domingo, septiembre 02, 2007
LOS PUEBLOS QUE NO RECUERDAN SU HISTORIA ESTÁN CONDENADOS A REPETIRLA.
Por Julio Ignacio Cardoze
Si hay un país a quien le calza bien la frase de que los pueblos que no recuerdan su historia están condenados a repetirla, es indudablemente Nicaragua.
En beneficio de la memoria histórica, debemos recordar que el 19 de Julio 1979, fue producto de una conspiración, obstaculizando un verdadero proceso democrático, y encubriendo el perfil marxista leninista castrista del proyecto, utilizando empresarios burgueses en beneficio sandinista, para instalar un régimen totalitario, a cargo de Sergio Ramírez Mercado, (Seudónimo: Baltazar) por mandato tercerista-FSLN, del proyecto insurreccional, dirigido por Humberto Ortega, según designios de la Habana, y quien dejó, en “El Alba de Oro, la historia viva de Nicaragua”, un claro rastro ideológico, del verdadero carácter de esa confabulación.
Somoza D., fue incapaz de realizar que su época había terminado, por su intransigencia, sus malos asesores, su codicia, sus socios insaciables, su falta de visión política, y cayó primariamente, por la insurrección nacional con el asesinato de Pedro Joaquín Chamorro, crimen calculado fríamente, con el que nada tuvo que ver Somoza, que interrumpió la posibilidad de dialogo y mediación, produjo el rompimiento irreconciliable de la empresa privada con el régimen, y los empresarios, azuzados por el sandinismo, dieron la cara, por una revolución que nunca entendieron, dándole la credibilidad que nunca mereció.
Mientras, la insurrección antisomocista, fue tramada por el sandinismo, de acuerdo un plan premeditado, como afirmó Ramírez Mercado; —«El nuevo Estado revolucionario sandinista de acuerdo con un proyecto nítidamente concebido por la vanguardia»—, por el lado de la oposición empresarial, a la que llama Ramírez, “La clase desplazada” se entregaron a los sandinistas a ciegas, desconociendo la ética, la dialéctica ideológica, y la praxis, sandinista.
Los sandinistas contabilizaron, como somocismo, toda la oligarquía a partir de 1821, con los gobiernos conservadores que se repartieron el poder, y amasaron fortunas a expensas de los humildes, siguiendo las consecuencias por la caída de Zelaya, 22 de diciembre 1909, derrocado por americanos en confabulación conservadora, (americanos desembarcaron 400 marinos en Bluefields el 16 Diciembre 1909, y de ahí salió la revolución conservadora encabezada por el liberal general Juan José Estrada), y la intervención americana, (1912) solicitada por conservadores, el presidente Adolfo Díaz, que fue conocido en Washington como “our nicaraguan”, que hipotecaron el país, Tratado Chamorro-Bryan, (vende patria les dijo Sandino) por lo que sandinistas acusan de vendidos a la clase dirigente.
Para sandinistas, los empresarios, somocista o no somocistas, eran culpables en 1979, por ser intermediarios y beneficiarios en los negocios del imperialismo americano, imitadores del sistema de vida americano, y eso era imperdonable. Ellos conciben el 19 de julio 1979, como el triunfo final de la lucha que empezó Sandino en 1927, contra la intervención que empezó en 1909, con la caída de Zelaya y 1912, cuando desembarcan los primeros marinos.
El sistema a cambiar, incluía la derrota del sector empresarial, desarrollado al amparo del somocismo a partir del crecimiento económico que empieza en 1950 con el algodón, el café, la ganadería y carne procesada, instituciones bancarias y de ahorro y préstamo para viviendas, las exportaciones y la integración centroamericana, aunque fuera antisomocista. Los aliados burgueses, a quien Ramirez llama Los sobrevivientes del Naufragio, también estuvieron en la mira para ser derrotados. Lo trágico es que no se dieron cuenta antes, sino después.
El Alba de Oro; Sergio Ramírez Mercado; —«La derrota militar, es la derrota de cualquier proyecto alternativo de clase, distinto del proyecto popular triunfante. El día del triunfo sorprende a la burguesía sin armas, soterrada bajo la avalancha sandinista. La burguesía, como clase, asiste en Nicaragua a su propio entierro.»—
Los empresarios financiaron y ayudaron armar al sandinismo. Por Felipe Mantica, como presidente del gobierno provisional y de los Doce, ayuda el corrupto Carlos Andrés Pérez quien después será perseguido por la justicia venezolana. Según Roger Miranda y William Ratliff, “The civil War in Nicaragua”, (p.#210) Carlos Andres contribuye entre $ 150.000.00 - $200.000.00 mensuales y armas, y Torrijos, $100.000.00 - $ 150.000.00 mensual, por el socialdemócrata Edén Pastora, y con advertencia de no radicalismos. En total dice Miranda desde mediados de 1978 a principios 1979, aproximadamente 27 millones de dólares contra Somoza. Los empresarios, a los sandinistas, les entregaron de antemano un ejército y el poder.
La oposición empresarial quedó indefensa, sin organización política, pues se entregaron de lleno en manos del sandinismo, sin ejército, y desarmada, frente a ellos y su nuevo ejercito, que se apresuraron a organizar como partido político con miles de miembros que nunca soñaron tener. Los sandinistas se adueñaron a la bulla de la insurrección por asesinato de Chamorro, y falazmente dijeron que el pueblo armado era sandinista.
Empresarios ignoraron que el propósito era terminar con el “sistema” no solamente con Somoza. Ramírez Mercado: —«Los conceptos respecto la oligarquía, el imperialismo y la Guardia Nacional, son invariables en el pensamiento sandinista». — Que no entendieron la praxis sandinista, se demuestra, cuando menciona, Sergio Ramírez Mercado, en “Adiós Muchachos”, que casi todos los empresarios que les sirvieron a los dirigentes sandinistas, con sus residencias como casas de seguridad durante la insurrección en, Los Robles, Las Colinas, Altos de Santo Domingo, al ganar sandinistas, se fueron, a Costa Rica, a Miami.
Hasta el asesinato de P. J. Chamorro, el 10 de enero 1978, fuera del asalto a Chema Castillo, 1974, no existe apoyo masivo a favor del FSLN. Más bien, las proclamas publicadas cuando el asalto a Chema Castillo, abundantes de tenebrosas consignas y amenazas comunistas, infundieron miedo.
Los Sandinistas secuestraron el 19 de julio, si algo hubiera que conmemorar, seria acontecimiento no partidista, el nacimiento de una verdadera democracia y Estado de derecho, y con banderas nacionales, o más bien, como ahora debiera ser, celebrar la traición sandinista a una revolución que se hizo en nombre de todos, de la democracia y la libertad y que ellos corrompieron y robaron.
Daniel y Humberto Ortega, fueron expulsados del FSLN, acusados de desertores, divisionistas y de vivir en el extranjero. También expulsado el mexicano Víctor Tirado López, por desertor. A los expulsados se les responsabiliza por la muerte de militantes sandinistas. Acusan de divisionista, desviacionista ideológico y de teórico derechista a Jaime Wheelock, y a los pequeños burgueses Luís Carrión y Roberto Huembes. El comunicado de expulsión lo firmaron Tomás Borge, Pedro Arauz Palacios (qepd), Henry Ruiz y Bayardo Arce, de la tendencia FSLN-(GPP). El comunicado No. 4 del FSLN fue publicado el 30 de septiembre de 1977.
La expulsión en 1977, (Daniel salio de la cárcel en 1974 cuando Chema Castillo) coincide, según Sergio Ramírez, con llegada de Ortega a Costa Rica, cuando se encierran Ramírez y Daniel, para planear la conjura.
