viernes, febrero 16, 2007

¡QUE SUERTE TIENE EL CUBANO! HANTOFE. LA PUNTILLA CUBANA.


El último puntillazo titulado "Todavía no quieren que les digan nada" se refería al atentado a la espontaneidad del cubano a celebrar lo que le venga en gana así como llorar por lo que quiera, tal y como lo hacen todas las personas, incluso pusimos algunos ejemplos de celebraciones que nunca han sido criticadas o preocupación de ningun sector, recordamos cuando se destapaban las botellas de Champagne frente a la Casa de la Moneda en Chile al mismo tiempo que otros manifestaban su dolor, ambos sentimientos como consecuencia de la muerte de Pinochet.

Parece que la bachata de algunos, por la muerte del asesino Fidel Castro ha preocupado a todos, incluso hasta a los cubanos que aún no estan en el poder y ya quieren dictar reglas de conductas e imponer su criterio al resto del pueblo. Señor, si es tan facilito respetar el derecho de cada ser humano a comportarse como quiera siempre y cuando no afecte en lo personal o en lo social a nadie, pero para no repetirme ni repetir lo que más de uno ha dicho, voy a lo que me motivó abrir este tema y es un artículo de columna de Andres Openheimer en el Herald que practicamente no requiere muchas explicaciones, poprque el habla por si sólo.

"Andrés Oppenheimer
Una fiesta inoportuna

5 de febrero de 2007


Tras leer en The Miami Herald que un comisionado de la ciudad propuso realizar un fiesta en el estadio Orange Bowl, cuando Fidel Castro se muera, decidí llamar a varios opositores pacíficos en Cuba para preguntarles por sus reacciones.

La mayoría me dijo que se trata de una idea espantosa.

Antes de decirles lo que pienso de la propuesta - que tras las críticas de medios norteamericanos y extranjeros ha sido rebajada de ´´fiesta´´ a ´´evento público´´, sin bailes de música salsa -veamos lo que me dijeron los activistas prodemocracia en entrevistas telefónicas desde La Habana.

Oswaldo Payá, el líder del Movimiento de Liberación Cristiano que organizó una histórica recolección de 25,000 firmas en la isla para pedir un referendum sobre la necesidad de permitir libertades democráticas, sugirió que la celebración de una fiesta será ofensiva para muchas personas en Cuba.

´´Yo no celebro la muerte de nadie´´ me dijo Payá. ``Aunque muchos elementos del régimen ofenden, violan derechos y atentan hasta contra la dignidad de personas indefensas, creo que actos de celebración de la muerte de alguien ofenden a su familia y resquebrajan la dignidad del que lo hace´´.

Cuando le pregunté que debería hacer el exilio cubano, Payá respondió: ``creo que lo que valdría hacer es una celebración dentro y fuera de Cuba el día que Cuba sea libre, el día que iniciemos el camino de la reconciliación y la democracia...sin herirnos, sin atacarnos, y respetándonos todos en este concepto de gran familia que somos todos los cubanos´´.

Lo que yo hubiera respondido si me hubieran preguntado, incluso estando de acuerdo con lo que plantea Payá, hubiera sido que el exilio cubano es dueño de celebrar o no la muerte de quien le ha ocasionado muchos daños a ellos y al resto del mundo, de quien ha causado la muerte de miles de personas, de quien nunca ha tenido un sentimiento digno para el pueblo de Cuba y se ha sentido por encima de ese pueblo todo su gobierno, En la conciencia de cada cual debe estar la respuesta a lo que deben o no deben hacer y el pueblo cubano está sumamente cansado de que les digan lo que es "bueno" y lo que es "malo"

Si alguien es capaz de despertar en cientos o miles de personas alegría con su muerte, por brutal que parezca, no es más que el precio que deben pagar sus familiares de ver cuanto aborrecimiento se ha ganado su fallecido familiar y no podemos enjuiciar a las víctimas, y mucho menos dictarles pautas.

Payá, no pone una buena, y creo que junto a los políticos de Miami, a este tipo de opositor, también habría que considerarlo dentro de los que nunca deben ocupar puestos en Cuba tras la caida del sistema de Raúl


Oscar Espinosa Chepe, un economista independiente que fue encarcelado por sus escritos en el 2003 y liberado por razones médicas a final del 2004, me dijo que realizar una fiesta en Miami después de la muerte de Castro ``no tiene ningún sentido, y va a ser un escándalo internacional´´.

´´Yo entiendo la situación en Miami. Sé que son personas que han sufrido mucho, que han sido humilladas, y tienen todo el derecho de expresar sus sentimientos´´, dijo Espinosa Chepe. ``Pero las repercusiones que eso tendría en Cuba serían muy negativas´´.

