jueves, octubre 28, 2010

Fabio Gadea Mantilla hace llamado a elecciones primarias Sección de Opinión: Diario La Prensa

Fabio Gadea Mantilla

El autor es director general de Radio Corporación

Querida Nicaragua: El hermosísimo concepto que encierra la palabra unidad es tan antiguo como la humanidad misma. La filosofía popular ha concebido la unidad como la única forma de obtener el éxito frente al adversario. “Divide y vencerás” es una expresión atribuida a Maquiavelo, pero seguramente es mucho más antigua, él debe haberla tomado de viejos textos llenos de sabiduría y de lógica.

Lamentablemente nosotros en poquísimas ocasiones nos hemos unido. Y cuando lo hicimos logramos liberarnos de la esclavitud, del totalitarismo y la dictadura. Es por eso que cuando un grupo de personas comienza a hablar de formar una coalición, una unidad total de todos los partidos y líderes sin excluir a nadie, hay muchos que se llenan de esperanza y se alegran porque Nicaragua no está perdida. Si sacrificamos todo en aras de la unidad, el país está salvado, no habrá líder totalitario que le gane a una coalición de partidos donde nadie ejerza la hegemonía, sino que se sometan todos a la voluntad de la mayoría. Y ¿cómo puede ocurrir esto? Uniendo a todos aquéllos que tengan aspiraciones políticas y que se inscriban para participar en unas elecciones primarias amplias, supervigiladas, con un padrón electoral nuevo, profesionalmente elaborado, con un Tribunal Electoral compuesto por personajes alejados de los vicios y las patrañas politiqueras.

Quien gane estas elecciones primarias recibirá el apoyo de todos los demás para ser el candidato a la Presidencia de la República. Por supuesto que un plan de unidad requiere mucho sacrificio, honestidad y patriotismo. Pero ya lo demostramos en el 89 del siglo pasado, cuando aún sin primarias logramos escoger a doña Violeta y todos unidos conseguimos lo que se consideraba casi imposible: vencer al candidato del Frente Sandinista.

Aquella labor fue titánica. Quizás peor que la que debamos hacer ahora. En el 89 la dictadura estaba en su furor, el militarismo a la orden del día, la prepotencia y la arrogancia del Gobierno no tenían límites.

Hoy en día el frentismo está imponiendo poco a poco la dictadura. El Gobierno guarda algunas apariencias y se propagandiza como una democracia elegida en las urnas. Tenemos a nuestro favor que es un Gobierno cuestionado por el mundo democrático principalmente por los sucesos de noviembre último donde se produjo el escandaloso fraude que todos conocemos y que ha provocado la suspensión de la ayuda internacional de muchos países.

Éste es el momento de iniciar un movimiento unitario sin excluir a nadie. Las primarias dirán a quien prefieren. Es el momento de desterrar todos los resentimientos, de olvidar las injurias, de perdonar algunos agravios que puedan haberse producido entre demócratas.

Yo entusiastamente apoyo una unidad total. He sido abanderado de la unidad y mis escritos en estas Cartas de Amor que ya cumplieron 26 años en el aire, tanto en el exilio como dentro de mi Patria, lo confirman. Por eso, sin perder mi identidad liberal constitucionalista, yo deseo participar en ese hermoso movimiento de unidad total y felicito de todo corazón a los organizadores del mismo que andan trabajando incansablemente para lograrlo.

La unidad es el más noble de los propósitos, es la mejor de las ideas. Pero sabido es que todos tenemos muchas brillantes ideas que si no se ejecutan no sirven de nada. Una idea unitaria requiere trabajo constante, dedicación a tiempo completo, espíritu de sacrificio y de lucha. La unidad es el anhelado abrazo que debemos darnos aquéllos que amamos verdaderamente a Nicaragua.

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