EL PRN: LA GRAN PUTANEZA.

El Partido Resistencia Nicaragüense nace como uno de los puntos negociados en Sapoa en la búsqueda de los acuerdos de paz y la desmovilización de la “contra”. La idea fue dar al ejército campesino de la resistencia, 20 mil hombres sobre las armas, una expresión política que si sumamos las familias de cada uno de los comandos alzados podríamos hablar de una base social de al menos 100 mil personas que en aquel momento, 1988, era algo verdaderamente sustantivo en términos electorales.

Así nació el PRN al que de entrada le mandaron a matar a Enrique Bermúdez Varela, el comandante 3-80, que había conducido a la verdadera “contra”, la del norte, en su etapa más beligerante desde el FDN. Enrique Bermúdez tenía todos los elementos para convertirse en el principal dirigente político del Partido Resistencia Nicaragüense y al ser asesinado por el frentismo o el ejército -en ese tiempo eran un solo cuerpo- le propinaron un golpe mortal al naciente partido porque después del 3-80 no había nadie con la suficiente sagacidad política para asumir la alta responsabilidad de su conducción.

Los comandantes de la “contra” eran guerreros y “muchachos” nobles que percibieron la pérdida de sus libertades, el genocidio campesino, el robo de sus parcelitas, la violación de sus mujeres y la muerte de sus hijos. Aquel ejército campesino del que se nutrió “la contra” eran hombres de la tierra sin malicia. Eran tan nobles que creyeron que todo aquel que se acercaba al partido para incorporarse era bueno y eso, sumado al oportunismo de algunos, generó que la inexperiencia y la ingenuidad fuera cediendo sus espacios a los sucesivos conflictos internos que hasta hoy se fueron prolongando de impugnaciones tras impugnaciones.

No me cabe duda que el Partido Resistencia Nicaragüense no fue lo que pudo ser por falta de madurez en su conducción. Yo que pertenecí a ese partido y fui presidente municipal y departamental de Managua y además directivo nacional, recuerdo que nuestras reuniones eran cada cual con su periódico al lado y debajo de cada periódico nuestras pistolas. Lo que expreso parece cuento pero así era. No se discutía, se imponía. Cada cual se creía con más autoridad que otro solo por los comandantasgos. De ahí que en el PRN se pudo de moda que cualquiera era comandante y es así que todavía hoy escuchamos en las radios, en los programas de micrófono abierto, a gentes que se identifican no por sus nombres sino como comandantes.

Conocí comandantes, porque así se nos presentaban, con el seudónimo de “Pata de cigarro”, “Leche burra”, “Ojo gacho” y así un montón de héroes estrafalarios que se creían realmente lo que estaban diciendo contrastando con la humildad de los que verdaderamente lo fueron y que empezaron a apartarse porque no miraban nada serio en aquello que estaba en manos de cabezas calientes o de advenedizos que al final se quedaron con el mandado.

El PRN ahora deambula en los pasillos oscuros de la política ofreciéndose al mejor postor como lo hace cualquier prostituta de la Avenida Bolívar. El se va con el que mejor le pague porque desde hace mucho tiempo perdió sus valores. Cuando el PRN dice que se aliará con el que más le dé es porque quiere cortar la distancia hacia una declaración inminente que certifique que así como lo hizo Salvador Talavera en el 2006 en las elecciones generales, así lo hace ahora “Kaliman” con el FSLN el mismo que todo lo que toca lo convierte, perdónenme, en mierda.

Salvador Talavera al aliarse con el Orteguismo consiguió asesinar al PRN sin lograr nada y “Kaliman” logrando su seguridad personal, su hueso en el gobierno, lo está terminando de enterrar. Ambos indistintamente los sepultureros de una expresión nacida sin cabeza porque primero acabaron con Enrique Bermúdez y después con Arístides Sánchez que tras manifestarse como el que venía al rescate del PRN, después del 3-80, fue víctima del frentismo y del gobierno de Violeta Chamorro que le profundizaron una enfermedad terminal que al final se lo llevó.

Sin prestigio, sin organización, sin membrecía relevante, sin otra historia que no sean sus pleitos internos, el PRN no vale un centavo. Sin embargo sobre la “Contra” no deja de tener su impacto pues al fin y al cabo eso que insiste en pintarse como partido pudo haber sido nuestra expresión política. Tanta promiscuidad de barriada existe en el PRN que yo siempre he preferido hacer una separación conceptual entre la Resistencia y la “Contra”. La “contra” siempre fue “Contra” antes de ser resistencia y los medios de comunicación en el mundo cuando tenían que referir al ejército campesino que se paró frente al régimen totalitario de la llamada “Dirección Nacional” y frente a la mitad del mundo comunista que los apoyaba, siempre referían a la “Contra” porque entonces hablaban del más grande ejército guerrillero y rebelde en la historia de la humanidad y porque los valores de lucha que inspiraron a esos campesinos eran nobles tratando de rescatar de las garras que lo asaltaron a una nación que fue estafada, a una Nicaragua a la que le ofrecieron libertad y le dieron esclavitud.