En entrevista a Ramírez Mercado, por Bernardo Marqués, para El Caimán Barbudo, # 170, La Habana. Febrero 1982, cuando le preguntan como llegó al Grupo de los Doce, declara: —«El FSLN, decidió pasar a la ofensiva para la toma del poder político. Se plantea ofensiva militar -octubre 1977- y en el plano político se vislumbra la posibilidad de crear un gobierno provisional, integrado por los distintos sectores del país que no estaban vinculados a la lucha del Frente, pero que tenían posición antisomocista. Fue entonces, como paso previo a la integración del gobierno, que el FSLN, me encargó la organización del Grupo. Pero el Grupo tuvo desde el principio, una idea gestora: no solo se trataba de derrocar a la dictadura, sino cambiar la estructura del país. Y el Grupo tenía algo que no se sospechaba: cohesión ideológica. Estaba dispuesto a llegar hasta el fin. Prueba de ello, es que la mayoría de sus integrantes ocupa hoy importantes responsabilidades en la revolución. Pero llegué a él, por una decisión del FSLN, que me encomendó organizarlo»—
En mayo, 1977, en Costa Rica, se reunieron quienes integrarían el gobierno provisional, que quedó constituido en Julio 1977, en Cuernavaca, México, cuyo gestor fue Humberto Ortega con Ramírez Mercado, de acuerdo la estrategia cubana, y cuyo presidente fue Felipe Mantica.
Esperaban ser reconocidos por Carlos Andrés Pérez, Venezuela, cuando el ataque a San Carlos, y si hubieran tomado la ciudad de Rivas, donde se instalaría el gobierno. Ofensiva de octubre 1977. Esperaron en Alajuela para tomar posesión, Felipe Mantica, con Ramírez Mercado, Joaquín Cuadra Chamorro, Emilio Baltodano, Ricardo Coronel Kautz, Carlos Tunnermann, otros.
Fracasada la ofensiva tercerista de octubre activan los Doce. Estos contribuyen a sandinistas con cincuenta mil dólares.
Pedro J. Chamorro, diciembre 1974, fundó UDEL. El proyecto sandinista, confrontó y desconoció UDEL, y a PJChC, Humberto Ortega lo reconoce en su libro la Estrategia, diciendo, que estaba basada en que UDEL, y la burguesía, no encabezaran la lucha antisomocista, pues todo debía girar alrededor del FSLN. Chamorro, nunca confió en sandinistas, el último editorial, el 6 de enero 1978, cuatro días antes de morir; Palabrería y Burguesía, fue respuesta a acusaciones: — «Escuchamos en una radio local la siguiente belleza, la oposición burguesa y la empresa privada nada tienen que ver en este asunto (el dialogo) y si persisten, su actitud debe tenerse como sospechosa […] ¿Quien tiene derecho de llamar sospechoso al que busca la democratización de su patria…?» —
Sergio Ramírez Mercado, sobre P. J. Chamorro en “Adiós Muchachos” (p.165); —«Disidente de los suyos, odiado por Somoza, y visto con desconfianza por los embajadores norteamericanos y por la izquierda armada. Carlos Fonseca, preso en la Penitenciaria Central en San José, no había querido recibir visita suya en agosto 1969. Nunca estaba bien con nadie, a pesar que La Prensa era el periódico mas vendido. Sospechoso por su anticomunismo, por su apellido, por La Prensa, por la SIP. (p.163) Algunos del Grupo (los 12) como Joaquín Cuadra Chamorro, se mostraban intransigentes y desconfiaban de UDEL, y del propio P.J.Chamorro» —
Fechas y detalles, son importantes. Demuestran que el FSLN, fraccionado, con diferentes estrategias, hasta 1977, ha fracasado, sin apoyo político ni popular masivo, carecen de credibilidad para mover una nación, tienen agenda de doble discurso, y celos de UDEL y los de grupos democráticos no sandinistas con los que nunca quisieron coincidir y vieron como rivales irreconciliables. La nueva política americana, se alejaba de Somoza y se acercaba a la oposición democrática no sandinista. El líder de la oposición democrática con figuración nacional era Pedro Joaquín Chamorro.
