sábado, enero 06, 2007

LA AVENTURA DE LAS AMISTADES ANÓNIMAS


RELACIONES - 11/24/2006Rubén Moreno/La Opinion.

Los Angeles — Detrás del clic del ratón es imposible determinar quién se encuentra realmente al otro lado de la pantalla.

Pudiera ser alguien conectado desde muy lejos, pero también el vecino de al lado que, bajo el anonimato que confiere la internet, saluda preguntando si alguien quiere hablar con él en privado.

La internet promovió la amistad universal con el surgir de las salas de chat que no sólo han proliferado sino que se han especializado.

Millones de ventanitas se abren y cierran alojando conversaciones de cualquier temática entre personas de diferentes edades y nacionalidades.

Bajo los sobrenombres que buscan atraer la atención de otros usuarios, la red es el lugar perfecto para fingir ser quien no se es.“La seguridad de estar detrás de una computadora y que nadie te vea, crea una barrera con el mundo exterior que impide que te identifiquen”, indica Larry Rosen, profesor de psicología de la Universidad del Estado de California en Dominguez Hills.

Las mentiras más comunes entre quienes dialogan con desconocidos por la internet están relacionadas con el nombre, la edad y la ciudad en que viven.“Hay personas que dicen ser más jóvenes de lo que son, y niños que se hacen pasar por adultos para ser aceptados en la conversación”, dice Stephen Balkam, presidente de la Asociación para la Clasificación de Contenidos de Internet (ICRA).

“Cualquiera puede inventarse otra vida, pero es decisión de uno creerle o no”, dice Karla Vega, usuaria para quien “los chats son un entretenimiento momentáneo”. Dice ocultar su nombre y ciudad cuando está en una sala, pese a que afirma ser honesta.“Es muy difícil saber quién se está comunicando contigo al otro lado del chat”, afirma Balkam.“Muchos usuarios aceptan hablar sólo con quienes conocen en el mundo real, porque revelar información puede crear problemas, si cae en malas manos”.

En la mayoría de salas hay un común denominador que ha generado en algunos casos la creación de portales específicos para hablar de lo no apto para algunas edades.

En LatinChat, hay categorías basadas en edades. Algunas de ellas han sido bautizadas Zona erótica o Amantes X, y existe un apartado diseñado para jóvenes de 15 a 20 años. A menudo, para acceder a las salas de contenido para adultos basta marcar una casilla en la que se afirma que el usuario es mayor de edad. “Cuando los niños tienen 14 ó 15 años son muy curiosos, y si no es en su casa, va a ser en la del amigo, siempre quieren ver lo que les despierta curiosidad”, expresa María Reza, de la organización Familias en las Escuelas.

Las conversaciones de contenido sexual se han extendido a salas de cualquier categoría, y no resulta extraño encontrarse con usuarios dispuestos a mantener una fantasía en el ciberespacio e incluso a querer tener encuentros reales. Este reportero se infiltró en una sala de “Amigos” y se hizo pasar por una residente de Los Ángeles de 27 años apodada “princesa hispana”. En menos de 10 minutos, 18 usuarios abrieron una ventana privada, y 10 de ellos no tardaron en mencionar la palabra sexo.

La edad, la ciudad, y las preguntas: “¿Tienes cámara para verte?” y “¿Quieres que te llame por teléfono?”, fueron lo que primero mencionaron quienes, supuestamente, buscaban algo más que una amistad virtual.

Un usuario que dijo tener 31 años y vivir en Nueva York pasó de decir: “Me encantan las mexicanas”, a preguntar: “¿Tú estás calientica?”, hasta que finalmente confesó que le encantaba “hablar de sexo”, antes de comenzar un interrogatorio sobre el tipo de ropa interior que llevaba la usuaria que hacía de anzuelo.

Situaciones parecidas se pueden ver en salas de cualquier categoría e incluso sin importar que el que responda diga ser un menor de edad. “Cuando los adolescentes se interesan en sexo en la internet buscan una forma práctica de explorar en un ambiente seguro, primero preguntando y después esperando a ver qué es lo que pasa”, dice el profesor Rosen.

