VIOLACIÓN SEXUAL: CASTIGO E IMPUNIDAD.

El Presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, ha motivado un intenso debate que trasciende a otros países de Europa, con su polémica propuesta de que los culpables de agresiones sexuales contra menores de edad sean sometidos a la “castración química”. Sarkozy se pronunció también contra la reducción de penas para los individuos que han sido sentenciados por abusos sexuales contra menores, y anunció que a partir del año 2009 funcionará en Francia un “hospital cerrado”, concebido especialmente para dar tratamiento clínico a los pedófilos.

Las medidas anunciadas por el Presidente francés obedecen sin duda al incremento de este infame delito. Pero ante todo Sarkozy reaccionó así al caso particularmente escandaloso de la violación de un niño de 5 años de edad, por un sujeto de 61 que apenas el 2 de julio recién pasado había salido de cárcel donde se encontraba por haber cometido otros delitos del mismo tipo. Se trata de un reincidente, que ha sido condenado tres veces por violación de menores y de hecho ha pasado la mayor parte de su vida encarcelado, por ese delito. Precisamente ese delincuente salió de la cárcel a principios de julio pasado, al cumplir 18 años de una condena a 25 años de prisión, beneficiado por una ley de reducción de penas.

Pero no sólo en Francia se discute sobre la necesidad de imponer castigos más duros a los violadores sexuales. En el mundo entero hay alarma ante el incremento de este repugnante delito. Según informes de organismos especializados de Naciones Unidas, más o menos un 2 por ciento de los niños de todo el mundo puede haber sido víctima de abuso sexual, aunque sólo se denuncia un 10 por ciento de todos los casos. Según un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), son más las niñas víctimas de abusos sexuales, pues representan el 75 por ciento de todos los casos, mientras que el porcentaje de violaciones contra niños varones es de 25 por ciento. De todas maneras, todos los niños —de ambos sexos— que han sido víctimas de abusos sexuales, “suelen sufrir daños físicos y psicológicos a largo plazo que afectan su capacidad de aprender y de relacionarse socialmente”. Además, una cuarta parte de las niñas violadas quedan embarazadas.

En cuanto al aumento del rigor de las penas contra los violadores sexuales en general y de menores de edad en particular, en Colombia, el gobierno municipal de Bogotá, la capital, decidió colocar enormes rótulos en distintos lugares de la ciudad, con los nombres y las caras de sujetos que han sido condenados judicialmente por abusar sexualmente contra niñas y niños. El propósito es motivar la alarma pública ante el incremento de los delitos de violación, escarnecer públicamente a los delincuentes sexuales, demostrar la indignación de la sociedad y aplicar una drástica sanción social a los violadores.

En Estados Unidos, después de un doloroso y sonado caso de violación a una niña, hace 13 años fue adoptada una ley que permite acceder mediante Internet a información sobre los delincuentes sexuales. Y ahora en España e Inglaterra se está estudiando la posibilidad de adoptar medidas de ese mismo tipo; así como también se discute que como los delincuentes sexuales casi siempre son compulsivos y reincidentes , en consecuencia no pueden ser aptos para vivir en libertad y deberían ser mantenidos en prisión a perpetuidad.

Según los expertos, un factor que hace mucho más complejo el tratamiento del grave problema social y mundial de la violación sexual de menores, es que por lo menos la mitad de los casos ocurre dentro de las mismas familias de los menores abusados. O sea que las niñas y niños abusados son víctimas de sus propios padres o padrastros, de los novios de las madres, de los tíos, hermanos, primos, abuelos, etc.

En Nicaragua la situación es todavía peor, porque a pesar de que la violación sexual está tipificada penalmente como un grave delito, sin embargo la cultura primitiva de promiscuidad y violación sexual intrafamiliar está muy arraigada. Tanto así, que aquí un líder político puede ser denunciado y acusado judicialmente por violación sexual contra su propia hija o hijastra, pero fácilmente un juez de su propio partido lo exonera y después la gente lo premia eligiéndolo como su gobernante. Tal vez por eso es que se dice que sólo Dios puede salvar Nicaragua