martes, agosto 28, 2007
EL ASALTO Y SECUESTRO DEL PALACIO NACIONAL DE NICARAGUA.
Escrito por Administrador (08/27/07, 08:18am. "NICARAGUA HOY" Revista informativa.
Por Julio Ignacio Cardoze
Por la memoria histórica y el futuro del pueblo nicaragüense, es necesario desmitificar, y exponer en su verdadero contexto, las invenciones sobre las que han fundamentado el sandinismo marxista. Aceptar como normal, situaciones quiméricas, solo contribuye a aumentar la confusión y a consolidar la hegemonía de quienes atentan contra el Estado de Derecho y se favorecen con la anarquía de las ideas sobre las que debe institucionalizarse una sociedad estable.
Los delitos de lesa humanidad no son exclusivos del terrorismo ejercido desde el Estado, también es crimen de lesa humanidad el secuestro, el asesinato y todos los delitos cometidos por las fuerzas subversivas. La definición de delito de lesa humanidad de las Naciones Unidas, así como otros tratados, claramente comprende a los crímenes cometidos por los subversivos.
Las falsedades presentadas como verdades, como el heroísmo de un secuestro, es un lastre que debe ser objeto de preocupación por una sociedad responsable y civilizada.
Los autores de un secuestro, delito tipificado por todas las legislaciones, llámense delincuentes comunes, o subversivos revolucionarios, tienen iguales directrices motivacionales y de comportamiento como la selección de las victimas, posibilidades pecuniarias, negociación a cambio de la victima, etc.
En la historia los secuestros se han exteriorizado acontecimientos que estremecen la sociedad. Etimológicamente la palabra secuestro tiene origen en el vocablo latino sequestrare que significa apoderarse de una persona contra su voluntad para exigir rescate. Es un delito contra la libertad personal.
El secuestro es una violación de los derechos humanos, y atenta, no solamente contra la libertad e integridad de la victima, sino también de sus familias. Es una violación de los artículos 1, 3, 5, y 9 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su resolución 217 (III) del 10 de diciembre de 1948.
El general y político romano, Julio Cesar fue victima de un secuestro por piratas del Mediterráneo y su familia pagó rescate para ser liberado. Igualmente lo fue Miguel de Cervantes el autor de don Quijote de la Mancha, que fue secuestrado por árabes musulmanes que combatían contra los cristianos en el Mediterráneo y por quien tuvieron que pagar rescate.
En Septiembre 1972, durante los juegos olímpicos en Munich, un comando árabe de la organización terrorista Septiembre Negro, secuestra y asesina a 11 indefensos atletas de Israel. Los terroristas después fueron perseguidos y ejecutados por Israel.
El más notorio secuestro político de los últimos tiempos, ha sido, por terroristas árabes, de aviones con pasajeros a bordo, victimas inocentes de un crimen de lesa humanidad, el 11 de Septiembre 2001, para estrellarlos contra las torres en New York, y en otros dos lugares, uno de ellos el Pentágono, hecho que fue condenado mundialmente.
El cinco de abril de 1979, se encontró el cadáver del embajador de Alemania en Guatemala, Karl Maria Von Spreti, que había sido secuestrado por guerrilleros que exigían por su liberación $700.000.00 dólares y la libertad de 22 prisioneros subversivos.
En El Salvador, fueron innumerables los secuestros políticos extorsivos por los subversivos, a cambio de rescate monetario, muchos de los cuales terminaron en asesinatos de rehenes indefensos.
En Perú, el movimiento revolucionario Tupac Amarú, tomó por asalto la embajada de Japón y secuestraron a 500 personalidades y diplomáticos durante una fiesta, y a cambio de no matarlos, pidieron la libertad de más de 400 guerrilleros presos. Fuerzas especiales peruanas mataron los guerrilleros y rescataron los rehenes con saldo de un muerto de los rehenes.
En Colombia, un país que ha tenido de los mas altos índices de secuestros políticos, se considera que los subversivos de las FARC, tienen ingresos anuales de $500 millones de dólares, de los cuales, el 40% corresponde a pagos por secuestros, y gran parte del resto, al narcotráfico.
