Foto archivo: Soldados de las Tropas Especiales cubanas
El canciller cubano Bruno Rodríguez pide ahora garantizar la "inviolabilidad de las sedes diplomáticas" obviando el asalto que hicieron en 1981 a la embajada de Ecuador
Agosto 20-2012
Martinoticias.com
El domingo 8 de Febrero de 1981, la familia Delgado Temprana buscó refugio en la misión diplomática de Ecuador en La Habana.
Según el sitio digital Cuban Archive, Rómulo Delgado, en compañía de su esposa y tres hijos, Juan Owen, de 15, Germán de 12 y Reylán, de 11, y otros nueve familiares (catorce personas en total -tres mujeres y cuatro menores de edad) entraron a la embajada de Ecuador con un revolver viejo y una pistola. Tan pronto entraron a la embajada, entregaron las armas. El entonces embajador de Quito en La Habana, Jorge Pérez Concha, les dio asilo y se iniciaron las negociaciones para sacarlos del país.
Hacía solo unos meses que se había realizado el puente marítimo de Mariel a Cayo Hueso, la entrada en abril de 1980 a la embajada del Perú de decenas de miles de cubanos.
Tras estar una semana en la embajada y ante la necesidad de avituallamientos, el personal diplomático salió a buscarles comida. Casi de inmediato, tropas especiales cubanas tomaron la embajada, sin autorización del gobierno de Ecuador. Todos los cubanos que había pedido asilo fueron detenidos, y los menores fueron separados de los padres. Nueve días más tarde los padres fueron informados que su hijo Juan Owen había muerto.
Según informó entonces la agencia de prensa española EFE, el gobierno de Ecuador llamó el 21 de febrero de 1981 a su embajador en Cuba, Jorge Pérez Concha, tras haber expresado una enérgica protesta ante las autoridades cubanas por el asalto de la representación diplomática ecuatoriana en La Habana y la detención de sus catorce ocupantes.
La decisión de Quito se conoció la tarde del 21 sin precisar, dice la información de EFE, si ello implica un llamamiento para efectuar consultas o bien se trata de la «congelación» de las relaciones diplomáticas con Cuba.
Horas antes, la Presidencia de la República ecuatoriana había hecho público un comunicado en el que calificaba el asalto de «intolerable». El presidente Jaime Roldós subrayó que «Ecuador no autorizó ni podía autorizar jamás que la sede de su Embajada haya sido objeto de tal acción».
Ecuador había pedido la liberación de los ocupantes y que éstos sean puestos bajo protección diplomática. La cancillería cubana informaba por su parte que el desalojo de la Embajada «se realizó con la autorización ecuatoriana». La nota del MINREX cubano señala, además, que en la intervención de las fuerzas de seguridad cubanas no fueron empleadas armas de fuego y que ninguno de los ocupantes había sufrido lesión alguna.
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