martes, noviembre 13, 2007
ORTEGA FRENTE A TEMPESTAD POLÍTICA...
MANAGUA, Nicaragua
AFP / Getty Images / M. ALVAREZ
EL PRESIDENTE Daniel Ortega.
TIM ROGERS / Especial para The Miami Herald
Mientras las aguas se retiran después de más de 50 días de diluvios de proporciones bíblicas que cobraron más de 200 vidas y causaron unos $392 millones en daños, se está formando una tempestad política por la manera en que el presidente Daniel Ortega ha manejado el desastre.
Alegaciones de que el Frente Sandinista ha politizado la distribución de la ayuda humanitaria a los damnificados del huracán Félix ha dado lugar a rumores de rebelión en la costa y ha llevado a los legisladores de la oposición en Managua a exigir una investigación.
El 31 de octubre varios cientos de indios miskitos de Bilwi, la capital regional en el Caribe, tomaron los almacenes del aeropuerto en busca de asistencia, que según ellos no está llegando a las comunidades destruidas por el ciclón de Categoría 5 hace dos meses.
Otro grupo de airados ciudadanos chocaron con simpatizantes del gobierno frente al Ayuntamiento, mientras que otros amenazaban con saquear almacenes de la Iglesia Católica en busca de comida y suministros.
Osorno Coleman, ex dirigente rebelde antisandinista conocido como ''Blas'', su nombre de guerra, declaró al Miami Herald que la situación en la costa del Caribe se ha convertido en una bomba de tiempo.
''El gobierno está politizando la distribución de la ayuda y la mayor parte de la población no está recibiendo nada'', dijo Coleman, que dirige un grupo indígena Yatama no sandinista. ``Si el gobierno sigue actuando así podría haber otros levantamientos y la situación quedaría fuera de control''.
Las relaciones entre las comunidades indígenas caribeñas de Nicaragua y los sandinistas han sido tradicionalmente escabrosas. Las comunidades miskitas sufrieron innumerables abusos de derechos humanos a manos del gobierno sandinista en los años 80, detallados en una demanda presentada por los miskitos ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Algunas organizaciones del sur de la Florida declararon al Miami Herald que sabían que parte de la ayuda enviada a Nicaragua no estaba llegando a sus destinatarios por razones políticas, aunque añadieron que la interferencia política en casos de desastres es algo corriente.
''Desafortunadamente, así funcionan los gobiernos dondequiera'', dijo el representante de unaentidad que prefirió que no lo identificaran para evitar tensión en las relaciones entre su organización y el gobierno nicaragüense.
La principal organización del sur de la Florida que ayuda a Nicaragua, la Fundación Nicaragüense Americana (ANF), dice que no ha tenido ningún problema con la distribución de la ayuda.
''Nuestros suministros llegan adonde tiene que llegar'', dice Federico Cuadra, portavoz de la ANF.
Los opositores del gobierno sostienen que los sandinistas están usando los controversiales Consejos del Poder Ciudadano (CPC), grupos leales que el gobierno sandinista está creando en todo el país, para restringir la distribución de ayuda gubernamental a los partidarios de los sandinistas. Sus detractores dicen que los CPC están usando la distribución para reclutar a otros para y fortalecer la base partidista con miras a las elecciones municipales del próximo año.
En la decadente zona interior conocida como el triángulo minero, la frustración ante las tácticas de los sandinistas también está llegando al punto crítico, dicen algunos líderes comunitarios y funcionarios de partidos de la oposición.
Víctor Manuel Duarte, legislador del Partido Liberal del pueblo minero de Siuna, dice que los sandinistas intentan usar la ayuda para socavar a los gobiernos locales y captar votantes. Duarte dice que teme que la intromisión de los sandinistas y el supuesto hostigamiento de los funcionarios locales pueda dar lugar al resurgimiento de pequeños grupos de contras armados en una región que ya lo experimentó en los años 90.
La situación también se vislumbra difícil para las comunidades de miskitos de los bosques cercanos. Nicanor Polanco, ex líder rebelde antisandinista que representa a 340 combatientes miskitos desmovilizados, dice que su comunidad no ha recibido ayuda del gobierno desde que el huracán destruyó su aldea y sus cosechas, y ahora su gente se está enfermando. Añade que en lugar de ayudar el gobierno les está haciendo imposible recuperarse al prohibir a las comunidades indígenas recoger y vender la madera de árboles derribados por el huracán.
El gobierno dice que la prohibición tiene por fin impedir la tala descontrolada y el tráfico de madera, pero las comunidades indígenas como la de Polanco alegan que si no pueden vender la madera no tienen dinero para sembrar las cosechas de que viven.
Polanco dice que las comunidades indígenas no quieren regresar a la violencia pero que la desesperación va en aumento.
''La cosa está mala, y ahora se está organizando'', refiriéndose al movimiento de oposición. ``Podría volverse violento y quién sabe hasta dónde puede llegar''.
El huracán Félix cruzó el extremo nordeste de Nicaragua el 4 de septiembre, dejando una estela de 244 muertos o desaparecidos y 22,000 casas dañadas o destruidas, además de arrasar cosechas y destruir enormes zonas de selva virgen. La industria de pesca y de la langosta, fuente principal de sustento económico de la región, quedó casi destruida.
Nicaragua no es el único país de la región que ha sufrido desastres naturales recientemente.
En La Española, isla que comparten Haití y República Dominicana, Noel causó 142 muertos el mes pasado. Por lo menos 100 comunidades todavía están aisladas por las inundaciones casi dos semanas después.
El gobierno de Cuba reportó la semana pasada que Noel causó más de $500 millones en daños a las cosechas, casas y carreteras.
Más allá de la región nordeste de Nicaragua, seis semanas seguidas de lluvia en el resto del país provocaron la reubicación de miles de personas en albergues, enormes pérdidas de cosechas y de reses y miles de kilómetros de carreteras barridas, ante lo cual Ortega declaró el estado de desastre nacional el 19 de octubre.
La comunidad internacional ha ayudado con millones de dólares en efectivo y suministros.
Estados Unidos, que recientemente entregó $2.9 millones más en alimentos básicos para 80,000 personas en los próximos meses, ha contribuido con más de $4.7 millones en ayuda humanitaria, además de helicópteros de transporte para las comunidades aisladas y $7 millones en préstamos a bajo interés para la reconstrucción.
El Programa Mundial de Alimentos, que ayuda a distribuir la ayuda internacional directamente a las comunidades más afectadas, dice que el proceso ``marcha bastante bien''.
''Tenemos un sistema de distribución que funciona'', dice William Hart, representante del programa.
Pero añade que la ayuda que su grupo distribuye abarca a menos de la mitad de las 200,000 personas afectadas.
''Como pasa en la mayoría de las emergencias, cuando la gente está severamente afectada y hambrienta, la ayuda nunca llega lo suficientemente pronto'', dice Hart. ``Y nunca es suficiente para tanta gente''.
Las redactoras del Miami Herald Frances Robles y Alejandra Labanca contribuyeron a este reportaje desde Miami.
Bachelet rechaza oferta de Chávez
EFE
SANTIAGO DE CHILE
MARCELO HERNANDEZ / AP
LA PRESIDENTA chilena Michelle Bachelet y el primer ministro español, José Luis Rodríguez Zapatero, saludan a los presentes en la jornada inaugural de la XVII Cumbre Iberoamericana.La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, rechazó ayer una oferta de su homólogo de Venezuela, Hugo Chávez, de subsidiar con gasolina el ''Transantiago'', el controvertido sistema de transporte colectivo de la capital chilena.
''Estoy convencida de que nosotros los chilenos podemos resolver esos problemas del Transantiago, nosotros mismos'', afirmó la mandataria, durante una visita a la localidad de Puerto Cisnes, en la austral región de Aysén, donde inauguró un nuevo hospital.
