PRESIDENTE ALVARO URIBE.COLOMBIA.
EFE
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BOGOTÁ.- La decisión del presidente colombiano, Álvaro Uribe, de poner fin a las gestiones de su colega venezolano, Hugo Chávez, para el logro de un acuerdo humanitario con las FARC ha causado conmoción, sobre todo entre los familiares de los rehenes, quienes piden al Gobierno que reconsidere.
De acuerdo con Marleny Orjuela, presidente de Asfamipaz, organización que reúne a los familiares de policías y militares secuestrados en manos del grupo rebelde, algunos desde hace ya 10 años, mostró su "decepción y tristeza" por la decisión de Uribe.
"Por encima de esas razones políticas está la vida de todas las personas secuestradas por las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) y por eso le pedimos al presidente que reconsidere su posición y pueda reasumir el presidente Chávez sus gestiones", indicó.
Orjuela señaló a varias emisoras de radio que los familiares están pensando en hacer "un plantón" en la Plaza de Bolívar, la principal de Bogotá y donde se encuentran las sedes del Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
“JORNADA TRISTE Y CRUEL”
"Es una jornada triste y cruel", apuntó Orjuela, quien añadió que ya no saben "que más hacer", para lograr la libertad de sus allegados, al tiempo que pedía a Uribe que "reconsidere la decisión".
Insistió en que las gestiones adelantadas por el mandatario Hugo Chávez les habían devuelto la esperanza de volver a ver con vida a sus seres queridos.
El Gobierno colombiano dio anoche por terminadas las gestiones que desde mediados de agosto realizaban, con la autorización de Uribe, Chávez y la senadora colombiana Piedad Córdoba, para lograr un acuerdo humanitario que permitiera canjear a 45 rehenes por unos 500 insurgentes presos.
En el grupo de secuestrados canjeables se encuentran policías, militares y políticos, la ex aspirante presidencial Ingrid Betancourt, también ciudadana francesa, su compañera de candidatura, Clara Rojas, que tuvo un hijo en cautiverio, y tres estadounidenses.
Tras los contactos de Chávez y Córdoba con representantes de las FARC se preveía que el grupo guerrillero al menos diera pruebas de supervivencia de los secuestrados y pusieran en libertad a algunos de ellos.
Sin embargo, Chávez no pudo presentar pruebas de vida de los rehenes en la reunión que mantuvo el pasado martes en París con el presidente francés, Nicolás Sarkozy, y el Gobierno colombiano dio un plazo hasta el 31 de diciembre para que fructificara la mediación del jefe de Estado venezolano.
El Gobierno colombiano tomó la decisión, que -según José Obdulio Gaviria, el principal asesor de Uribe- es "irreversible", tras la conversación telefónica que tuvieron ayer Córdoba y Chávez con el comandante del Ejército, general Mario Montoya, a quien el mandatario venezolano le preguntó "sobre secuestrados por las FARC".
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