Silvia Otero
El Universal
Domingo 01 de agosto de 2010
“La pretensión del grupo criminal era de manera específica transmitir mensajes del crimen organizado para impactar a la comunidad”, señaló Genaro García Luna, titular de la SSP
silvia.otero@eluniversal.com.mx
Genaro García Luna, titular de la Secretaría de Seguridad Pública federal (SSP), reveló que una célula del cártel de Sinaloa, que lidera Joaquín El Chapo Guzmán, perpetró el secuestro de cuatro periodistas en Durango, para obligar a los medios de comunicación a difundir mensajes e información relacionada con esa organización, “como parte de una estrategia de propaganda criminal”.
Ese era el objetivo del cártel, dijo, al secuestrar el 26 de julio a Óscar Solís, reportero del periódico local El Vespertino; Héctor Gordoa, de Televisa; Javier Canales Fernández, camarógrafo de Multimedios Laguna, y Alejandro Hernández Pacheco, de Televisa Torreón.
Las dos primeras víctimas fueron liberadas por los plagiarios, mientras que Canales Fernández y Hernández Pacheco fueron rescatados ayer en la madrugada, durante un operativo de fuerzas especiales de la Policía Federal, en una casa de seguridad ubicada en la colonia Miguel de la Madrid, en Gómez Palacio, Durango. Los responsables lograron huir.
El funcionario detalló que “la pretensión del grupo criminal era de manera específica transmitir mensajes del crimen organizado para impactar a la comunidad, ocupando en principio a los reporteros para que fueran el conducto para la transmisión de estos mensajes” y de inicio se dieran a conocer tres videograbaciones.
Especialistas en manejo de crisis asesoraron desde el primer momento a los enlaces de los medios de comunicación que estuvieron involucrados en el proceso de negociación con los secuestradores (aunque el titular de Seguridad Pública no hizo mención de Óscar Solís, quien desde el martes pasado quedó libre).
García Luna especificó que las gestiones permitieron que el 29 de julio fuera liberado Héctor Gordoa, pero luego “los secuestradores no cumplieron su promesa en términos de lo que se estaba negociando, lo cual obligó a avanzar en la parte de operación” con un esquema “que privilegió a las víctimas”.
Cuando se tuvo la certeza de que Canales Fernández y Hernández Pacheco estaban seguros, los agentes de élite ingresaron a la casa de seguridad donde sólo estaban ambos comunicadores, pues los plagiarios huyeron cuando se dieron cuenta de la presencia de la Policía Federal.
El secretario de Seguridad Pública afirmó que se continuará con las investigaciones pues, basados en el testimonio de los comunicadores rescatados y de labores de inteligencia de la corporación, se sabe que en ese mismo sitio había policías que estaban secuestrados y que al parecer también fueron liberados por los plagiarios.
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