Las precauciones básicas de acuerdo con el FBI, al atardecer es cuando se conectan un mayor número de usuarios que procuran hablar de sexualidad, por lo que las autoridades piden a los padres vigilar a aquellos niños que pasan excesivas horas en línea y, en especial, durante la noche.“Los niños que pasan mucho tiempo en las salas de chat tienden a perder contacto con amigos reales e interactúan menos con la familia. Buscar amigos en línea puede hacerles reducir la autoestima, pero al mismo se sienten más abiertos y honestos de lo que son en la realidad”, dijo Larry Rosen, profesor de psicología de la Universidad del Estado de California.

Encontrar material pornográfico en la computadora y llamadas de o a números desconocidos son indicios por los que, según las autoridades, se puede saber si un niño está siendo abusado en la internet. Aunque una de las señales más claras es la de apagar rápidamente la pantalla o cambiar de ventana.

Si después de mantener varias conversaciones con una persona tienes claro que es de confianza y se deciden a verse cara a cara, la primera cita puede ser en un lugar público y acompañados de otras personas. Hay algunos casos de parejas que se han conocido en el chat y han llegado a establecer una relación duradera. Aunque es bastante más probable que no coincida lo imaginado con la realidad.

¿Amistad o sexo virtual? ¿Cuántas de las cientos de personas que se encuentran en una sala de chat están ahí no sólo por el hecho de que no hay nada mejor que hacer, sino porque persiguen un objetivo valedero, honesto, íntegro? Conocer personas encabeza la lista de las motivaciones para acudir a una sala de chat; ahora bien, es en el fin que se persiga de ese contacto donde radica la diversidad de razones: sexo real inmediato, sexo virtual y fantasías del mismo orden; búsqueda de pareja, amistad, alguien con quien ir de fiesta eventualmente, platicar de determinado tema sin que eso suponga una amistad permanente, desestrés, etc. Esas han sido las respuestas de muchas de las personas que chatean, al indagar cuál es su motivación principal para acudir a una sala de chat; sin embargo, ¿se puede creer realmente en lo que dice un extraño que a la final es sólo letras? Si una de las razones es la adquisición de nuevas amistades, ¿por qué no se atienden privados de gente del mismo sexo?, ¿acaso las amistades deben hacerse con gente del sexo opuesto?

Fuente: Tomado de la revista LetraliaSadicones, seductores, insultantes...Son muchos los tipos de usuarios que frecuentan las salas de chat. Los "Insultantes" practican la rutina de usar palabras ofensivas que provocan su propia diversión. A este tipo de personas lo podemos imaginar como chicos y chicas de lo más formales, bien peinados y bien vestidos quienes saludan al vecino en el ascensor con un cálido "Buenos días", pero que al entrar a los chat rooms desenfrenan lo que tanto reprimen: su deseo de ser vulgares, llenando la ventana de groserías e intentando descalificar a todo el que aparezca en la lista de participantes.

Vemos también los "Seductores de Oficio", los hay de todos los géneros y se reconocen con su clásico saludo al entrar a las salas públicas: "Hola, alguna chica (o) linda (o) con quién conversar?".

En este mismo sentido encontramos también los "Sadicones". Este sector busca reafirmar su hombría desde el contacto sexual vacío, su único objetivo es tratar de ligar con alguna chica; desde un lugar cómodo y seguro, ellos entran a las salas con su característica frase: "Hola, alguna chica de... ???????" pues lo que quieren es irla a conocer y llevarlas derechito a la cama, cuando el asunto ya está muy bien cuadrado. Un sector muy común es el de los "CyberSex".

La diversión a través de la estimulación sexual segura es el lema de este tipo de usuarios. A ellos los motiva el sexo virtual, ahora muy aderezados con las webcams.

(Fuente: adaptado del artículo "Los chats, ruidos en el silencio" de Patricia Fiorucci Ríos en Letralia.).

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