El sandinismo y UDEL, fueron irreconciliables, según Ramírez Mercado;
—«para el FSLN, solo había liberación de clase, y para UDEL, liberación democrática implicaba una censura al totalitarismo implícito en el FSLN.»—
Los sandinistas no pretendían cambiar una oligarquía con nombre Somoza respaldada por americanos, por otra, Chamorro, respaldada por americanos. El respaldo político americano era anatema. Chamorro declaró (ACAN 7 Nov. 1977- R.Kagan) que una vez que Somoza estuviera terminado, los sandinistas no tenia razón de existir. Chamorro dijo a americanos, que sin Somoza no habría FSLN, como sin Batista nunca hubiera habido Fidel Castro.
La ofensiva de Octubre 1977, la uso la oposición democrática como advertencia a los americanos para que actuaran contra Somoza en vista de la amenaza comunista. Reportaje de la Habana alertó que ante el desarrollo revolucionario el imperialismo americano estaba haciendo maniobras para encontrar una salida semi-democrática a la situación de Nicaragua. (Habana Internacional Service 4 Nov. 1977-Robert Kagan)
El desplome de Somoza, como ocurrió, por el asesinato de Pedro Joaquín Chamorro, se debió, además, al intervensionismo de la OEA y su resolución contra Somoza, Jimmy Carter, Carlos Andrés Pérez, López Portillo, Torrijos, el gran capital y la empresa privada, la iglesia católica, embullados por el antisomocismo, y la idea de una democracia para Nicaragua. Ni el marxismo-leninismo, ni el sandinismo, figuraron en los planes de los protagonistas primarios de la caída del régimen somocista.
Por eso encubrieron su conspiración con un disfraz. Sergio Ramírez Mercado. “Adiós Muchachos”: —«El juego consistiría en negar, ante aliados y enemigos, la identidad del FSLN como un partido marxista-leninista.»—
La Conferencia Episcopal, dirigida por Obando y Bravo, ahora colaborador de Daniel Ortega, contribuyó declarando: —«las acciones extremistas de la insurrección revolucionaria afectaba a todos, pero que no era posible negar su legitimidad moral frente a la prolongada tiranía [de Somoza] que violaba los derechos básicos del individuo.»— Así la iglesia legitimó la violencia sandinista.
En 1969, publicaron el Programa histórico escrito por Fonseca Amador. Proponen gobierno revolucionario, expropiación de haciendas, fábricas y empresas. Nacionalizar compañías extranjeras, y control de trabajadores en empresas nacionalizadas. Centralizar servicios de transporte masivo. Nacionalizar sistema bancario. Planificar economía nacional. Reforma agraria, etc. En sus comunicados, cuando el asalto a Chema Castillo, y al Palacio Nacional, hicieron igualmente proclamas en el mejor estilo comunista, que lógicamente no podía garantizarles el apoyo, ni de empresarios, ni de la sociedad civil. Sin embargo, lo tuvieron, y los apoyaron sabidos quienes eran.
En el libro: Nicaragua: “Regresión en la revolución”, se detallan maniobras y engaños a que recurrió el sandinismo marxista en su conspiración.
Consolidación de los grupos radicales de extrema izquierda en el MPU, con el FSLN, el partido comunista, y un sector del partido socialista.
Organizan con empresarios, profesionales, burgueses, el grupo de los 12, que dio al sandinismo, imagen aceptable nacional e internacionalmente.
Sergio Ramirez. “Adios muchachos”: —«Mi militancia fue un secreto guardado hasta el final dentro la tendencia tercerista, porque mi papel a la cabeza del Grupo de los Doce, demandaba una imagen de independencia.»—
Sergio Ramírez, El Alba de Oro, Grupo de los 12: —«La estrategia de la dictadura y los sectores tradicionales temerosos de un cambio radical había sido presentar al Frente sandinista como organización terrorista. La escogencia por parte del FSLN de un grupo vinculado a la vida publica del país, sacerdotes, empresarios, profesionales, intelectuales que aparecen dando respaldo abierto a la lucha armada es determinante. El FSLN empieza a ampliar su legitimidad entre las masas y empieza a ganar terreno en otros sectores del país»—
Los Doce, según Humberto Ortega, fueron instrumento del FSLN:
—«Representan factor importante para neutralizar la burguesía local e internacional que desconfía o desconfiaba de un proceso impulsado por el FSLN. Los Doce deberán continuar como imán de sectores que llegan al FSLN de manera indirecta y mas rápidamente que si nos propusiéramos atraerlos nosotros directamente.»—
Organizaron el Frente Patriótico Nacional, y para conformarlo, el grupo de los doce dirigidos por Ramírez Mercado, se metió como “quinta columna” en el Frente Amplio Opositor (FAO), que no controlaba el FSLN. Se metieron para dividirlo, y después abandonarlo, y con elementos radicales del MPU, integrar el Frente Patriótico Nacional (FPN) bajo control sandinista.
Ramírez Mercado: —«La separación del grupo de los 12 del FAO, en Octubre de 1978, derrota totalmente cualquier iniciativa de los grupos tradicionales, y la creación del Frente Patriótico orientado por el FSLN, termina para siempre con la injerencia de las organizaciones tradicionales en la conducción de la lucha política.» —
Junio 1979. Costa Rica. Violeta Chamorro se opone a propuesta americana de ampliar Junta de Gobierno que sustituirá a Somoza con elementos moderados no sandinistas.
17 de julio de 1979, Somoza renuncia y sale de Nicaragua.
Primera Junta de Gobierno, Daniel Ortega, (FSLN) Sergio Ramírez (FSLN), y Moisés Hassan (FSLN); Alfonso Robelo, y Violeta Chamorro.
No cumplieron compromisos para dar paz y democracia a Nicaragua, hacer constituyente y elecciones, según Carta que enviaron a la OEA en junio de 1979.
Organizaron el Consejo de Estado, (Asamblea) contraviniendo compromisos, forzaron la renuncia de Robelo, doña Violeta, y Arturo Cruz P., y con las elecciones (Nov. 1984) manipuladas con un sistema electoral controlado por ellos, los CDS, ejercito, fuerzas Ministerio del Interior, la tarjeta de racionamiento y las organizaciones de masa sandinistas, ganaron y se quedaron gobernando solos, Daniel Ortega presidente y Sergio Ramírez Mercado, vicepresidente, dentro de los parámetros del programa histórico de 1969 de Fonseca Amador y del documento conocido como Documento de las 72 horas, (Septiembre 1979), donde confirmaron la orientación de la revolución sandinista, marxista-leninista.
Desde el mismo 19 de julio empezaron los juicios sumarios, paredones de fusilamiento, prisiones, torturas, expropiaciones.
Organizaron su ejército, su ministerio del Interior y seguridad del Estado, que llegó a tener cien mil hombres bajo las armas, además del ejército, sus turbas, sus comités de barrio al mejor estilo castrista, y ahuyentaron a los no sometidos.
Fonseca Amador permaneció en Chile y La Habana hasta septiembre 1975. Empujado por Castro, regresa a Nicaragua, media entre facciones, muere en la montaña, 1976, dicen que denunciado por el dirigente de una de las facciones.
Dicen en; “Comandante Cero, 1989”, (“Commandant Zero” - Genevieve y Elie-Georges Berreby, p.85), que Henry Ruiz, segundo y compinche de Borge en la GPP, exige a Fonseca irse a la montaña, camino al campamento de Ruiz con dos guías, se enfrenta con la G.N. Muere Claudia Chamorro que lo acompaña. Carlos Fonseca, miope, pierde sus anteojos, como ciego, huye en la montaña en busca de un campamento que nunca aparecía, la guardia lo embosca. Reunido con Carlos Coronel y Ramírez Mercado, Edén Pastora les pregunta ¿De quién fue victima Carlos Fonseca Amador? ¿De Somoza o de Ruiz? Los otros no contestan.