Uno de los casos mas sonados en Colombia, aún pendiente, es el de la ex -candidata a la presidencia, Ingrid Betancourt, que a la fecha es mantenida secuestrada por las FARC.
Cuenta en el libro de la periodista colombiana, Astrid Lagardo Martinez, El verdadero Pablo, el sicario colombiano Jhon Jairo Velásquez Vásquez, alias “Popeye”, quien fue secretario del narcotraficante Pablo Escobar Gaviria, que un día llegaron a pedir una entrevista con Escobar, los lideres del movimiento subversivo colombiano M – 19, Iván Marino Ospina y Álvaro Fayad.
Relata “Popeye” que la visita ese día fue para pedirle a Escobar financiamiento para el asalto al Palacio de Justicia de Colombia, porque será, le dijeron, un operativo espectacular frente a los medios de comunicación del mundo, en plena plaza Bolívar, para denunciar al presidente Belisario Betancourt, por no cumplir compromiso con los subversivos.
La toma del Palacio se haría con 50 efectivos, de los cuales veintiocho guerrilleros ingresarían por el sótano, donde tenían un infiltrado que les abriría las puertas, seis guerrilleros estarían dentro del Palacio haciéndose pasar como abogados, y en la parte de afuera otros diez, haciendo inteligencia y listos para apoyarlos.
Escobar les preguntó que necesitaban de él. Le pidieron financiamiento de un millón de dólares, para comprar en Nicaragua fusiles y explosivos C – 4. Pablo les dio el financiamiento y un avión que llevaría los fusiles y los explosivos hasta su hacienda Nápoles.
…El día jueves 6 de noviembre de 1985, mas o menos a las 11:30 de la mañana, en dos camiones y un vehiculo, (igual que el ataque al Palacio Nacional en Nicaragua), el grupo de 28 guerrilleros del M – 19, al mando de los comandantes Luís Otero, Andrés Almarales, Alfonso Jacquin y Guillermo Elvecio Ruiz, ocupan el edificio del Palacio de Justicia en Bogota, en la Plaza Bolívar, a unos cuantos metros del congreso de la Republica y del Palacio Presidencial.
En el interior se encuentran más de trescientas personas, incluidos los magistrados de la Corte Suprema de Justicia y del Consejo de Estado. El comando guerrillero toma control y ubica al presidente de la Corte Suprema, Alfonso Reyes Echandía, para que trasmita las exigencia al gobierno. El presidente de la republica, Belisario Betancourt, se niega hablar con Reyes Echandía y ordena al ejército rodear el edificio. El presidente de la Corte Suprema clama por una radio una salida negociada. Betancourt insiste que el ejército tome el edificio a sangre y fuego. Más de cien personas mueren entre guerrilleros, abogados, visitantes, magistrados y empleados. Once magistrados, incluyendo a su presidente Reyes Echandía, son ejecutados por los guerrilleros…
Cuando el asalto al Palacio Nacional, Somoza tuvo opciones como la tomada por el presidente colombiano, pero que, con cordura y prudencia, por cualquier razón que haya sido, no las usó. Hubo militares como el general Iván Alegrett, que casi se sublevan ese día contra somoza por no tomar medidas fuertes contra los sandinistas dentro del Palacio.
Alegrett propuso dos acciones, la primera, invadir el Palacio con comandos especiales de la guardia, que los tenia, por el techo, en helicópteros, y metiéndolos por una ventanas a la altura de la acera que tiene el Palacio y que daban a los sótanos del mismo, lugares sobre los que los sandinistas no tenían control.
La segunda, era como la que tomó años después en agosto 1993, el “comandante 31”, Donald Mendoza, el sandinista que asaltó y tomó rehenes en la sede de la UNO, porque un dirigente contra, “El Chacal”, había secuestrado un grupo de sandinistas en Quilalí, y le dijo, si vos matas a uno allá en Quilalí, yo mato otro aquí. Alegrett propuso que se tomara a Tomas Borge y los otros sandinistas prisioneros, y le dijeran a los secuestradores del Palacio, si matan uno allá, aquí matamos otro, pero si se quieren ir, se les dará garantías de irse donde quieran pero libren los rehenes, sanos y salvos.
Somoza, no aceptó ninguna de las propuestas de Alegrett, que para sorpresa y temor de los presentes, enloquecido, vociferaba contra los somozas, que no atacaban por miedo de perjudicar a sus familiares en el Palacio, en la antesala del mismo Bunker.
En la noche del 27 de diciembre 1974, una escuadra terrorista del FSLN, bien armada y entrenada, asaltó la casa de José Maria Castillo, durante una reunión social. Los invitados, desarmados, indefensos, secuestrados a la fuerza, tomados rehenes, sus vidas fueron puestas en juego por los terroristas a cambio de condiciones (chantaje) sandinistas. El dueño de la casa fue asesinado por la espalda en su propia habitación.
Agosto de 1993, secuestro de un grupo de diputados y funcionarios, por ex militares sandinistas encabezados por Donald Mendoza, (Comandante 31) ex mayor del EPS, en la sede de la UNO. Fueron expuestos al publico para humillarlos en calzoncillos Alfredo Cesar, Luís Sánchez Sancho y Humberto Castilla, encontrándose entre los secuestrados Virgilio Godoy, quien rehusó exhibirse en ropa interior. Este secuestro fue en parte en respuesta a otro secuestro de un grupo de sandinistas, en Quilalí, entre los que se encontraba Doris Tijerino, por fuerzas de ex combatientes contras, encabezadas por José Ángel Talavera “El Chacal” demandando la retirada del ejercito de Humberto Ortega y del gobierno de Antonio Lacayo, que estaban coludidos en un pacto de cogobierno, y estando entre los mencionados también Lenin Cerna, la corrupción y vicios del gobierno, en circunstancias políticas que crearon una crisis en el gobierno de Violeta Chamorro, que dieron la vuelta al mundo en una conmoción como toda noticia de secuestro provoca. Los jefes secuestradores se amenazaron uno a otro, que si uno mataba un rehén, el otro mataba uno de los suyos. En relación al secuestro de los que estaban en la sede de la UNO, por Mendoza, comandante 31, Doris Tijerino, secuestrada en Quilalí, después le agradeció, pero le dijo que no era correcto, que un error no se corrige con otro error.
22 de Octubre 2002, el asalto a oficinas del periódico La Prensa, por Tirso Moreno, que tomó empleados como rehenes y pidió mediación de personajes.
Hemos buscado en los anales de la historia universal, algún caso, donde un grupo militarmente armando y entrenado, secuestre a otro grupo de personas civiles, desarmadas, indefensas, inadvertidamente, con alevosía y premeditación, los haga rehenes contra su voluntad, exijan cumplimiento de condiciones a cambio de su vida, entre ellas la entrega de cantidades de dinero, condiciones sobre las que los rehenes no tienen control de ninguna clase, que si no son cumplidas por una tercera parte, serán ejecutados a sangre fría, uno por uno, y que a los secuestradores, después se les pretenda dar categoría de héroes nacionales, que hasta pueden ser compensados con pensiones vitalicias del erario nacional, por un acto, que además de haber sido una acción terrorista, solo sirvió para instaurar un régimen totalitario marxista opresor del pueblo.
Hemos encontrado uno solo, y en Nicaragua, (donde el plomo flota y el corcho se hunde) con los asaltantes del Palacio Nacional el 22 de Agosto de 1978. Todo esto, ante una ciudadanía y una sociedad, que atávicamente es testigo de los acontecimientos que la afectan, generalmente de forma negativa, tarde o temprano, con indiferencia.
El Palacio Nacional, antes de 1979, fue un edificio administrativo del gobierno, con oficinas de servicios eminentemente civiles burocráticos, que albergaba también el congreso Nacional, una entidad igualmente civil, abierto al público general que podía circular libremente por todas partes, sin restricciones de ninguna clase, con grandes puertas, permanentemente abiertas en las horas hábiles de oficina, en cuyas entradas siempre hubo un animo festivo con ventas de comida popular, Bahos, refrescos naturales, vigoron, tajadas y queso frito, ambiente típico nicaragüense, que nunca fue sede de ninguna clase de organización, autoridad, o destacamento militar, y que como todos saben perfectamente, lo mas que contaba era con la custodia de un par de policías de vigilancia como es normal en toda oficina publica, y algún guardaespaldas del Ministro de gobernación o alto funcionario, armados de pistolas, que no eran mas que dos o tres, y en esas circunstancias ocurrió el secuestro de las casi dos mil indefensas personas que se encontraban dentro, en su mayoría visitantes y el resto funcionarios o empleados públicos, civiles, en Agosto de 1978, cuando fue asaltado militarmente por un comando sandinista bien armado, con armas de combate, acción que en realidad está lejos de ser un acontecimiento heroico.
El Dr. Francisco Lainez, en su libro “Nicaragua: colonialismo español, yanki y ruso”, opina, que la acción del Palacio Nacional debe ubicarse en su justo valor: «El Palacio nunca fue un cuartel militar ni residencia u oficina del presidente de la republica. Fue siempre una oficina pública normal en que despachaban parcialmente algunos ministerios y también sede del congreso nacional en sus ramas de diputados y senadores, cuerpo que careció de importancia en la estructura de la dictadura.
Físicamente el Palacio quedó ubicado en los escombros de Managua después del terremoto de diciembre 1972, en lugar muy solitario. Su acceso era libre, por cuatro grandes puertas entre dos avenidas y dos calles de libre circulación. El servicio de bebidas y comidas a los empleados y otro tipo de vendedores era intenso. Su vigilancia prácticamente nula.
Su toma por el comando jefeado por Cero, fue un acto de TERRORISMO (las mayúsculas en el original de Lainez) por 25 personas disfrazadas de guardias nacionales, fuertemente armadas que cerraron las 4 puertas y tomaron de rehenes a los diputados que sesionaban en el segundo piso. La trascendencia la hizo la prensa internacional. Así se hacen los “héroes” de papel que pasan a las fantasías de la historia.»
Lainez hace referencia a un escrito sobre este hecho del periódico Excelsior de México. «Somos muchos los amantes de la libertad y la democracia que por ello simpatizamos con el movimiento sandinista nicaragüense… Por eso mismo, el golpe sandinista, al apoderarse del Palacio Nacional, capturando varios miles de rehenes, el cual a primera vista debiéramos aplaudir sin reservas, no deja de producirnos preocupación. Primero, porque distinguimos entre la revolución y el terrorismo, y creemos que cuando una revolución recurre al terrorismo, se rebaja moralmente. Por eso, el golpe sandinista al Palacio Nacional, asumiendo carácter terrorista, no deja de ser un golpe propinado a la nobleza y el prestigio del movimiento. Hay primero que todo, el hecho reprobable de haber retenido como rehenes a una multitud de inocentes de ligas con el somocismo… Y luego ¿Qué pidieron los secuestradores a cambio de sus rehenes? Dinero… Pero además, pidieron facilidades para salir impunemente del país… ».
La operación del asalto y secuestro al Palacio Nacional la llamó el sandinismo “Operación Muerte al somocismo”.
Fue realizada por el comando sandinista Rigoberto López Pérez, por órdenes de la Dirección Nacional presidida por Daniel Ortega, Víctor Tirado y Humberto Ortega, bajo la responsabilidad del histriónico y confuso Edén Pastora, Comandante Cero, que con esa acción logró el único acto espectacular de su vida guerrillera, pero que al mismo tiempo enterró sus posibilidades políticas y lo alejó para siempre del poder político sandinista, al quitarse la mascara, contrariando las regulaciones dadas a los secuestradores por los sandinistas para que nadie sobresaliera sobre la dirección nacional como héroe popular, y revelar su identidad a Nicaragua y al mundo por la prensa internacional.
Con esa acción de la tendencia tercerista, fue liberado Tomas Borge, líder de la tendencia GPP, y que según el mismo Pastora cuenta, cuando iban en el bus al aeropuerto Borge lo ametrallaba con unas miradas furiosas por lo que consideraba una ofensa haber sido liberado por los terceristas sus acérrimos enemigos, y con mayor razón por Pastora con quien nunca se llevó bien.
Los manifiestos publicados por el gobierno de Somoza, como una de las condiciones para no asesinar a los rehenes, en la prensa nacional y leídas en la radio, fueron en realidad dos, bien extensos, de los cuales reproduciremos a continuación algunos detalles:
« […] los 300.000 campesinos y los 150.000 obreros, deben tener confianza en la organización revolucionaria, pues será esta la garantía de que en un proceso democrático popular su participación ocupe el lugar rector que le corresponde como fuerza determinante que es en la producción de la riqueza de nuestro país.
[…] hoy toca a todos los trabajadores del campo y la ciudad, a los obreros agrícolas de los ingenios y las desmotadoras, a los cortadores de café, organizarse cada vez más alrededor de la línea y el programa del FSLN.
[…] Una nueva etapa se abrió para nuestro pueblo en Octubre de 1977.
[…] Desde las páginas de su periódico Chamorro arreciaba las denuncias sobre los crímenes y maniobras de Somoza y esto le ganaba el odio de los sectores más reaccionarios del somocismo y el gran capital que veían en él, un elemento que con sus tesis pluralistas ponían en peligro la paz social. El crimen de Chamorro conmocionó a la ciudadanía nicaragüense que se lanzó a las calles en una ola de protestas que dejaron al descubierto la profunda conciencia sandinista que nuestro pueblo había tomado.
Para esos momentos sectores del capital, comerciantes, industriales, planearon un paro nacional a espaldas del pueblo. Pensaron que con una sola protesta de tal magnitud el derrocamiento o la renuncia del tirano era casi segura y de esa manera a ellos tocaría dirigir el proceso antisomocista en detrimento de las grandes masas sandinistas. Fue la acción revolucionaria armada la respuesta de nuestra organización a las maniobras que intentaban deponer a Somoza con un paro de brazos caídos. […]
La Dirección Nacional del Frente Sandinista de Liberación Nacional, trazó en Octubre una línea de combate que debe llevarnos a la insurrección general para derrocar al somocismo e implantar un gobierno democrático popular. […]
No podemos engañarnos ni intentamos engañar a nadie. Para ser claros, en el proceso de lucha antisomocista [el objetivo es el] […] por un lado y en primer lugar esta el pueblo trabajador, los obreros los campesinos, los explotados junto con los estudiantes. A ellos les ha tocado enfrentar con sangre y sudor a la tiranía somocista. Ellos han tenido que batallar también contra los salarios miserables y el latifundio más feroz de los que han hecho su capital a la sombra del somocismo.
[…] Por otro lado el proceso de lucha antisomocista ha contado con la participación de los ricos del Partido Conservador que continuamente se han estado vendiendo a Somoza; con los nuevos ricos del Partido Socialcristiano que siempre han estado rogando a Somoza que los legalice y con los viejos ricos del Partido Liberal Constitucionalista que propugnan un dialogo con Somoza. La otra gente de dinero como los comerciantes, industriales y el gran capital financiero, hasta hace unos meses no tenia una mayor participación en la lucha antisomocista. No es sino a raíz de la ofensiva de Octubre de 1977 que todas esas fuerzas a excepción del capital financiero, se pronuncian por un dialogo con el tirano.
En la medida en que la crisis del somocismo se ha agudizado, el mismo sector financiero ya se pronuncia contra Somoza. […] Estamos claros de que el proceso de lucha no se detendrá con un gobierno democrático popular y que tocara al pueblo señalar su propio destino […]
El Frente sandinista […] llama al estado de alerta revolucionario a todas las unidades de combate sandinista y al pueblo de Sandino para estar en capacidad de responder a cualquier maniobra del somocismo, del gran capital y del gobierno yanqui […]
AL PUEBLO DE NICARAGUA Y AL MUNDO. Documento de la operación “Muerte al somocismo, Carlos Fonseca amador”.
La gran crisis económica, política y social por la que atraviesa actualmente la sociedad nicaragüense, también se ha visto reflejada en el estado de incertidumbre de la burguesía financiera. […] El proceso violento originado en Octubre de 1977 por el FSLN, hizo saltar las contradicciones políticas y económicas latentes entre los distintos sectores y clases de la producción; la burguesía industrial, los comerciantes, los pequeños y medianos burgueses, los obreros, los campesinos, etc. […]
De todos los grupos burgueses solo el sector financiero se había mantenido al margen del proceso antisomocista. […]
Los intereses económicos del capital financiero han llegado ya al desequilibro y es en este contexto que tratan de tomar partido valiéndose del ascendente movimiento de masas de los últimos meses del año 1977 y los del año en curso. […]
MANIOBRAS DEL IMPERIALISMO Y LA BURGUESIA
[…]Declaraciones de Eduardo Montealegre Callejas, presidente del grupo Banic y Alfredo Pellas, cabeza del grupo Banco de América, de William Báez Sacasa, del INDE, a través de la Voz de Estados Unidos, solidarizándose todos con la posición de la Iglesia, deben ser sumadas a las propuestas que días antes Ramiro Sacasa Guerrero, (ex ministro de Somoza, jefe del Movimiento Liberal Constitucionalista y primo de Somoza) hiciera en un acto político dejando abierta la posibilidad del dialogo con el tirano […]
El FSLN denuncia ante el pueblo de Nicaragua y el mundo, el contubernio de los sectores mas reaccionarios del gobierno yanqui, el gran capital nicaragüense, el estado mayor de la G.N. y el tirano Anastasio Somoza que intentan mediatizar a través del dialogo o el golpe, la lucha heroica del pueblo de sandino. […] »
PATRIA LIBRE O MORIR
POR LA DIRECCION NACIONAL DEL FRENTE SANDINISTA DE LIBERACION NACIONAL (FSLN)
Daniel Ortega Saavedra, Humberto Ortega Saavedra, Víctor Tirado López.
Algún lugar de Nicaragua. Agosto de 1978.
Aunque este comunicado lo firman según dicen, en algún lugar de Nicaragua, sabemos que estaban cómoda y tranquilamente, en una casa de un barrio residencial de San José, Costa Rica, bajo la protección del gobierno tico.
A cambio del secuestro de inocentes, a quienes ofrecieron matar sino se cumplían sus condiciones, los sandinistas obtuvieron la libertad de 53 sandinistas prisioneros, medio millón de dólares, y la divulgación de los comunicados, como resultado directo, como beneficio indirecto, lograron atemorizar, infundir miedo y amedrentar, a quienes no estaban con ellos, para que se enfilaran con su política insurreccional, a cambio de no arriesgar la vida.
En sus proclamas, tanto en la del asalto a la casa de Chema Castillo, como en la del Palacio Nacional, se retrataron ante los nicaragüenses y el mundo como quienes realmente eran. Todo eso a menos de un año de asaltar el poder, y aún así, los siguieron apoyando. ¡Querían venganza! Condenaron el dialogo o cualquier negociación cívica, u opción de transición, que no fuera la de ellos. Mataron con acciones terroristas cualquier opción democrática para sacar a Somoza, y establecer un estado de derecho.
Fueron directos en su amenaza contra el sector privado, que a falta de un líder valiente, prefirió colaborar con ellos, y desde entonces no han parado de hacerlo.
Aquellos polvos se transformaron en estos lodos.
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1 comentario:
Muchas cosas ciertas, pero deberias dejar de lado TU AMOR POR LE ZOMOCISMO y hacer una critica constructiva, no atacar solo de un lado.
Quien sabe donde carajos vivias cuando nicaragua estaba bajo la dictadura de Zomosa que mataba a cualquiera que se le oponia, porq a los presos asesinados ni los mencionas, y de seguro no vivis ni en nicaragua, debes de ser algun nica-miami recentido que adora a zomosa y borra todas las atrosidades que esa rata inmunda realiso.
Y si no aprobas este comentario (que es lo ams seguro) demuestras que lo que digo es verdad.
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