lunes, noviembre 16, 2015

EL SECUESTRO...

Un empresario vuelve de su oficina en la tarde y -en medio de un gran aguacero- ve a una bella mujer en la parada de colectivos, por lo que detiene su automóvil:
-Llueve a cántaros ... ¿la llevo?

-Ah, bueno, gracias, responde ella entrando al auto.
Llegando al edificio donde ella vive, lo invita a entrar:
-¿No quiere Ud. tomarse un cafecito, un whisky, o alguna cosita que le invite, con este frío?
-No gracias, debo llegar temprano a casa.
-Pero... ha sido usted tan gentil y amable, suba siquiera un ratito.

Él sube ante la petición de la dama, cuando entran, ella le sirve un buen coñac y luego va a su dormitorio, del que retorna arreglada y perfumada, dejando entrever un cuerpo bellísimo bajo una sugestiva bata de seda.

Beben algunos tragos, oyen música, charlan, ríen, entran en confianza, y como debía pasar, se van a la cama, tienen sexo con especial entrega, y luego se duermen.

A las 6 de la mañana del día siguiente, él despierta preocupadísimo:
-Pucha madre, que bestia, me quedé dormido ... ¿Ahora qué hago?
Medita, toma el teléfono, marca el número de su casa y tan pronto le responde su mujer, grita:
-María, no pagues el rescate ... ¡Logre escapar!

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