Querid@s amig@s: Tengo dos días de no encender mi máquina pues no deseaba perderme absolutamente nada de la visita de SS Benedicto XVI México, que no sólo fue un acto protocolario, sino un recibimiento emotivo, apoteósico, lleno de sorpresas agradables, entre ellas mensajes que dejaron huella entre los mexicanos, que no sólo se volcaron para recibir a SS, sino que dio todo de si para hacerle su estadía imborrable.
Está partiendo el avión que lo lleva a Cuba. Sin lugar a dudas será una visita diferente y su agenda muy apretada. El no sé de dónde ha sacado fuerzas para asistir y participar a todos los actos programados y no, dejándonos mensajes de paz, esperanza y consejos que redundan en beneficio del gobierno y pueblo mexicano.
Todas las redes sociales les han dado un reseña paso a paso de la estadía de Benedicto XVI, por ello me abstengo de seguirles escribiendo al respecto. Seguidamente les pongo algo relativo a la despedida de este Papa, que sin lugar a dudas regresa a su Grey, totalmente cambiado de su manera de ser y quizá de pensar.
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