1976, FSLN, sin apoyo ciudadano, languidece. Muere en combate Eduardo Contreras. Muerto Fonseca Amador, con la desaparición de ambos líderes, el FSLN se hundió en divergencias.
La oposición democrática de P. J. Chamorro, y UDEL, avanza con buenas posibilidades con los derechos humanos y simpatías de Carter.
Octubre 1977, con ofensiva fracasada, Fidel llama a líderes sandinistas a La Habana, para analizar situación.
La organización de los Ortega, en el ámbito político nacional no tuvo vigencia, la oposición democrática, representada por P. J. Chamorro, prevalecía. Primero de enero 1978, indicios de dialogo entre Somoza y oposición democrática.
Las demandas de UDEL mínimas, fueron: 1) Levantamiento del Estado de Sitio y de la censura de los medios de comunicación; 2) Vigencia efectiva de la libertad de organización política sindical; 3) Asignación de la jefatura de la GN a un militar con suficiente méritos y que no pertenezca a la familia de Somoza; 4) Orden jurídico que garantice pluralismo político y participación de todos los sectores ciudadanos en la gestión de todos los poderes públicos; 5) Amnistía e indulto general para presos y exilados políticos.
UDEL acusó al régimen somocista por: corrupción de instituciones; politización de la administración de justicia; identificación de los intereses del Estado con los del gobernante; competencia desleal a empresa privada, etc. Pero, para el FSLN, los planteamientos de UDEL fueron los de una burguesía obsoleta.
Fidel Castro se enfoca en Nicaragua. Percibe que Washington está presto a desviar apoyo hacia Chamorro. Impone la unión de las facciones sandinistas, proyecto a cargo del criminal jefe del departamento América de la seguridad del Estado cubana, Manuel Piñeiro (a) Barba Roja. Armando Estrada Fernández, segundo de Piñeiro, realizó viajes secretos negociando unión de tendencias.
Un arreglo pacifico controlado por la política demócrata no sandinista en Nicaragua, seria fatal para la estrategia cubana frentista. Sólo un hecho facilitó los planes de La Habana y Ortegas, el asesinato de Chamorro, 10 de enero 1978.
Cuba envió armas a sandinistas a través de Omar Torrijos, hasta que Johnny Echevarría, ministro de Seguridad de Costa Rica, negoció ser el puente de la ayuda militar cubana. En esa época se manejaron millones de dólares.
31 de enero 1978, Venezuela decreta embargo petrolero. Internacional Socialista reconoce beligerancia del FSLN, y convencen a liberales de Europa y de USA, que su ideología era socialdemocracia y cristiana, en cuya versión les ayuda la participación en FSLN, de empresarios, curas y burgueses reclutados en los Doce, de acuerdo estrategia cubana para ocultar la cara marxista.
Mediados 1978. Servicios secretos cubanos abren centro operativo en Costa Rica, para canalizar logística. Aparece en escena cubano de seguridad del Estado, Renan Montero. Usan infraestructura creada por Cuba en Panamá.
Llevaron armas a frontera sur de Nicaragua, de Cuba, Venezuela, Panamá, y arribaron a Costa Rica, donde los agentes cubanos circulaban por Liberia y Guanacaste, abiertamente. Durante ofensiva final de 1979 fueron despachadas, vía Cuba, armas procedentes de Bulgaria, Alemania Oriental, Hungría, Checoslovaquia. Avión enviado por Arafat con armas es detenido en El Cairo.
Cubanos e internacionalistas entrenados en Cuba, arriban a Costa Rica primero desde Panamá. Llegaron en aviones de Fuerza Aérea panameña.
Después directamente desde Cuba. 9 de septiembre, desencadenada guerra contra Managua, Masaya, León, Estelí y Chinandega.
Venezuela y Costa Rica firman pacto permitiendo flujo de equipos bélicos a sandinistas. Es rechazado Pastora en Peñas Blancas (frontera sur) por mayor (G.N) Pablo Emilio Salazar.
