sábado, julio 25, 2009

¿CUÁL ES LA PRISA?


No debemos apresurarnos, no debemos impacientarnos”. La prisa, la ansiedad, la tensión nos incapacitan para vivir el presente en paz y poder gozar de cada acontecimiento; el paisaje y las personas pasan desapercibidos, la mente siempre está ocupada en lo que no está haciendo, sino en lo que va a hacer y como consecuencia surgen sentimientos de insatisfacción, ansiedad, enojo, temor y culpa.

Vivimos en la era de la tensión, de la enfermedad del corazón, de los nervios y de la presión arterial. “Los hombres no mueren de enfermedad, sino de combustión interna” (W.Muldoom) y así se va quemando la alegría, la inocencia y la actividad creadora.

El Royal Bank of Canada en una de sus cartas comerciales puso este título: “Calmémonos” y seguía diciendo: “somos víctimas de una creciente tensión; nos es difícil relajarnos. Inmersos en la vorágine diaria no vivimos plenamente. Debemos recordar lo que Carlyle llamó “la supremacía de la calma del espíritu sobre las circunstancias”.

Necesitamos mucha calma, mucha paciencia para respetar el proceso normal de crecimiento de las cosas, animales y personas. El tiempo no se detiene, pero tampoco se debe apresurar. Los minutos van uno detrás del otro y así sucesivamente los días, los meses y los años. Hay que darle tiempo al tiempo, porque todo se debe hacer a su debido tiempo.

“ Hay un tiempo para cada cosa, y un momento para hacerla bajo el cielo: Hay tiempo para morir; tiempo para plantar, y tiempo para arrancar lo plantado. Un tiempo para dar muerte, y un tiempo para sanar; un tiempo para destruir, y un tiempo para construir. Un tiempo para llorar y otro pra reír; un tiempo para los lamentos, y otro para las danzas. Un tiempo para lanzar piedras, y otro para recogerlas; un tiempo para abrazar, y otro para abstenerse de hacerlo. Un tiempo para buscar, y otro para perder; un tiempo para guardar, y otro para tirar fuera." Eclesiastés 3: 1-6

Autor Padre Eusebio Gómez Navarro OCD

No hay comentarios.: