Por: Carlos Alberto Montaner
El gobierno cubano da por descontado que Chávez se morirá a corto plazo. Me lo dijo un diplomático acreditado en Cuba recitando unos conocidos versos de Martí: “El palacio está de luto y en el trono llora el rey/ el hijo del rey se ha muerto/ se le ha muerto el hijo al rey”.
Todavía no ha ocurrido. El hijo del rey todavía está vivo, aunque muy averiado, pero Raúl y un desconsolado Fidel dan su muerte como un hecho inevitable. Para Fidel es una catástrofe política. Chávez era su heredero en la tarea de luchar contra el imperialismo yanqui y crear un glorioso mundillo colectivista y autoritario como el que se hundió tras la “traición” de Gorbachov hace ya más de 20 años, Raúl no servía para nada de eso. Carecía de la facultad de soñar, que puebla la sesera incendiaria de los revolucionarios. Raúl era demasiado pragmático, demasiado apegado a la realidad, esa cosa extraña y despreciable...DETALLES
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario