11/20/08 01:02 PM (19 visitas)
En esta máquina se escribieron las cuartillas más emotivas para describir las hazañas boxísticas de Alexis Argüello. Gracias a Dios que el bachiller Lombillo no tuvo que presenciar el triste ocaso del tricampeón mundial como títere de una nueva dictadura.
Por Julián Frech Ayub
Es triste ver que personas que fueron “Gloria Nacional”, se lleguen a convertir en piltrafas sin ningún valor y sus triunfos para la patria queden disueltos en el aire contaminado por sus fracasos como individuo, por su dependencia de las drogas y vicios, así como su dependencia económica de un gobierno nefasto que aprovecha su debilidad para moverlo a su antojo sobre caminos erráticos.
Todavía suenan en mis oídos las palabras de mi querido primo Sucre Frech: “¡Alexis, muchacho loco, me vas a matar…!” en un momento en que Alexis Arguello flaqueaba contra uno de sus oponentes (Aarón Pryor, si mal no recuerdo) en el ring, pues era inconcebible el más mínimo flaqueo de aquél que nos acostumbró a ver solamente triunfos y que había puesto en alto, a nivel mundial, el nombre de Nicaragua.
¿Qué diría Sucre en estos momentos?, quizás lloraría de tristeza, o ésta sería tan grande, que le provocaría un infarto, algo igual le sucedería a mi recordado y muy querido amigo, el Bachiller Ponciano Lombillo, excelente comentarista de aquellos tiempos, y de quien guardo como un bello recuerdo, su última máquina de escribir. ¿Qué dirá en estos momentos mi queridísimo amigo Héctor Darío Pastora?, quien fuera en aquellos tiempos propietario y director del Colegio San Francisco de Asís, colegio que abrigó en sus aulas a Alexis, cuando éste andaba por muy buenos pasos y con anhelos enormes de superación. Daba gusto en ese entonces platicar con Alexis, sentir las vibras de un triunfador que para completar sus valores, se propuso sacar el bachillerato, ya adulto, en dicho colegio.
Alexis, quien fuera enemigo de dictadores hasta el grado de olvidar que su mentor, quien le ayudó a surgir y le respaldó, fue nada menos que el dictador Anastasio Somoza Debayle, se presta a ser copartícipe en la creación de una nueva dictadura de proporciones mayores, y de amplios efectos negativos sobre la población, una población de la cual él emergió y la cual siempre le apoyó incondicionalmente.
Pero nunca es tarde cuando la dicha es buena, dice el refrán. Si Alexis lucha hoy con la misma entrega y con el mismo coraje que puso en los cuadriláteros para darnos la felicidad de tres títulos mundiales de boxeo, también puede hoy librar las dos últimas grandes batallas de su vida: contra las drogas y contra la degradación moral de servir de títere a la nueva dictadura que pretende imponerse en Nicaragua.
Adelante Alexis. Esperamos tu knockout a las drogas y a la corrupción danielista. Ese será tu cuarto y último título, el que te consagrará como ser humano ante un pueblo que, a pesar de todo, todavía te quiere.
CKOUT
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1 comentario:
soñar no cuesta nada... como se habla cuando el odio corroe a una persona...
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