturbar la tranquilidad de los pacientes.
En cualquier caso, de momento, la llegada de Chávez a Caracas no ha significado mayor información sobre los detalles de su enfermedad. De la vuelta no hay imágenes y los reporteros que han entrado han obtenido poco más que descripciones de pasillos y declaraciones de empleados diciendo que no saben nada.
Fuera del hospital ya no están las decenas de chavistas que celebraban el regreso del presidente.
El lugar elegido por el gobierno para continuar con el tratamiento del presidente se encuentra en una zona popular del oeste de Caracas.
Al llegar, aunque discreto, se puede apreciar el despliegue de policías, guardias nacionales y agentes de inteligencia dispuestos en varios cordones de seguridad...LEER MÁS
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