domingo, agosto 28, 2011

Somoza era dictador, ¿y Ortega qué es?

Managua, 27 de Agostos, 2011
http://www.laprensa.com.ni/2011/08/27/voces/71316

Por: Hugo Ramón García

No pretendo con este escrito salir en defensa de Somoza, ni de su familia. No me interesa, ni tengo por qué hacerlo, ni absolverlo ante la historia como un personaje de ella misma que con su veredicto pretenda ser eximido de sus muchas culpas. No me orienta el afán de considerar que en este personaje de dantescas leyendas solamente se distinguía el potentado de la razón, si alguna vez la tuvo, y porque Nicaragua vivió su mejores tiempos, hay que salir diciendo ahora que Somoza era inmensamente bueno, sin una mácula de maldad que la misma historia no pudiera encontrar para juzgarlo.

No podemos ser ciegos en desconocer la realidad, pero tampoco ser excesivamente duros para emitir juicios que permitan ver solo una cara de la moneda. Somoza francamente pudo tener, si se quiere, aspectos aceptables en su personalidad, porque tampoco en la vida todo puede ser negro. Pero hay que aceptar, sin lugar a polémicas, que en verdad fue un dictador lo cual nadie puede ponerlo en tela de duda. Los sandinistas-orteguistas con su dialéctica tan cansada no dejan de martillar ese tema. Pero, Ortega, el ídolo de ellos, ¿no es acaso otro dictador? Al menos Somoza, como su padre y su hermano Luis, supieron ser políticos para mantener sobre Nicaragua una economía estable donde el costo de la vida no era dramático como el que ahora se sufre, causante de una pobreza que no tiene comparación con tiempo alguno, pero los nicaragüenses tenemos la particularidad de ser especiales en el sentido de que nos gusta que nos traten por mal.

Los sandinistas-orteguistas asaltaron el poder y lo han venido usando para cometer cuanto abuso se les ocurre. Y hay quienes descaradamente, a sabiendas de los males que Ortega abriga en su mente perturbada contra el pueblo de Nicaragua, se aprestan solícitamente para reelegirlo ilegítimamente el próximo 6 de noviembre. ¿Cómo es posible darle el voto a quien no tiene los merecimientos propios para dirigir los destinos de este empobrecido país que ocupa niveles verdaderamente alarmantes? ¿Por qué los mismos nicaragüenses nos volvemos tan insensibles a la desgracia que sigue viviendo la Patria de donde procedemos? ¿O, es que llevamos en la sangre la particular “vocación” de ser dóciles alumnos del mal, y limitarnos a doblar la cerviz, aún a sabiendas de todo lo negativo que “legalizamos” con nuestra actitud entreguista? A esta República de la cual somos parte, hay que proveerla de un sistema de democracia que le sonría al futuro, y no una Nicaragua gobernada por individuos absolutistas que le sigan generando más desgracias de las que tenemos actualmente encima; porque está comprobado que el que no usa la razón, mucho menos la inteligencia para gobernar, y se deja llevar por la insensatez de los caprichos personales, está llamado a repetir sus mismos errores.

Entonces, revisando la historia, en sus “fatales páginas” como dijera Rubén Darío, el modernista de nuestra habla hispana, ¿qué sentido tiene que los sandinistas-orteguistas sigan calificando a Somoza de dictador, si el peor dictador de todos los tiempos lo tienen en las entrañas de su mismo partido rojinegro, cuyo desgaste político es tan indudable como el ocaso de los tiranos? El autor es periodista de Somoto.

A esta República, de la cual somos parte, hay que proveerla de un sistema de democracia que le sonría al futuro, y no una Nicaragua gobernada por individuos absolutistas que le sigan generando más desgracias de las que tenemos actualmente encima.

No hay comentarios.: