Un grupo de prominentes ciudadanos nicaragüenses ha dado a conocer un documento público muy necesario y oportuno en el momento político crucial que vive actualmente Nicaragua. Por su contenido libertario, democrático y patriótico, así como por la calidad personal y la solvencia moral de sus redactores y firmantes, LA PRENSA hace suyo este documento, por medio de la presente columna editorial. Dicho documento, que es suscrito por una amplia lista de respetables y creíbles personas —la cual por razones de espacio es prácticamente imposible transcribir aquí—, dice de manera íntegra y textual:
“Tras haber sido devastada parte de la Costa Caribe nicaragüense por el huracán Félix y en medio de una declaratoria de desastre nacional por el desamparo en que las lluvias han dejado a miles de familias de la Costa del Pacífico; tras el aumento del precio de alimentos básicos, de la gasolina y la energía eléctrica, la familia nicaragüense se ve sumergida en la angustia y la desesperación al no encontrar respuestas de parte de algunos dirigentes políticos, más preocupados en perpetuarse en el poder que en aliviar esta terrible situación.
“El pueblo nicaragüense, históricamente sometido a una situación de injusticia y marginalidad social, necesita más trabajo, más y mejor educación y atención en salud; pero el discurso y los hechos del Gobierno y algunos dirigentes políticos, en vez de crear el clima propicio para atraer inversiones y generar empleos, producen mayor inseguridad jurídica y amenazan con llevar al país a una crisis general de gobernabilidad.
“Las negociaciones para cambiar la Constitución se están haciendo al más alto nivel de las cúpulas, de espaldas y a escondidas del pueblo, sin que nadie haya dado autorización a los dos caudillos para realizar cambios tan trascendentales que afectan a la vida de toda la nación. Ciudadanos de diferentes tendencias y organizaciones cívicas, convocados por el Grupo de Reflexión y Participación Ciudadana, hemos decidido hacer un llamado a todas las fuerzas políticas, económicas y sociales del país, deseosas de contribuir al fortalecimiento de las instituciones democráticas, a declararnos en situación de EMERGENCIA POLÍTICA NACIONAL y unir nuestros esfuerzos para construir un gran frente común que impida estas reformas constitucionales orientadas a la consolidación de un sistema dictatorial.
“Sin siquiera haber llegado a entrar en vigencia las reformas constitucionales del 2005, se proponen nuevas reformas bajo el pretexto de la necesidad de cambiar el sistema presidencialista por uno parlamentarista. El pueblo de Nicaragua debe estar claro que no existen razones que justifiquen un cambio de sistema, más que la incapacidad y falta de patriotismo de quienes han estado al frente de las instituciones y el abuso permanente a que ha sido sometida la democracia por una parte de la dirigencia política y el Gobierno. Lo que realmente se esconde detrás de esta estratagema es sortear la prohibición de reelección que actualmente existe en nuestra Constitución y garantizar de esta manera la perpetuidad en el poder de los dos caudillos.
“Exigimos una CONSULTA NACIONAL previa a cualquier proyecto o intento de reformas constitucionales. El pueblo debe saber que este cambio de sistema de gobierno no va a mejorar sus condiciones de pobreza, ni aumentar sus ingresos y oportunidades de trabajo. El pueblo es el único titular del derecho soberano a decidir sobre reformas tan trascendentales a nuestra Carta Magna.
“Por una agenda común en defensa de la democracia. Por una plataforma de lucha en defensa del Estado de Derecho y las instituciones democráticas, por la participación ciudadana y la justicia social. Managua, noviembre de 2007”.
Al hacer propio este documento llamamos a todos los nicaragüenses amantes de la libertad, la democracia, la justicia, la paz, el desarrollo económico, el progreso social y el bienestar para todos, a respaldar esta gran iniciativa.
Ante la grave amenaza de que nos impongan otra vez la dominación infame de una dictadura —ahora caudillista bicéfala y bipartidista—, deja de ser una frase común y se convierte en imperiosa convocatoria, la proclama de que estamos en una hora de Patria más que de partidos. Sólo con la unidad y la acción común de todos sus hijos que aman la libertad y la democracia, y que quieren convertir en realidad las ansias del pueblo de progreso económico y social, ¡Nicaragua volverá a ser República!
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