jueves, febrero 18, 2010

EL ÁRABE Y EL JUDÍO

Un árabe le pidió dinero a un judío y éste se lo prestó. Sucede que el árabe jamás había pagado una deuda y el judío jamás había perdido un solo centavo en inguna transacción.

Pasó el tiempo y el árabe se le había estado escondiendo al judío hasta que un día se encontraron en el bar de un gallego. Allí comenzaron a discutir, el árabe acorralado, no encontrando otra salida, sacó una pistola se la puso sobre la sien y dijo: ¡Podré irme al infierno, pero no pagaré esta deuda...! Así que apretó el gatillo y cayó muerto de inmediato.

El judío no quiso ser menos, así que agarró la pistola del árabe, se la puso sobre la sien y dijo antes de disparar: ¡Voy a cobrar este dinero aunque sea en el infierno...!

El gallego, que había observado todo, quedo impresionado, tomó la pistola, se la puso sobre la sien y dijo: ¡Joder!, por nada del mundo me pierdo este pleito.

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