Enrique IV (1553-1610) de Navarra (su tierra natal) quiso ser rey de Francia, pero topó con el impedimento de que él no era católico. Entonces, pronunció su célebre frase: “París bien vale una misa”, indicando con ello que estaba dispuesto a convertirse al catolicismo para que le dejasen acceder al trono francés.
París bien vale una misa fue la frase que me hizo querer visitarlo y por supuesto que indagué los lugares más preponderantes que hicieran de mi paseo algo inolvidable.
MI primer anhelo es visitar la Torre Eiffel, símbolo de la Ciudad luz; los Campos Eliseos; la Pirámide del Museo de Louvre, que me llama mucho la atención por ser un museo nacional moderno que cuenta con la tecnología más avanzada y que constituye uno de los mayores palacios del mundo y ocupa el lugar donde se erigía una fortaleza del siglo XIII. La Catedral de Nuestra Señora de Paris en Notre Dame, la cual es considerada monumento nacional de Francia y su estilo es gótico.
Durante la noche, lo mejor es realizar un paseo por el Rio Sena que hoy en día sigue siendo importante sobre todo para el turismo, y es que pocas cosas hay más románticas en el mundo que un paseo en barco por el Sena admirando los monumentos que lo bordean, ya sea de día o de noche.
Me parece que en un día no lograríamos ver todo lo enumerado anteriormente, pero existe la ilusión de que en un futuro cercano, pueda lograr realizar este sueño, mismo que se extendería para visitar lugares vinícolas tales como Alsacia. Coñac y otros lugares que sin lugar a dudas serán inolvidables y sitios turísticos de suma
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