El contacto directo con las personas es el mejor parámetro para determinar dónde estamos parados. Si ello es así debo decir categóricamente que la ciudadanía está harta y cansada del orteguismo pero más aun de nosotros los llamados demócratas, los llamados opositores, que encontramos al enemigo y el blanco al cual aporrear para sangrarlo todos los días y en todo momento, en nuestras filas.
Esa ciudadanía de la que hablo señala por supuesto en sus críticas a Arnoldo Alemán y lo digo porque no me llamo a engaño alguno y porque quiero ser objetivo en el enfoque que quiero hacer. En ese sentido las críticas contra el líder del liberalismo tienen su origen en el cliché que imponen los medios alrededor del pacto, que indudablemente ha influido en su imagen y es un tema que hay que remontarlo con franqueza y sinceridad. Sin embargo ahora que se habla de que las primarias vienen y que las primarias van, y que como aderezo se introdujo el tema de Don Fabio Gadea, esa misma ciudadanía está más encalichada que antes y en gran proporción los reclamos que ahora hace van hacia la ligereza, hacia la irresponsabilidad y la indecisión de Eduardo Montealegre sobre temas que han sido manoseados por un primarión.
Así como están las cosas no sé a ciencia cierta sí habrán primarias pero sí sé que quien las propuso, Eduardo Montealegre, hoy las está torpedeando y todo su entorno ha sido lanzado a los medios para ponerle peros de todo tamaño al muñeco porque simple y llanamente hicieron los cálculos y hoy son convencidos de que no ganan porque su candidato es perdedor, porque no tienen partido, porque no tienen estructuras, porque su liderazgo no sabe lidiar con tantos que suspiran por la bendición del dedo.
Eduardo Montealegre creo que no irá a las primarias. Un hombre como él tiene demasiados problemas para asimilar que un negrito, renco y gordito, que ya fue presidente de Nicaragua y ya fue su jefe en el gobierno le gane de tu a tu las primarias que el mismo “Superindeciso” propuso. Eso es demasiado problema porque aquí más que diferencias políticas lo que está sobre la mesa es la diferencia de clases porque el aristócrata no admite que uno de clase media le gané públicamente la batalla.
Hace unos días como si se tratase de Jesucristo, que el Señor me perdone por mencionar en cosas tan banales a su Hijo, Eduardo Montealegre me prohibió que lo criticara. En tonos más altos que lo normal me dijo “Moisés Absalón no me critiques”. Por supuesto que aquello me dio cosa porque un líder político le estaba diciendo en ese momento a un periodista que no lo criticara en términos de ordenanza. Yo le dije a Eduardo la verdad, que yo no era su enemigo, que a pesar de todo lo trataba con cariño, porque al fin y al cabo si lo quisiera pudiera ser con él lo más ácido que se pueda imaginar y que el adversario y el enemigo para mí no está entre nosotros.
Ese episodio que les narró es parte del problema de Eduardo Montealegre. Es decir él no enfoca las cosas en su verdadera dimensión. Se acostumbró siendo banquero a la frialdad de los números y se metió a la política creyendo que ella es matemática. Esa estructura mental aunado a sus problemas de clase, recuérdese cómo trataba a Ramiro Silva y porqué éste lo abandonó, no le permite emociones ni sentimientos y por eso el pequeño dictador que lleva dentro le hace creer que por solo decirlo o por solo pensarlo las cosas son a su manera y nada más.
Están en lo correcto si creen que estas son mis conclusiones para determinar el perfil psicológico de Eduardo Montealegre, pero también debo decirles que ese mismo criterio tienen la gente de la calle que al reconocerme en el taxi que viajo, pues sigo sin vehículo y sin cómo poder repararlo, lamentan nuestra división y hablan mal de Arnoldo, pero hablan el doble o el triple de Eduardo a quien descalifican como crítico del pacto porque entonces le sacan el que hizo con Daniel cuando lo reconoció como presidente sin haberse terminado de escrutar los votos y el otro que hizo cuando se fue a reunir con Ortega en la Secretaria del FSLN y después de eso que lleva una derrotas a tuto y que lo que ganó no lo supo defender y que mientras Arnoldo le tira duro y de frente a Ortega, Eduardo lo que hace es lanzarle únicamente a Arnoldo como si se trataré de un palo de mango al que hay que acabarle todos los frutos.
Es decir nadie se enreda, nadie se equivoca. Todos concluyen que Eduardo está verde, que a pesar de lo que se diga de Arnoldo éste último se traga enterito al Superindeciso que anda buscando desesperadamente una escalera por la cual bajarse, pero que es incapaz de hacerlo solo y por eso actúa con el criterio aquel de que no si yo me voy vos también en vez de tomar la decisión y abandonar el timón que nunca pudo manejar y en su lugar poner en la competencia a Don Fabio en el Movimiento Vamos con Pancho.
Estando las cosas así lo que hay sobre la mesa es declarar oficialmente muertas las primarias por parte de los primariones y los inconsistentes. En hora buena si así es porque mucho quedará definido en el campo electoral porque habrá sido apartada la broza del camino que por ahora nos hace patinar.
POR NICARAGUA CUESTE LO QUE CUESTE ASI PENSAMOS EN EL MOMENTO.
Soy Moisés Absalón Pastora y con su voto amigo quiero ser diputado.
martes, agosto 31, 2010
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