miércoles, julio 28, 2010

¿Por qué Costa Rica, sin revolución, superó en desarrollo a Nicaragua?

El transporte público de San José, Costa Rica cuenta con trenes ur-banos. En Nicaragua la mitad de los buses rusos se destruyeron en menos de un año y solamente circulan buses amarillos, desecha-dos por las escuelas públicas de Estados Unidos.

Costa Rica construye un moderno estadio para su futbol. En Ni-caragua solamente existe el estadio que construyó Somoza García en 1948. En los departamentos solamente hay patios deportivos.

En San José, Costa Rica, no existe revolución ni caudillos ni grandes rótulos de culto a personajes, pero se ve el progreso.

La ciudad de Panamá, donde no hay revolución. Hace 30 años se parecía a Managua.

Que cada pueblo tiene el gobierno que se merece, es algo que está gravitando en el mundo como un axioma matemático.

¿Existe en Nicaragua un gobierno revolucionario?
No, no existe.

¿Se merece Nicaragua un gobierno revolucionario?
Evidentemente no se lo merece, puesto que no lo tiene.

Porque para que exista un gobierno revolucionario es necesario que haya una revolución.

Para que sea verdadera revolución es imprescindible que tal revolución genere progreso integral, y esto significa beneficios en todos los órdenes para la vida superada y el fu-turo de todo el pueblo.

Cualquier cosa que produzca ignorancia, pobreza y atraso puede denominarse con muchos nombres, pero nunca será una revolución, sino lo contrario.

En esto existe mucha confusión, pues la propaganda equipara cualquier revuelta violenta con revolución.

Si no hay progreso, no hay revolución.

Sin embargo, la propaganda de tres décadas trata de hacer un lavado de cerebro entre las masas ignorantes e ingenuas para convencerlas que en Nicaragua existe una revolución que produjo beneficios para el pueblo; pero tales beneficios no se ven por ningún lado.

Con la revuelta violenta o insurrección armada, Nicaragua retrocedió casi al siglo XIX mientras todos los demás países de Centroamérica --sin alegar ni intentar ninguna revolución-- progresaron enormemente en comparación con Nicaragua, dejando a nuestro país en completo atraso y desventaja.

Y no nos referimos solamente a progreso económico o material, sino en desarrollo educativo, moral, verdadero combate a la ignorancia, a la pobreza y a la corrupción.

Revolución significa el surgimiento de gobiernos responsables, mejor estructurados y con respeto a la Constitución y las leyes que conduzcan a los pueblos al trabajo, a la disciplina personal, al estudio y no al servilismo, a la sumisión de siervos, a la corrupción, al yoquepierdismo y a la delincuencia institucional .
Una revolución debe construir y establecer las bases del desarrollo integral que se manifiesta visiblemente con el progreso material y la civilización, valores ausentes en Nicaragua.

A los nicaragüenses no nos gusta reconocer que Costa Rica nos ha superado sin caudillos, sin revueltas violentas, sin la sobresaturación de grandes rótulos de culto a personajes, ni con supuestas revoluciones.

Todos los países Centroamericanos y de El Caribe, similares a Nicaragua, simplemente han evolucionado en los últimos 30 años, mientras Nicaragua ha estado sonámbula soñando que tiene una «revolución».

Pero si la nicaragüense es una revolución, resulta ser la única revolución del mundo con masas ignorantes, con pobreza galopante, con una corrupción que padecen desde los altos ejecutivos y políticos hasta los más básicos obreros y campesinos.
Sería la única revolución que no ha construido un futuro para la juventud, que ha dejado al pueblo sin la educación de una calidad mínima aceptable y grandes segmentos de la población hasta con hambre...

El progreso material visible --que en Nicaragua es invisible--, no es más que el reflejo de países que, sin revoluciones, verdaderamente estan en vías de algún desarrollo.

El 3 de Julio de este 2010, los periódicos de Nicaragua publicaron como un gran hito del desarrollo del país, que Nicaragua había logrado exportar mil millones de dólares en los primeros seis meses del 2010. Eso significa que las exportaciones sumarán unos dos mil millones de dólares en todo el año.

