Por: Moisés Absalón Pastora. DETALLES DEL MOMENTO. RUMBO AL FRAUDE.:

Las elecciones municipales del Caribe nicaragüense son éste próximo Domingo y créanme que no obstante los esfuerzos por participar en ellas el Partido Liberal Constitucionalista, que políticamente es lo único que realmente enfrentará al orteguismo, no concurre a una competencia, sino que va directamente sobre la ruta del fraude y su presencia en el proceso es únicamente para demostrar que de la misma manera que la dictadura se robó las municipales del 2008 de la misma manera se robará las regionales del 2010.

Quiero decir que ésta es una apreciación muy personal no hablo ni por lo más mínimo por el partido PLC pero sí quiero dejar constancia de elementos que la población debe tener presente para que mañana, cuando tengan que suceder las cosas, no se diga que no se dijo, que no calculamos y que estábamos en la luna para creer que los mismos que contaron los votos en el 2008 serían ahora honestos cuando todos los elementos nos conducen a percibir que los inmorales magistrados Roberto Rivas, René Herrera y José Marenco Cardenal, coludidos con los otros hampones rojo y negros, van a dar a Daniel Ortega la segunda prueba de amor a cambio de lo que ellos aseguran será su reelección en el Consejo Supremo Electoral.

El robo de las elecciones en el Atlántico nicaragüense no está por suceder, ya sucedió. Lo que ocurrirá el 7 de Marzo simplemente es un trámite para ofrecer cifras que ya están calculadas y medidas y después de la designación de candidatos que serán impuestos por la vía del fraude lo que harán los bárbaros es conceder burlescamente algunos escaños a sus aliados disfrazados de opositores para que el Partido Liberal Constitucionalista, que será despojado de sus concejales, sufra otra vez las consecuencias de la soberbia de Eduardo Montealegre de no corregir y aceptar sus errores por ir ahora en una alianza con un ALN que tiene la plena convicción que Don Dinero es un gran caballero y que a cambio de recibir la paga ha permitido que los primeros y segundos miembros sean del FSLN a fin de hacer causa común con un APRE resucitado, con una UDC exhumada del cementerio, con una YATAMA cómplice de los verdugos de los pueblos indígenas de la Costa Atlántica y con otros movimientos telúricos que harán que el fraude genere un nuevo terremoto contra la moral pública de la nación.

El robo de las elecciones municipales del 2008 y el robo de las elecciones regionales del 2010 son en realidad la llave para consumar el robo de las elecciones generales del 2011. Lo que afirmo no es una especulación es un plan maestro donde no hay espacio para arriesgar el poder. Es la voluntad política de radicalizar la dictadura sembrando en el 2010 para en el 2011 cosechar la prolongación de cinco años más según advierte la estrategia de comunicación del orteguismo hecha circular el Primero de Febrero de éste año entre los más connotados fanáticos y talibanes de la pareja presidencial.

El orteguismo que llegó al poder por nuestra división con apenas el 38% del electorado está consciente que solo por las debilidades del liberalismo llegó al poder y que después de tanta prepotencia y arrogancia aplicada al cierre de los espacios políticos que ha perdido la democracia, de la profundización de la crisis económica, política, social y moral que vive Nicaragua, nunca, nunca jamás, el FSLN será más gobierno y por ello la disposición de hacer lo que se tenga que hacer, pagar el costo que se tenga que pagar, para no dejar ir los espacios robados.

Lo que trato de precisar lo sintetizo en una pregunta del vulgar y ordinario de Edgardo Cuarezma ante casi un centenar de férreos orteguistas en un municipio de Managua hace pocos días cuando dijo: “Que ganamos, ganamos”, ¿Saben lo que eso significa? Se contestó así mismo tan tenebroso personaje.

¡Las robamos! Sencillamente robamos las elecciones. Aquí las condiciones se están preparando para eso y ustedes deben estar claros que ganamos o ganamos, estamos claros, sentenció el ejecutor de los trabajos sucios de la pareja presidencial. Pero ésta ficha no se quedó ahí sino que en la Asamblea de cuadros fue más elocuente al decir; “Todos los que aquí estamos somos delincuentes o acaso hay un santo aquí”, preguntó Cuarezma mientras los presentes reían a carcajadas asintiendo con sus risotadas que eran efectivamente igual que Cuarezma, delincuentes.

Quien se me acercó para contarme esta escena es un sandiniston que estaba ahí. Me refirió que aquello le humedeció los ojos. Recordó a los muertos de la revolución. Recordó a los Somoza y pensó lo chiquito que se había quedado frente a su sucesor, frente a ese Daniel Ortega que definitivamente ya tiene consumado un nuevo robo ante las narices de quien sea porque no les tiembla el pulso.