Por eso yo digo que la “Contra” se lleva en el corazón y aquellos que lo somos no nos enredamos con esa mentira de la resistencia. Eso de la Resistencia Nicaragüense fue un invento para distraernos del objetivo principal que era la toma del poder por las armas. Los gringos como siempre también metieron las de andar con la “Contra” y cada vez que nos metíamos más adentro nos inventaron un nuevo nombre y lo que empezó en el norte como Milpas, después fue ADREN, Alianza Democrática Revolucionaria Nicaragüense, más tarde legionarios 15 de septiembre, después FDN y después Resistencia Nicaragüense mientras por el sur el quinta columna de Edén Pastora se mantuvo, hasta donde pudo cumplir las órdenes de Humberto Ortega, con lo que fue ARDE.

“Los Contras” siempre fuimos hombres de principios. Jamás concebimos fuera posible traicionarnos a nosotros mismos y menos a los que siempre han creído en lo que seguimos haciendo. Nuestro principal valor fue la dignidad propia porque de ella derivó la decisión de tomar un fusil y luchar por esa libertad de la que deriva la democracia. Los que ya no estamos en el PRN desde hace mucho tiempo somos los que continuamos invariablemente en ésta lucha y la gran mayoría de los que no nos permitimos ser parte de esa estafa nos hemos reencontrado en el liberalismo porque es ahí donde está nuestra verdadera ideología.

El PRN en su alianza con el FSLN tendrá lo que el orteguismo le quiera dar. Los que dicen representar al PRN lo saben y aceptarán cualquier migaja porque lo importante para Kaliman, seudónimo que le queda enorme, son los huesos para él y todo una corte rara que jamás fue parte de la “Contra”. El PRN quiere solamente que le den raid, que lo lleven cargado para sobrevivir, porque no tiene nada que ofrecer. La ganancia para el PRN es prolongarse hacia las elecciones del 2011 para ver que pueden agarrar sus cabecillas para entonces. Si lo logran van a volverse a pintarrajear, a ponerse mini faldas y tacones altos para irse otra vez a la Avenida Bolívar a ofrecerse como lo que son prostitutos de la política.

Tanta promiscuidad, tanto insistir por el camino fácil, los hace despreciables. A lo mejor más despreciables que otros que hacen lo mismo, pero más aún porque supuestamente representan a los que deberían ser por naturaleza la línea de pensamiento más antagónica al partido en el poder con el que curiosamente se revuelcan en la cama no solo en términos de alianzas electorales, sino por favores laborales porque muchos de esos supuestos “lideres” del PRN son fantasmas emplanillados del Ministerio de Gobernación o de otras entidades de gobierno.

Que malos ejemplos los que recibe la sociedad. Gracias a Dios la prostitución política es un reducto ínfimo que por ofrecido y por camaleónico es detestable. Cada vez que oímos la voz de la politiquería regalarse -ni siquiera venderse- al enemigo, percibimos una mayor cohesión de principios y voluntades en los que creen en la libertad y la democracia. No se vaya a creer que estas son palabras huecas. Aquí no hablamos de los muertos que nunca mueren porque eso no existe. Aquí cuando decimos que los ofrecidos y los prostitutos de la política son despreciables y que sus debilidades y mediocridades lejos de desmoralizarnos nos animan, es porque vemos cómo son ignorados, cómo son recriminados, como son señalados y cómo son elementos inevitables en el análisis político de aquellos que creemos que no valen ni una mirada de piedad.

No veo porque la causa de la libertad tenga que sufrir porque el PRN está determinando una alianza con el FSLN. Más bien creo que partiendo hacia donde van nos hacen un gran favor. Ellos simplifican en términos de tiempo y peso los espacios que debemos llenar con la calidades y cualidades que debemos buscar, para aliarnos con quienes sumen electores pero por encima de eso prestigio a la causa de la democracia a la que hay que revestir de valores que enaltezcan el orgullo de ser libres.

Por eso mismo está constituyéndose nuevamente la Fuerza Democrática Nicaragüense, la guerrilla que por el norte de Nicaragua cobijó a la verdadera “Contra”. El FDN está resurgiendo no para cuajar alianzas electorales sino para ser vigías y observadores de esas patrañas que pretenden demoler la democracia por la que tantos de los nuestros murieron.

POR NICARAGUA CUESTE LO QUE CUESTE ASI PENSAMOS EN EL MOMENTO.


Soy Moisés Absalón Pastora y con su voto amigo demócratas quiero ser diputado.