´´Hay una realidad: Castro es una persona anciana, que ha gobernado Cuba por casi 50 años, que deja un legado muy triste en la población, pero que siempre deja una cosa sentimental, de respeto en muchas personas´´, agregó. ``Aunque su imagen se ha erosionado extraordinariamente, no hay que olvidar que una mayoría de la población en su momento vio a Fidel Castro como un Dios´´.

Lo que el mundo piense, personalmente pienso que debe tenernos sin cuidado, hace 48 años que ese chacal está haciendo y deshaciendo y ese mismo mundo que se escandalizaría, no ha hecho nada en absoluto y simplemente le ha soportado fusilamientos, hundimientos de embarcaciones, injerencias en los asuntos de otros paises, ofensas a personalidades, y ujn millón de cosas, sin escandalizarse, entonces ahora que piensen lo que les venga en ganas.

Bueno y la imágen que tenga o deje de tener Castro ahora o hace diez años, que demonios nos importa, ¡Coño Espinosa!, que esto es como el sindrome de Estocolmo o de la esposa maltratada, compadre.


Según Espinosa Chepe, una celebración organizada por la ciudad de Miami ayudaría enormemente a la maquinaria de propaganda del régimen cubano, que durante décadas ha venido repitiendo a diario que los exiliados de Miami - la ´´Mafia de Miami´´, como los llama el régimen - quieren volver a la isla para reclamar sus antiguas casas, vengarse de los cubanos que se quedaron en el país, y convertir a Cuba en una colonia de los Estados Unidos.

El gobierno va a decir que la oposición de Miami es inhumana, que los exiliados están llenos de odio, que estan buscando venganza y revancha´´, dijo Espinosa Chepe. ``Eso va a paralizar a muchos sectores de la población que participaron de la revolución´´.

Bueno, Oscarito, y ahora tu me quieres decir que si hacemos una misa por Fidel Castro y su maldito cadaver la propaganda de Raúl va a decir que no somos mafias ni que vamos a buscar las casas que nos quitaron y nos mostraran ante el mundo como el mejor exilio del mundo. A otro perro con ese hueso.

Martha Beatriz Roque, una economista de línea dura que también fue encarcelada en el 2003 y liberada al año siguiente, fue menos crítica de la idea de una celebración.

Hay una cosa cierta, y es que Fidel Castro le ha hecho mucho daño al pueblo cubano: hay muchas familias separadas, mucho dolor en el pueblo cubano´´ señaló. ``Y quizás haya gente que quiera quitarse el dolor de esa forma. Hay que respetar la forma de pensar de la gente´´.

Esa es la cosa, Marta, que trabajo les cuesta a algunos, respetar la forma de pensar de la gente. El punto que perdió Chepes, como siempre, te lo anotas tu.

Mi opinión: una celebración patrocinada por la ciudad sería factor irritante para muchos cubanos de la isla que invirtieron una buena parte de sus vidas en la revolución, aunque después se hayan desilusionado de la misma. Y un ´´evento público´´ oficial más discreto sin un mensaje claro no cambiaría mucho, porque inevitablemente se convertiría en una fiesta.

En su lugar, los exiliados cubanos podrían realizar un servicio religioso en memoria de las víctimas de la dictadura cubana, y usar la ocasión para atraer la atención mundial sobre las desastrosas políticas económicas del régimen cubano mediante una recolección de comida para el pueblo de Cuba. Segun me dijeron cubanos de la isla, la tarjeta de racionamiento de comida no incluye carne, y sólo otorga tres cuartos de libra de ´´picadillo de soja´´ por persona por mes, apenas suficiente para una comida.

De manera que aquí va mi humilde sugerencia para las autoridades de Miami: el día que Castro muera, organicen una recolección de comida bajo el lema ´´una chuleta de carne para cada cubano´´. Eso no sólo sería lo más inteligente -y decente- sino que también pondría a la dictadura militar cubana a la defensiva.

Quiero aclarar que no es mi estilo la vulgaridad, sin embargo, a veces no hay de otra y no podemos esquivar la respuesta correcta, por muy grosera que sea. Disculpenme, los que se puedan sentir heridos incluyendo a Oppenheimer pero quiero hablarle en perfecto cubano.

Andrés, mi opinión acerca de tu opinión, es que te metas la chuleta por el CULO y respeta a este pueblo del exilio."

Fuente: Nuevo Herald (EEUU)



Nota de aclaración: Lourdes puso un tema que si lo hubiera leido no hubiera abierto un tema nuevo y hubiera respondido en ese tema que recoge una respuesta de Ileana Curra, ex-presa política, a Oppenheimer y que les recomiendo visiten y lean haciendo clik Aquí

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