El PLC está consciente que es la única fuerza política organizada que le puede hacer frente al orteguismo y se organiza con la seguridad de tener el mayor peso electoral en el Caribe nicaragüense. El PLC no tiene el poder económico de la oligarquía gobernante para desarrollar como se debe ésta campaña pero sabe que tiene a su favor, además del poder de su organización, todo el sentimiento anti orteguista de un pueblo que todavía muestra en sus pieles la huellas del maltrato, la tortura y la discriminación.

Ese anti orteguismo debería ser suficiente para ganar flojamente pero el fraude se eleva a la altura del Coloso de Rodas y tanto así que los candidatos del ALN han tomado conciencia de este asunto que ahora renuncian en masa y se pasan al lado del PLC para hacer campaña por los que en nuestra acera tienen el apoyo popular. Esos candidatos del ALN que abandonan la campaña lo hacen, no porque hayan sino comprados, pues lo liberales constitucionalistas están exprimidos económicamente, es más se le saca más a la cantimplora de Montoya, sino porque se dieron cuenta del grado de infiltración que tiene la Alianza Liberal Nicaragüense en sus filas en las que también están los Vamos con Eduardo, que podrán hacer caravanas con fondos sacados no sé de donde, porque están peor que el PLC, pero eso solo les significará un carnavalesco bullicio que jamás llenará la falta de estructura partidaria que padecen.

El PLC en realidad no se enfrentará al orteguismo sino a la negación de sus derechos legítimos por parte del Consejo Supremo Electoral que nunca tomó en cuenta las ternas para constituir a los segundos miembros en la Juntas Receptoras de Voto; A la tardía entrega del Padrón Electoral; A la tardía publicación del listado definitivo de sus candidatos; A la apertura tardía de los Centros Electorales Municipales para que la gente fuera a solicitar sus cédulas en tiempo y forma; A la ilegal cedulación de jóvenes menores de 16 años seleccionados para votar por el orteguismo; A la no aprovechada verificación para que al mismo tiempo se entregaran cédulas a aquellos que la habían solicitado; A la desaparición de solicitudes de cédulas de ciudadanos demócratas que no podrán votar.

Pero además de lo anteriormente expuesto, que es la cama en la que descansa el fraude durante el proceso mismo, el PLC tendrá que enfrentar el cuadro dantesco que ya le pintaron en lo que respecta al propio día “D” el día de las elecciones donde esperamos que la observación per se vea con detalle lo que va a ocurrir.

En el día “D” el orteguismo no acreditará a los fiscales de ruta y a los de la Junta Receptora de voto. Si lo hace serán expulsados en el momento del recuento o antes; El voto válido será declarado nulo y el nulo válido si les conviene con la complacencia del ALN; Harán una mala constitución de las JRV para que en caso de perderlas anularlas totalmente; harán llegar la documentación incompleta en aquellas JRV donde hayan determinado que van a perder; Llenarán dolosamente las actas para que aquellos votos que saque el PLC otorgárselos a sus aliados; Realizarán transmisiones erróneas de las actas de escrutinio al Centro Nacional de Cómputos; No enviaran a las JRV los formatos de recursos de impugnación y de nulidad para que los fiscales no hagan uso de su derecho. Esos formatos se los darán personalmente a los fiscales del FSLN para que solo ellos puedan utilizarlos de acuerdo a sus conveniencias; Los votantes serán cambiados de una circunscripción a otra para imponer el ratón loco; La acreditación de los policías electorales será para connotados turberos que darán preferencia a la militancia orteguista y además podrán estar dentro del recinto y no retendrán el documento supletorio para que los rojo y negros que lo tengan puedan votar dos veces; Solo publicaran los resultados del escrutinio si ellos se imponen.

Eso sin embargo no es todo. Después de las votaciones pretenden no acreditar a los fiscales en los centros de cómputo y si estos hubiesen alcanzado el ingreso serán expulsados; Pretenden que el Consejo Municipal de Cómputo resuelva los recursos de impugnación y abrir las bolsas de las boletas cuando lo que le corresponde es resolver quejas y reclamos; Quieren imponer la aceptación impugnaciones que solo pueden hacerse en la JRV, la única impugnación que se puede hacer en el CMC es contra la sumatoria de la circunscripción; Cambiaran los resultados de las Actas de Escrutinio y Actas Sumatorias, sin haberse presentado Recurso alguno en las JRV y el Centro Municipal de Cómputo.

Todo lo anteriormente expresado se desprende de gentes que estando del lado del orteguismo han participado de reuniones en las que connotados agentes rojo y negros, coludidos con funcionarios del Consejo Supremo Electoral, ya cuadraron la estocada final que el 7 de marzo propinaran a la voluntad popular y por la cual ya están extendiendo el acta de defunción para un fraude más que la dictadura carga sobre sus hombros.

POR NICARAGUA CUESTE LO QUE CUESTE ASI PENSAMOS EN EL MOMENTO.


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