Moisés Hassan considera que la oposición tendría que hacer una Asamblea este próximo 9 de enero y ponerle la banda presidencial a Fabio Gadea
El presidente Daniel Ortega es un embaucador, con doble y hasta triple discurso, según le convenga, expone su excompañero de lucha Moisés Hassan. LA PRENSA/ U. MOLINA
Eduardo Cruz
Sentado sobre un sofá en su casa de reparto Belmonte, Moisés Hassan Morales comenta la actualidad política del país, el fraude de las recientes elecciones presidenciales, la manera en que el presidente Daniel Ortega fomenta la pobreza con populismo y cómo, si alguna vez lo fue, al mandatario ya no le queda nada de sandinista.
:::¿Cómo siente el clima político del país?
Mucha gente está ardida. Es evidente que las elecciones fueron absolutamente fraudulentas, que Daniel Ortega se adjudicó el máximo que creía que podía ser digerible a lo mejor, estoy seguro que esa mención del 70 por ciento que hizo en la reunión del CELAC es probablemente la meta que él tenía y que finalmente retrocedió y dijo: “Bueno, no voy a salir con el 70 por ciento que es lo que me gustaría, pero bueno, voy a salir con 62 por ciento y tomó una decisión en la que se autorrecortó ocho por ciento de los votos.
:::¿Cuáles son las consecuencias más graves de este fraude de estas elecciones?
Un gobierno sin dignidad
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció oficialmente su intención de nominar a Phyllis Powers como próxima embajadora en Nicaragua y, aunque el Senado norteamericano no la ratifica, el gobierno del presidente Daniel Ortega ya le otorgó el plácet.
A juicio de Moisés Hassan, esta es una actitud indigna del gobierno nicaragüense. “Un gobierno que se respete a sí mismo, esperaría naturalmente que la señora Powers, candidata a embajadora, fuera confirmada por el Senado, fuera realmente ya la embajadora que propone el gobierno norteamericano para entonces dar el beneplácito, pero este (Ortega) siempre queriendo servilizarse, ya corrió a darle el beneplácito, algo totalmente indigno. Yo me molestaba en los años ochentas cuando veía como Ortega hablaba un poco de locuras y después iba a buscar como hacer lo que le interesaba a los gringos, entonces él sabe que a los gringos les importa un pito todas las tonterías que él habla, lo que le importa es lo que haga y lo que hace es más o menos de acuerdo con lo que a los gringos les interesa”, dijo.
Yo siempre sostuve, pese a que no hay muchos que concuerdan conmigo que lo que teníamos antes de estas elecciones ya era una dictadura. Una dictadura en la que de alguna manera entre Ortega y Alemán controlaban todos los poderes del país, Ortega como el jefe y Alemán como un subordinado de Ortega, pero lo que ocurre en este momento es que Ortega tomó total control de país, absoluto y total del país. Ahora decidió agarrar a patadas a Alemán y tomar absoluto control.
:::¿Todavía le queda algo de sandinista a Daniel Ortega?
Una frase de Sandino dice: “El hombre que de su Patria no exige ni un palmo de tierra para su sepultura, merece no solamente ser oído, sino también creído”, de manera que un sandinista que aprovecha una lucha de décadas contra una dictadura, que se monta sobre la sangre, la muerte, los sufrimientos de una cantidad de gente para hacerse millonario, para absorber absolutamente el poder, si alguna vez tuvo algo de sandinista y no de un hombre de esos que llaman resentidos sociales, un hombre lleno de odio hacia la sociedad, porque creen que no les da lo que ellos quieren o cosas parecidas, si alguna vez tuvo algo de sandinista y no de aventurero en busca de ascender, de tener poder y las cosas que había visto y que ambicionaba, si alguna vez tuvo algo, no le queda en absoluto, nada.
:::Algunas personas le reconocen al presidente que regale zinc...
Tenemos un pueblo muy “purisimero”, que anda con la mano estirada. Mucha gente, no digamos la gente, no se da cuenta que si ese dinero que se invierte en esos programas, se empleara en fuentes de trabajo, más gente tendría empleo en vez de andar de limosneros, entonces la táctica o la estrategia vieja que practican este tipo de fulanos es de convertir, siguiendo las normas de Maquiavelo, de que el individuo necesite del Estado y del Príncipe.
:::¿Qué me dice de la oposición?
Yo llamo oposición a la población opositora.
:::¿Qué se puede hacer ante el fraude?
El día 9 de enero, si calculamos que la Alianza PLI sacó 50 y algo por ciento de los votos, tantos diputados, entonces instalamos una Asamblea paralela, hacemos la ceremonia de elegir la directiva de la Asamblea, luego hacemos la ceremonia pública de entregarle una banda presidencial a Fabio Gadea. Eso es lo que yo pensaría que debería hacerse. Cuando vos entrás a la Asamblea ya le hiciste el juego a Daniel Ortega. Daniel Ortega necesita legitimarse.
:::Cayó Gadafi y no habló el presidente Ortega...
Ortega sabe que hay temas delicados y temas no delicados. Ortega puede despotricar: “el imperialismo...”, los yankis están acostumbrados a él, un monito más que esté hablando esas tonterías, un monito insignificante, ¿qué capacidad tiene Daniel Ortega de inquietar a los Estados Unidos? Ninguna. No es una potencia económica, no es una potencia militar, no es una potencia nada, simplemente es un mandamás que se ha apoderado de un paisito sin mayor trascendencia y que berrea, pero él sabe también sus límites, él sabe perfectamente que con lo de Gadafi hay que ser muy, muy cauteloso.
:::¿Usted cree que le dolió lo de Gadafi?
Le debe haber dolido en el sentido que perdió un apoyo. No creo que Daniel Ortega tenga demasiados cariños personales aparte del poder, riquezas y todas estas cosas, cariños personales no.
:::Chávez está enfermo...
Ese sería un golpe duro para Ortega, acordate que son 500 millones de dólares anuales los que le caen.
:::¿Cree que Ortega va a reelegirse en las próximas elecciones?
Yo tendría severas reservas de que termine este período (el que empezaría en el 2012), si ya este hombre termina este período y agarra otro, yo creo que los nicaragüenses tendríamos que castrarnos todos.
Moisés Hassan Morales
Nicaragüense pero de origen palestino.Ingeniero civil y doctor en Física.
Era una prominente figura en el Frente Sandinista (FSLN), desde donde luchó contra la dictadura de Somoza.
En 1979, fue miembro de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional, después del derrocamiento de Somoza.
Fue alcalde de Managua en 1985.
En 1988, quebró con los sandinistas y Daniel Ortega porque vio el incremento de la corrupción dentro del partido y en sus dirigentes.
Escribió La Maldición del Güegüense, un libro en el que narra su experiencia revolucionaria y revela secretos sobre los principales líderes del sandinismo.
domingo, diciembre 11, 2011
“Ortega no es sandinista”
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