• Analistas ven en ese “estilo de gobierno” remanentes de los años 80; otros una modalidad menos grotesca que una dictadura militar• La institucionalidad del país está hecha añicosCarlos Salinas Maldonado | 26/9/2011
Daniel Ortega no dejó espacio para las expectativas. Apenas unos meses después de haber sido juramentado como Presidente de la República y jurado obediencia a la Constitución en la renombrada por su esposa como Plaza de los No Alineados, Ortega mostró que el poder, para él, era una cuestión de fuerza y no de negociaciones. Convencido de que no necesitaba ni a la Asamblea Nacional ni a las leyes del país para tomar decisiones, el mandatario desarrolló una particular forma de ejercer el poder: gobernar a golpe de decretos...NOTA COMPLETA
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