lunes, octubre 23, 2006
EL ARTE DE HACERME LA BRUTA
Mi mamá me decía con frecuencia que yo iba salir
adelante no por inteligente, sino por bruta.
Esta afirmación que entonces me ofendía, con el tiempo
me ha llegado a parecer sabia y útil.
Ahora me doy cuenta de lo importante que es saber
hacerse la bruta.
Por ejemplo:
- Si un pariente cercano me dice un indirectazo para
ofenderme, me hago la bruta que no entiende y así no
le doy el gusto de amargarme la vida.
- Si quiero aprender algo que me cuesta trabajo, me hago
la bruta, no sucumbo a la impaciencia de los demás y sigo
intentando hasta lograrlo.
- Si mi compañero de trabajo o mi superior permanecen
irritados la mayor parte del tiempo, no pienso que es conmigo
o por mí, sino que me hago la bruta y me digo: "Debe ser que
le duele una muela" y de esa manera me hago inmune al
contagio de ese dolor.
- Cuando dicen "no" a mi objetivo, me hago la bruta y entiendo
"todavía no" y así me permito seguir buscando formas de
conseguirlo.
- Si algo que intento cien veces no me resulta como
quiero, no me tildo de bruta por no haberlo logrado, sino
que pienso en lo bruta que sería si desistiera después de
tanto esfuerzo.
- Cuando estoy hablando por teléfono con alguien de quien
necesito un servicio o información y la persona sube el tono
de voz más de lo necesario y vocaliza cada palabra
exageradamente, tal como si dijera: "No sea bruta, ¿acaso
no entiende lo que le estoy diciendo?" Decido entonces
respirar profundamente, contestarle pausadamente y con
calidez, dándole las gracias por su paciencia con mi
falta de entendimiento...
Esto funciona como magia la mayoría de las veces para
cambiar las mareas a mi favor.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
1 comentario:
y es por esto y mas q debemos ser brutas y mejor si somos rubias, podemos decir q somos rubias envez de brutas para que suene mas bonito
Publicar un comentario