“Camila”, una adolescente que cursa tercer año de secundaria, dejó una clase. Matemáticas. La nota que alcanzó durante el primer semestre fue de 54 puntos, pero le valió ser militante de la Juventud Sandinista. Oficialmente su boletín demuestra que sacó 64 puntos. Su nombre es ficticio porque si revela su identidad le pueden “quitar los beneficios que da la Juventud Sandinista”.
Ella estudia en uno de los colegios emblemáticos de la capital y que recientemente fue reconstruido “para restituir los derechos de los y las estudiantes”, según pregona la primera dama de la República, Rosario Murillo.
Actualmente la orden que recibieron los docentes implica aprobar a todos los estudiantes...MÁS MÁS
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