jueves, noviembre 11, 2010

El legendario Comandante Cero, de nuevo en el ojo de la tormenta

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El legendario Comandante Cero, de nuevo en el ojo de la tormenta

(AFP) – hace 4 horas

MANAGUA — Guerrillero legendario, pieza clave del derrocamiento de la dinastía Somoza, opositor insurrecto al sandinismo, mediático, pintoresco, septuagenario, padre de 21 hijos y hoy en el eje de la crisis entre Nicaragua y Costa Rica: las décadas pasan y Eden Pastora sigue bajo los proyectores.

El Comandante Cero, quien en 1978 dirigió el grupo sandinista que asaltó el Palacio Nacional de Nicaragua y tomó como rehenes a diputados del antiguo régimen, ahora es responsable de las tareas de dragado del río San Juan, paralelo a la frontera con Costa Rica y detonante de una vieja crisis larvada.

Pastora conoce la zona al dedillo: allí combatió a tirios y troyanos, se enfrentó a Somoza, después de la victoria revolucionaria al sandinismo, y hasta declaró una zona libre de efímera vida, además de exiliarse al otro lado de la incierta frontera, fundar una cooperativa y escapar a atentados supuestamente organizados por la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA)

El incidente actual sorprende por lo inesperada y por traer ruido de tambores de guerra entre Nicaragua, el país más pobre de la América Latina continental y Costa Rica, el único estado del área que renunció unilateralmente a disponer de ejércitos hace más de medio siglo.

A sus 74 años, y padre en 21 ocasiones con 10 mujeres diferentes ("No soy mujeriego, soy preñador", dijo, y explicó que era complicado conseguir condones en la selva) Pastora niega las acusaciones de San José, tanto sobre el curso del río San Juan como que Nicaragua haya arrojado sedimentos en territorio de Costa Rica provocando, según el gobierno de Laura Chinchilla, "daño ambiental".

"Todo (lo que dice Costa Rica) es supuesto. No hay nada confirmado. Que vayan a ver in situ y que vean que estoy actuando conforme a derecho", aclaró Pastora a la AFP por teléfono desde la zona fronteriza cuando comenzaba este conflicto. "El Laudo Cleveland -que delimitó la frontera en esa zona aún hoy remota y aislada- define claramente la frontera. No hay tal usurpación. No hay tal violación (...) ellos (Costa Rica) no se han tomado la molestia de saber por dónde corría el río San Juan en 1855", agregó Pastora.

El hoy responsable de dragado ganó fama mundial bajo el seudónimo de Comandante Cero, que utilizó en la toma al Palacio Nacional, el 22 de enero de 1978, en la que mantuvo secuestrados a diputados del viejo régimen para pedir la liberación de dirigentes de la guerrilla como Daniel Ortega y Tomás Borge.

Después del triunfo de la revolución de 1979, Pastora fundó y dirigió las Milicias Populares Sandinistas que pasarían a formar parte de la reserva del ejército, ocupando a la vez responsabilidades en el ministerio del Interior (Seguridad) y en el Consejo de Defensa de la Revolución, entre otros cargos.

Pero en julio de 1981, Pastora renunció al gobierno revolucionario por discrepancias con los nueve comandantes del FSLN, entre ellos Daniel Ortega. "Me aparté de FSLN porque estaban implementado una revolución marxista leninista, totalitaria".

Se fue del país y en 1982 fundó la Alianza Revolucionaria Democrática (ARDE) para "rescatar la revolución". En 1984, con su grupo armado se hizo fuerte en San Juan del Norte, declarándolo "territorio libre" por algunos días hasta que el ejército sandinista lo desalojó.

Apenas un mes después, fue blanco de un atentado en la localidad costarricense de La Penca, cerca de la frontera, dirigido supuestamente por la CIA como represalia por su negativa a integrar la 'Contra' financiada por Washington para derrocar la revolución.

En 1986, Pastora abandonó su lucha y se exilió en Costa Rica, antes de regresar en 1989 para integrarse a la vida política, y después de incluso ser candidato presidencial contrario al sandinismo, se reconcilió con Daniel Ortega a partir de 2008.

En sus andanzas, Pastora organizó una cooperativa de pesca en Barra de El Colorado (Costa Rica) próximo a la zona de conflicto actual, que extendió su influencia a ambos lados del río San Juan.

Poco antes de que Ortega le nombrara delegado del Gobierno para la Atención del río San Juan, Pastora había dicho estar en quiebra y que no tenía ni para comer. Dijo que tenía un león que, por las carencias de su dueño para alimentarlo, se volvió vegetariano, e incluso publicó un anuncio en la prensa que rezaba... "Vender el alma. Es lo único que me queda".

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