Lejos de ser un orgullo, esas cifras de exportaciones demuestran la magnmitud de nuestro atraso, pues Honduras exportó en el 2009 seis mil millones de dólares (tres veces más que Nicaragua). Costa Rica exportó nueve mil millones de dólares (4.5 veces más que Nicaragua).

Y este año 2010 Costa Rica exportará más de diez mil millones de dólares, cinco veces más que Nicaragua.

Esa Costa Rica que tiene menos población, menos re-cursos naturales, menos territorio y sin ninguna revolución, ha superado enormemente a Nicaragua.

Panamá exportó más de diez mil millones de dólares, Guatemala más de ocho mil millones y República Dominicana más de siete mil millones, y este 2010 esperan exportar más.

La misma Nicaragua exportó en 1976 mil millones de dólares, pero eran dólares de hace 34 años, equivalentes a seis veces los dólares actuales. En 1976 Nicaragua tenía dos y medio millones de habitantes que generaron esas exportaciones que hoy serían seis mil millones de dólares. La Nicaragua del 2010, con seis millones de habitantes, debería estar exportando más que Costa Rica o al menos más que Honduras.

Los dos mil millones que exportará Nicaragua resulta una cifra ridícula que solamente demuestra lo incapaces que somos.

Y todos estos países que nos han superado son similares a Nicaragua. Solamente Cuba, con más de doce millones de habitantes y una «revolución», se mantiene como Nicaragua en la miseria y el atraso, quejándose todos los días de que el imperialismo gringo les tiene bloqueados; pero Eu-ropa y Asia, jamás han aplicado ningún embargo a Cuba, solamente EE.UU. les limita las ventas y las compras, por-que a eso se reduce el tal «bloqueo».

En el caso de Nicaragua no existe embargo ni «bloqueo» del imperialismo norteamericano, al contrario, EE.UU. es el comprador de más del 30% de las exportaciones nicaragüenses, mientras que la solidaria Venezuela de Chávez apenas le compra a Nicaragua el 10% de sus exportaciones.

Debe reconocerse que Nicaragua hace ingentes esfuerzos para desarrollar el turismo, pero es una lucha aislada, solitaria de la institución turística, que no se respalda con ciudades limpias, balnearios sanos, vías de comunicación modernas, calles transitables (en todos los países similares a Nicaragua la ciudadanía y los turistas encuentran baches en las calles; pero en Nicaragua son más que baches, se trata de enormes cráteres que uno no los encuentra, sino que los baches persiguen a la población, la alcanzan y la ahogan, en cada metro cuadrado).

En Nicaragua casi no se han construido carreteras ni calles nuevas, todas son heredadas de la Era de los Somoza.

En esos países similares al nuestro que nos han superado, la policía no embosca a los automovilistas («para el refresco»), sino que ayuda, sirve y orienta al turista y a los ciudadanos.

Las cifras oficiales declaran que medio millón de turistas visitaron Nicaragua en el 2009; pero más de la mitad de los calificados como turistas somos los «gringos caitudos» que volvemos temporalmente a la patria natal.

Pues de nuevo Costa Rica nos supera con más de dos millones de turistas en el 2009.
A Nicaragua no llega ni un sólo vuelo de Europa y so-lamente se anuncia que la rusa Aeroflot volverá a tocar suelo nicaragüense. Iberia, de España, abandonó Nicaragua y se trasladó a Costa Rica. Y a República Dominicana llegan todos los días vuelos directos de Italia, Alemania, Suiza y Francia.

Se comprende con este panorama las razones que han tenido más de 600,000 obreros nicaragüenses se haber emigrado a Costa Rica en busca de humildes empleos que su patria nicaragüense no le puede ofrecer como se los ofrecía antes de cualquier alegada revolución.

La única revolución que ha logrado grandes beneficios al pueblo nicaragüense, fue la Revolución Liberal de 1893 hace 117 años, que comenzó el 25 de Julio de ese año, con el triunfo militar del Gral. Zelaya sobre las tropas y el gobierno conservador, cuando Zelaya pronunció su manifiesto diciendo: «Aquí no hay vencedores ni vencidos, todos somos hijos de Nicaragua y mañana todos debemos integrar-nos a trabajar por Nicaragua». Así se hace Revolución.


nicolas@estrelladeni-caragua.com

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