Félix borró millones de hectáreas de bosques
Se necesitarán décadas para recuperarlos, y temen incendios
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Wilder Pérez R.
nacionales@laprensa.com.ni
Bomba de tiempo
La ciudad de Bilwi también resultó afectada en su medio ambiente.
Los árboles se cayeron prácticamente en todas las calles. La población los amontonó, pero la Alcaldía no tiene capacidad para removerlos.
El gobernador de la RAAN, Reinaldo Francis Watson, dijo que toda la basura que está tirada en las calles se está convirtiendo en una bomba de tiempo.
El temor es que, en primer lugar, los troncos desaten un incendio, y luego que se desate una epidemia de dengue o malaria, por zancudos.
Eugenia Mayorga
Más de tres millones de hectáreas de bosques perdidas, siete reservas naturales arruinadas y seis cuencas hidrográficas afectadas, es lo que dejó el huracán Félix a su paso mortal por el Caribe nicaragüense, el pasado 4 de septiembre.
Estos son datos preliminares, luego de que el Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena) ejecutara la primera etapa del Plan de Evaluación de Daños Ambientales en la Región Autónoma del Atlántico Norte (RAAN).
Áreas protegidas como la Reserva de Biosfera de Bosawas perdieron tanta masa forestal, que aparentemente el Corredor Biológico Mesoamericano (CBM) quedó interrumpido, y no se sabe el paradero de algunos de los animales más representativos de la zona, como el puma o el quetzal.
Otras, como la Reserva Biológica Cayos Miskitos, simplemente desaparecieron. Todo lo que hay en los islotes son árboles quemados. Ahí, el verbo vivir sólo se conjuga en tiempo pasado.
El Marena calificó los daños como “severos” en la vegetación y en el suelo.
Asimismo, clasificó con “daños significativos” las afectaciones en la flora y fauna.
Como “daños medianos”, estableció lo ocurrido en la hidrología, hidrogeología, paisaje, seguridad e higiene.
En total, el área afectada es de 3,340,412 hectáreas.
De esas, 825,957 hectáreas no tenían cobertura vegetal, 421,278 hectáreas eran de pino, y las restantes 2,093,177 hectáreas la conformaban los bosques latifoliados, es decir, árboles como caoba, cedro real, cedro macho, frutales, entre otros.
Un fenómeno que tiene “enredados” a los especialistas es la contaminación en las aguas subterráneas.
Supuestamente los estudios realizados no atribuyen al desborde de las letrinas semejante contaminación, por lo que todavía continúan las investigaciones sobre esto.
ES SÓLO EL INICIO
Lo peor, sin embargo, podría estar por venir, ya que el Marena reportó que el suelo refleja severos daños en su capacidad productiva, pérdida de capa vegetal y erosión hídrica.
Esto significa que será difícil cosechar para los campesinos y prácticamente el área no se puede tocar, ya que es imposible sacar tantos árboles y de intentar hacerlo, la mano del hombre haría aún más daño.
El presidente ejecutivo del Instituto Nacional Forestal (Inafor), William Shwartz, mostró su preocupación por la amenaza de incendio que hay.
Cuando toda la madera tumbada se seque, la zona será como un tanque de gasolina a la intemperie, cualquier chispa desencadenaría otro desastre.
Shwartz dijo que el Inafor y el Ejército están preparando un plan para proteger los bosques perdidos, tanto de un incendio como de madereros que querrán aprovecharse de las circunstancias. El objetivo es dejar que los bosques se regeneren naturalmente.
La decisión no es fácil, según el funcionario, debido a que la maleza podría provocar una epidemia a través de los mosquitos, que se espera proliferen en la RAAN cuando a medida la madera entre en estado de descomposición.
Shwartz brindó sus declaraciones tras firmar sendos convenios con la Universidad Nacional Agraria (UNA) y el Instituto Tecnológico Forestal (Intecfor), para iniciar el inventario forestal de Nicaragua en la zona del Pacífico.
También esperan conocer el comportamiento de las plagas que afectan a la flora nicaragüense, para combatirlas.
Para tener las primeras conclusiones preliminares sobre los daños ambientales causados por Félix, el Marena se auxilió con información cartográfica, mapas de uso de suelo, imágenes satelitales de la NASA (Aeronáutica Nacional y Administración Espacial de los Estados), y GPS (Sistema de Posicionamiento Global).
Comentarios
Pinolillo
Como para el el periodo post Hurancan Joan, el Lumberto Cambell saco toda la madera derribada por el huracan con ayuda de los helicopteros del la Fuerza Aerea. Todo fue a su bolsillo. Justicia revolucionaria. Igual ahora veran cuantos se benficiaran menos los Indigenas y los afrodescendientes. Si es que ya no le calleron encima. Han sido aves de rapina con la Costa Atlantica. Los llamados Nicaribes. Justicia Divina. Hasta cuando
Victor Manuel
Aprovechar la madera caida para reconstruir viviendas en todo el pais. Se deben de proteger las areas destruidas para que no sean invadidas por los campesinos y traficantes de tierras que veran la oportunidad de oro para establecer pastizales y asi hacer desaparecer las Reservas Biologicas.
onofre gutierrez
es cierto que la regeneracion de los bosques es automatica, pero tambien hay que ayudarles y los organismos apropiados deben usar mano de obra para resembrar sin perdida de tiempo. los bosques necesitan el auxilio del sector humano. esta no es ciencia nueva o desconocida. hay que contratar a los millones de campesinos que saben como vonvivir con la naturaleza para la resiembra, incluyendo a los muchachos y desoues ponerles escuelas de agricultura para que aprendarn a explotarracionalmente esos mismos recursos que por ser renovables significan la verdadera riqueza del pais. es tiempo de regresar al campo y brequear el exodo hacia las ciudades para evitar la profesionalisacion de la limosneria
Anónimo
Asi son las cosas, por corrupción y ambiciones el canal seco nunca fue construido gracias a las trabas del MARENA, hoy ni hay canal en Nicaragua (cuando Panamá esta modernizando el suyo) ni hay reservas. Justicia dívina.
jueves, septiembre 13, 2007
FELIX BORRO MILLONES DE HECTAREAS DE BOSQUES
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