El Universal
Domingo 21 de febrero de 2010
Subsecretario se reúne con disidentes en la isla tras discutir sobre migración con las autoridades
LA HABANA (Agencias).— El gobierno cubano acusó ayer al estadounidense de falta de voluntad real para mejorar los nexos con la isla y de aprovechar la visita de sus funcionarios, quienes viajaron para analizar problemas migratorios, a fin de realizar actos de “provocación”.
“Contrario al espíritu de cooperación y de entendimiento mostrado por la parte cubana, una vez efectuadas las conversaciones migratorias, la delegación norteamericana convocó a decenas de sus mercenarios”, indicó una nota de la Cancillería isleña.
El comunicado hizo alusión a un encuentro de la delegación estadounidense encabezada por Craig Kelly, el subsecretario de Estado adjunto para asuntos del Hemisferio Occidental, con disidentes en la noche del viernes. El gobierno estadounidense demostró “nuevamente que sus prioridades se relacionan más con el apoyo a la contrarrevolución... que con la creación de un clima conducente a la solución real de los problemas bilaterales”, agregó el mensaje.
Según este comunicado, se había advertido a los visitantes sobre el rechazo cubano a organizar “un evento provocador” de este tipo, al que se calificó en el documento como “ajeno al espíritu de las conversaciones migratorias”.
Un funcionario estadounidense que habló con periodistas a condición de anonimato indicó que la política en su país es siempre llegar a todos los sectores de la sociedad y no suelen hacerse excepciones por países.
El presidente del Parlamento de Cuba, Ricardo Alarcón, descartó una interrupción del diálogo con Washington, pese a la reunión que mantuvo con opositores la misión estadounidense que participó el viernes en las pláticas migratorias.
“No creo que tenga que interrumpirse el diálogo, salvo que” el presidente Barack Obama “vaya a hacer lo mismo que hizo (el ex mandatario George W.) Bush antes”, dijo Alarcón.
La ronda del viernes fue la segunda —la primera se desarrolló en julio— desde que el presidente Barack Obama llegó a la Casa Blanca, pues su predecesor George W. Bush las suspendió a la par que endurecía las sanciones contra la isla. El viernes ambas delegaciones habían emitido comunicados en los cuales hablaban del clima “respetuoso” de las rondas.
Cuba dijo además que se trataron “aspectos” de un nuevo convenio migratorio, propuesto por la isla en la edición de julio, donde sugirió también firmar algunos más en materias como combate al narcotráfico y al terrorismo.
Posteriormente a su encuentro con autoridades, Kelly convocó a un grupo de disidentes para un intercambio de unas dos horas. “Estábamos como 40 de nosotros, un número crecido de representantes de la sociedad civil”, confirmó el activista de derechos humanos, Elizardo Sánchez. Entre los invitados se encontraban disidentes como Vladimiro Roca, Oswaldo Payá y varias “Damas de Blanco”, esposas de opositores presos.
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