Finales 1978, personal entrenado en Cuba continúa infiltrando Nicaragua. Cubanos e internacionalistas al mando del corrupto coronel Antonio (Tony) de La Guardia, (fusilado por narcotraficante), llegan a Costa Rica. Emplazaron arsenal en Llano Grande, y centro operacional en San José.
En San José, según el Dr. Alejandro Bolaños Geyer, en “Farsa Titiritera” dice: «En casa de Herty Lewites en Costa Rica se filmaban los comunicados que decían «desde algún lugar de Nicaragua»; y que esta misma casa sirvió al periodista Danilo Arias Madrigal para filmar sus famosos reportajes de desinformación global titulados: «Desde el Frente de Guerra».
Según el desertor cubano, mayor de seguridad del Estado, Florentino Azpillaga, hubo puente aéreo entre La Habana y Costa Rica, de 57 vuelos, con 1.8 millones de toneladas de equipo militar. También reveló que Piñeiro personalmente supervisó embarques en La Habana, recibidos en Costa Rica, por Julián López Díaz, quién después seria embajador cubano en Nicaragua.
Brigadas internacionales al mando de Pedro González Piñeiro (comandante Justo). Entre ellos internacionalistas comunistas argentinos, Enrique Gorriarán Merlo (quien asesinó en Honduras a Pablo Emilio Salazar (Bravo) y coordinó el de Somoza en Paraguay. Asesinato de comandante Bravo coordinado por Renan Montero, Lenin Cerna y Gorriaran Merlo, octubre 1979), y Jorge Masetti, yerno de Tony de la Guardia, ahora disidente comunista quien ha revelado detalles de la época. Gorriaran Merlo, se hará famoso en Nicaragua después del 19 de julio, como interrogador y torturador.
Brigada Simón Bolívar, colombianos trotskistas, y la brigada Victoriano Lorenzo, con 330 combatientes, al mando del panameño Hugo Espadafora, en frente sur. Espadafora, sirvió como médico en las guerrillas del PAIGC en la Guinea Portuguesa, 1966 y 1967 con cubanos.
Mediados 1979, embarques de armamentos llegan directamente de Cuba. Ofensiva militar bajo dirección del cubano Tony de La Guardia y del general Martínez Gil, en territorio nicaragüense; con logística coordinada en La Habana por el coronel Laín Martín. Asistido por la autoridad costarricense, Castro hace llegar logística a sandinistas usando corredor clandestino. Tratan evitar, por el momento, que asistencia militar abierta de Cuba enturbie la imagen democrática que los sandinistas presentaban de sí mismos.
Opera en Costa Rica, Renan Montero, de seguridad del Estado cubano. Al triunfar el sandinismo, es nacionalizado nicaragüense, (dicen que aún tiene negocios en Nicaragua en un matadero) jefe del G-2, y la tenebrosa Dirección Quinta de seguridad del Estado sandinista.
Carter, aplicó embargo de armas a Somoza, y comunidad internacional suspendió financiamientos. Barco israelí con equipos militares para Somoza, fue detenido por gobierno Carter. Ofensiva final, militarmente, a cargo de Castro, y políticamente, de Carter, (mayo-julio 1979), precipitó derrocamiento sin continuidad democrática dejando el campo libre a sandinistas.
Todo el operativo y participación cubana fidelista que intervenía en Nicaragua, desde Costa Rica, meses antes de que se fuera Somoza, fue de pleno conocimiento de los empresarios y burgueses que apoyaban a sandinistas.
El 26 de julio 1979, Robelo, con barba revolucionaria, viajó con Humberto Ortega a Cuba, a agradecer a Fidel Castro la ayuda para derrocar a Somoza, y participa en las celebraciones de la revolución cubana al lado de Fidel Castro.
