martes, enero 20, 2009

Obama juramenta como el primer presidente negro de EEUU

TERENCE HUNT / AP
WASHINGTON

Frente a una multitud frenética calculada en más de un millón de personas frente al Capitolio, el presidente electo Barack Obama asumió el martes como el 44 presidente de la nación y el primero de raza negra, un suceso histórico transmitido en vivo a todo el mundo por televisión, internet y radio.

"Hoy estoy aquí con humildad frente a la tarea ante nosotros, agradecido para la confianza que ustedes me han dado, consciente de los sacrificios llevados por nuestros antepasados'', declaró Obama al comenzar su discurso de toma de posesión, junto al presidente saliente George W. Bush.

"Le agradezco al presidente Bush por su servicio a nuestra nación, así como la generosidad y cooperación que ha mostrado a lo largo de esta transición'', agregó.

Obama quebró una barrera racial al convertirse en el primer presidente negro, en un país sumido en graves problemas económicos y guerras en dos países lejanos.

Obama y Bush viajaron juntos en una limusina al Capitolio para la transferencia del poder, en una caravana de automóviles blindados desde la Casa Blanca, donde Bush invitó a tomar café a Obama, el vicepresidente electo y sus respectivas esposas.

Una multitud en ambos lados de la calle vieron el desfile de automóviles hacia el evento histórico. La presencia de fuertes medidas de seguridad fue evidente durante el recorrido, con una línea de agentes de pie frente a los espectadores.

Mientras centenares de miles de personas atestaban el National Mall, una zona de jardines en el centro de Washington DC, para presenciar la toma de posesión de Obama, el hombre en el centro de la vorágine empezó el día callada y reverentemente, con un servicio religioso en una iglesia al lado de la Casa Blanca.

Obama y su familia asistieron a un servicio privado en la iglesia episcopal de San Juan, una tradición para quienes están a punto de rendir el juramento presidencial. La familia del vicepresidente electo Joe Biden también asistió.

Barack y Michelle Obama saludaron a los espectadores y entraron a la iglesia entre los aplausos de unas 200 personas. El coro y la congregación empezó a cantar el himno ‘‘O God Our Help in Ages Past'' (Oh Dios, nuestro socorro en el ayer).

Se trata del primer traspaso de gobierno desde los atentados del 11 de septiembre de 2001. La multitud colmaba el National Mall de extremo a extremo, desde el monumento a Abraham Lincoln hasta el Capitolio estadounidense, para atestiguar la histórica juramentación del primer presidente negro del país.

Dos años después de haber empezado como un poco conocido senador federal por el estado de Illinois con un nombre que sonaba a extranjero, Obama llega a la Oficina Oval de la Casa Blanca como el cuarto presidente más joven de la nación, con 47 años, y el primero afroestadounidense, un logro que hasta hace poco se creía imposible para varias generaciones de minorías étnicas de la nación.

De acuerdo con la costumbre, los Obama y los Biden fueron directamente de la iglesia a la Casa Blanca a tomar café con Bush y su esposa Laura. Michelle Obama llevó un obsequio a la primera dama saliente en una caja blanca decorada con una cinta roja.

El alba de la nueva era demócrata del país -- con los aliados políticos de Obama en control de ambas cámaras del Congreso -- pone fin a ocho años de control republicano, con George W. Bush en la Casa Blanca. Bush deja Washington DC como uno de los presidentes más impopulares de la historia, provocador de divisiones internas, arquitecto de dos guerras inconclusas y el hombre que estuvo a cargo del país durante una calamidad económica que dejó a miles de estadounidenses sin trabajo, ahorros y vivienda.

Bush -- siguiendo la tradición -- dejó una nota para Obama en el cajón de superior de su escritorio en la Oficina Oval.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Dana Perino, dijo que el tema del mensaje -- que Bush escribió el lunes -- era similar a lo que él ha dicho desde la noche en que se supo el resultado de las elecciones: que Obama está a punto de empezar un "nuevo y fabuloso capítulo'' en Estados Unidos, y que le desea lo mejor.
Fuente; (El Nuevo Herald.)

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