El término
hebreo “Abba” tenía un significado muy especial en aquella época.
Mostraba la relación íntima y cariñosa que un hijo tenía con su padre.
Aquellos que somos padres sabemos muy
bien lo que corre por nuestro interior cuando nuestros hijos nos
dicen:“papito”. Es más, todos sabemos que cuando nuestros hijos vienen
diciéndonos “papi…” en vez de papá, sabemos que algo seguramente nos
quieren pedir.¡Eso a nosotros los padres nos agrada y enternece!
Esto es precisamente lo
que vemos en el pasaje de hoy: La intimidad cariñosa que Jesús tenía
con Su padre celestial, llamándolo “papito” y a la vez pidiéndole algo
muy pero muy especial.
Esto nos enseña que en
la intimidad entre nosotros y nuestro padre celestial debe haber
libertad de expresión. Dios, cuando recibimos a Cristo como nuestro
Salvador personal, se transforma en nuestro papito celestial, Aquél que
conoce nuestras intenciones, aún antes de que abramos la boca para
decirle algo, y Aquél que se deleita que le busquemos no sólo para
pedirle sino también para que con amor le digamos cada día de nuestras
vidas: “¡Papito, te amo!”
¿Cómo es la relación
que usted tiene con Dios, su Padre Celestial? ¿Es fría, formal, distante
o ha entendido la maravillosa posibilidad que tiene, con libertad, de
amarle y decirle palabras cariñosas de alabanza y adoración? ¡Dios es su
papito amoroso celestial!
CONFESION DE FE:
¡DIOS ES MI PAPITO CELESTIAL!
ORACION;
Dios
mío, gracias porque Tú eres mucho más que religión o preceptos fríos y
aburridos para obedecer. Tú no eres una estatua o algo inerte sino que
eres mi Papito celestial, que está vivo y dispuesto a darme las mejores
cosas. ¡Te amo Papito Dios!
1 comentario:
con ayuda del presidente de venezuela, pero si en esa epoca tenia como veinte años, jajajaja que chistosa es esta cucha en serio me muero de risa jejejeje
ya me iamgino usted ayudandole a los contras que mataban gente y la descuatizaban .
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