El 19 de julio 1979, después que se apoderan los sandinistas de la insurrección por la muerte de Chamorro, es resultado de conspiración internacional, traiciones, encubrimientos, engaños, y mentiras, ejecutada por una minoría consciente y colaborada por una mayoría de empresarios inconscientes. El pueblo, como siempre, fue manipulado. Se derrocó dictadura, y se implantó tiranía y terror.
La causa fundamental de la insurrección popular con la muerte de Chamorro fue salir de una dictadura e instituir un Estado de derecho. No fue así. Entre el 21 y 23 de septiembre 1979, se hizo encerrona, como dice Sergio Ramírez, de la dirigencia sandinista, para el “análisis de coyuntura y tareas de la revolución sandinista”, cuyas conclusiones son conocidas como el “documento de las 72 horas”, estableciendo que la Dirección Nacional Sandinista, sería la autoridad máxima. En la reunión fue introducido a los cuadros sandinistas el embajador cubano Julián López, con todos los honores.
En consecuencia del documento de las 72 horas declaran: — “El verdadero enemigo con quien habríamos de enfrentarnos lo seria el poder imperialista de los Estados Unidos, y el afán escamoteador y demagógico de la burguesía local”. “Problema crucial, neutralizar, mediante una hábil combinación de alianzas internas y externas, las políticas intervencionistas del imperialismo para hacer fracasar nuestra revolución sandinista.” “Desbaratar el sostén militar del sistema de dominación burgués, con ayuda de la propia burguesía.” “La burguesía al deteriorarse la dictadura como instrumento de dominación, carente de partidos y experiencias políticas, emplea a los gremios y a las organizaciones económicas para concretar su participación política.” [Lo anterior es en referencia al Cosep.] “Ante la derrota de la G.N. y el derrocamiento de la dictadura, también se le ha asestado un golpe decisivo al poder de la burguesía.” “El gobierno de reconstrucción, resultado de una alianza de clase, es la alternativa política organizada por el sandinismo para neutralizar el intervencionismo yanqui.” “La guerra había sido ganada por el sandinismo y el pueblo reconocía antes de nada, la victoria absoluta del sandinismo.” “De hecho la selección y organización del gobierno fue una tarea fácil, que no tuvo que pasar por las negociaciones con los partidos políticos de la oposición burguesa, sino que tuvo mas bien un carácter de designación de personalidades patrióticas con alguna representación.”
Empresarios no entendieron, que la derrota del régimen somocista, del que era parte la economía, y por tanto la clase dirigente, los llevaba en el mismo saco.
El 19 de julio de 1979, acaparado por el FSLN, terminó en propósitos ajenos al interés nacional, como actualmente es la actitud vende patria de Daniel Ortega. Lo que empezó como un levantamiento ciudadano, de repudio contra una dictadura, a favor de la democracia y el Estado de derecho, terminó como proyecto leninista totalitario servil de oscuros intereses extranjeros.
El FSLN, fue convertido en un ejército de ocupación de Nicaragua al servicio de Fidel Castro.
Al final de cuentas, los del FSLN, traicionaron todo lo que dijeron y ofrecieron, ni fueron demócratas, como aparentaron al principio, ni redimieron a los pobres, más bien, los hicieron más miserables y hambreados. Su proyecto fue embustero, marrullero, oportunista, pancista, para beneficio personal de una cúpula que se enriqueció en nombre de los pobres, con bienes mal habidos, amparados en el obsoleto discurso tercer mundista de la izquierda internacional que aún utilizan y que al día de hoy, mantienen Nicaragua secuestrada.
Lo trágico es, que 28 años después, el sector empresarial, como el Cosep, y los partidos políticos no sandinistas, con Daniel Ortega de regreso al gobierno, sin aprender la lección, continúan políticamente despistados, buscando acomodamiento, y situando Nicaragua, por debajo de los intereses creados.
Quizás tenga razón Sergio Ramírez Mercado al afirmar, que la historia de Nicaragua, es una burla sangrienta, o como acertadamente dijo Carlos Marx, que la historia se repite, unas veces como tragedia, y otras, como farsa.
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