Chávez hizo el ofrecimiento durante su reciente visita a Santiago, donde participó en la XVII Cumbre Iberoamericana y también en la reunión que se desarrolló de forma paralela, organizada por agrupaciones de izquierda.
El Transantiago ha presentado diversos problemas desde que entró en operación, el pasado febrero, por lo que ha sido fuertemente cuestionado por el público.
Para Bachelet, el nuevo sistema de transporte ha tenido un costo político, al afectar su nivel de aprobación, que ha caído por debajo del 40 por ciento, según diversas encuestas.
Uno de los puntos más controvertidos del proyecto de presupuesto del próximo año, que se discute actualmente en el Parlamento, es una partida de $145 millones propuesta por el Ejecutivo para cubrir el déficit del Transantiago.
El rechazo manifestado ayer por la presidenta a la oferta de Chávez se sumó a uno anterior del canciller Alejandro Foxley, quien subrayó que no quieren ``ningún subsidio''.
''No estamos acostumbrados a que desde afuera nos digan lo que tenemos que hacer'', aseveró.
En Puerto Cisnes, a unos 1,500 km de Santiago, Bachelet también llamó a los parlamentarios a aprobar la partida presupuestaria destinada al Transantiago, al recordar que el proyecto también incluye fondos por un monto similar para las regiones.
''Hago un llamado a los parlamentarios a que nos aprueben el presupuesto, para ir en beneficio del conjunto de todo Chile, porque si es que hay que poner plata para el Transantiago, eso va de la mano con más plata para Aysén y para Puerto Cisnes también, por cierto'', señaló.
La mandataria también visitó la Isla Melinka, en el archipiélago de Las Guaitecas, donde inauguró un plan orientado a mejorar la conexión entre las regiones de Magallanes, Aysén, Los Lagos y Los Ríos.
La iniciativa busca proveer a los habitantes y turistas de la zona de servicios integrales de transporte marítimo, fluvial y lacustre.
Ultimas noticias Publicado el martes 13 de noviembre del 2007reimpresiones imprimir Enviar por e-mail Digg it del.icio.us Piden acción ante palabras de Chávez
DANIEL WOOLLS / AP
MADRID
El rey Juan Carlos estuvo en lo correcto al decirle a Hugo Chávez ''¿Por qué no te callas?'' en la Cumbre Iberoamericana, pues el presidente de Venezuela había insultado al ex jefe del gobierno español José María Aznar, afirmó ayer el gobernante partido Socialista.
España desea mantener buenas relaciones con los países latinoamericanos, pero no tolerará la falta de respeto a sus ciudadanos, mucho menos a alguien prominente como Aznar, aseguró Diego López Garrido, vocero del partido Socialista en el Parlamento.
López Garrido indicó en conferencia de prensa que se trataba de un principio ''democrático, fundamental'', que gobierna las relaciones entre los países.
La rencilla estalló el sábado en la Cumbre Iberoamericana realizada en Santiago, Chile. Chávez acusó a Aznar de respaldar el golpe que lo desalojó brevemente del poder. El presidente de Venezuela acusó a Aznar en reiteradas ocasiones de ser un ``fascista''.
El rey le pidió enojado a Hugo Chávez que se callara en medio de un altercado que sostenía con el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.
''¿Por qué no te callas?'', exclamó el soberano español, quien evidentemente molesto se retiró poco después de la reunión.
Un día después, Chávez acrecentó la disputa sugiriendo que también el rey de España conocía por anticipado los entretelones del golpe de Estado del 2002, y nada hizo para frenarlo.
El ministro del Interior de España, Alfredo Pérez Rubalcaba, indicó el lunes que si Chávez desea realmente mantener buenas relaciones con España, como dice, es razonable pedirle ``que respete a nuestro rey, nuestro presidente y nuestros ex presidentes''.
Por su parte, el partido Popular de España, el principal de oposición, exigió al gobierno que tome una serie de medidas ante las ''gravísimas acusaciones'' de Chávez, incluida la llamada a consultas del embajador de España en Venezuela y que el canciller Miguel Angel Moratinos comparezca en el Congreso para explicar la política exterior.
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