Dos bandidos llegan a una finca y entran en una pocilga, arrastrando a
un tipo. Dentro se encuentra un negro de 1,90 m y 120 kg limpiándose las
uñas con un cuchillo enorme.
- Negro, el jefe pidió que le des por el cuuulo a éste para que aprenda a
no hacerse el macho con nuestra banda.
- Dejadlo ahí en un rincón que más tarde me encargo de él. –respondió el
negro.
Cuando los dos bandidos se marchan, el tipo dice:
- Por favor, señor Negro, no me haga eso, después de que me haya dado
por cuuulo mi vida será una ruina, estará acabada, tenga piedad, por el
amor de Dios!
- ¡Cállate la boca y quédate quietito ahí! –le increpó el negro.
Al rato vuelven los bandidos con otro pobre hombre.
– Negro, el jefe pidió que a éste le cortes las dos manos y le perfores
los ojos, para que aprenda a no tocar el dinero de la venta de drogas.
- Dejadlo ahí que dentro de un rato me encargo.
Una hora después traen otro pobrecito.
– Negro, a éste le cortas la verga y la lengua para que nunca más se
meta con las mujeres del patrón.
- Está bien, dejadlo ahí en el rincón con los otros.
Finalmente, traen a otro.
– Negro, a este lo cortas en pedacitos y le mandas cada pedacito para la
familia.
En ese momento, el primer tipo le dice al negro en voz bien baja:
– Señor Negro, por favor no se vaya a confundir, recuerde que
¡¡Yo soy el del cuuulo!!
Moraleja:
A medida que conoces los problemas de los demás, te das cuenta que el
tuyo no es tan grave!!
miércoles, febrero 17, 2010
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