sábado, marzo 07, 2009

8 DE MARZO, DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER



Mujeres admirables

El Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo, es una celebración de origen netamente comunista, pero con el transcurso del tiempo fue institucionalizada por acuerdos internacionales y leyes nacionales y se apropiaron de ella todas las clases sociales, afiliaciones políticas y sectores ideológicos. De manera que ahora el Día Internacional de la Mujer es un patrimonio democrático universal que se celebra en casi todas partes del mundo.

Según la información histórica, el Día Internacional de la Mujer se proclamó por acuerdo de una Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas celebrada en 1910 en la ciudad de Copenhague, Dinamarca, en base a la propuesta que presentaron las dirigentes comunistas Clara Zetkin, de Alemania; Rosa Luxemburgo, de Polonia, e Inés Armand, de Rusia. La celebración se oficializó en Rusia Soviética, después que triunfó allí la revolución comunista de noviembre de 1917, y lo mismo ocurrió en todos los países donde se impuso el comunismo al fin de la Segunda Guerra Mundial. Después, la Organización de Naciones Unidas (ONU) declaró el año de 1975 como Año Internacional de la Mujer, y en 1977 adoptó la Resolución 37/142, por medio de la cual invitó a todos los Estados Miembros a que de acuerdo con sus costumbres y tradiciones históricas, dedicaran un día de cada año a realizar una jornada de reconocimiento a los derechos de la mujer.

Fue con base en esa resolución que muchos países, incluido Nicaragua, escogieron el 8 de marzo para celebrar el Día de la Mujer, el cual constituye la ocasión más propicia para rendir homenaje a las mujeres por lo que ellas son en sí mismas, de acuerdo con su condición de sexo y género femenino; pero también para comprometerse o renovar el compromiso de seguir mejorando la situación social, económica, política y jurídica en que se encuentra esta importantísima parte de la sociedad, que en Nicaragua representa según las informaciones estadísticas un 52 por ciento de la población nacional.

En realidad, el Día Internacional de la Mujer no sólo debe de ser un día de festejo en honor a las mujeres, sino también una jornada de compromiso de toda la sociedad para seguir creando las condiciones y los mecanismos institucionales necesarios para eliminar la discriminación de la mujer; y para promover su plena participación en situación de igualdad en todos los procesos económicos, sociales y políticos del país. Por lo tanto, la celebración del Día de la Mujer siempre es oportuna para enfatizar la denuncia de la discriminación femenina, y sobre todo la violencia física y sicológica que sufre la mujer, una repugnante lacra social que en vez de disminuir ha aumentado en Nicaragua, en los últimos años, desde que Daniel Ortega retomó el poder en enero del año 2007. En efecto, según lo que informó una dirigente de la Red de Mujeres contra la Violencia, en el año 2007 fueron asesinadas 63 mujeres y en el 2008 la cifra aumentó a 66, para un promedio de 5.5 mensuales. Sin embargo, sólo en enero de este año 12 mujeres murieron a manos de sus cónyuges, lo cual significa que si continúa este ritmo macabro en 2009 se duplicará la cifra de víctimas de feminicidio.

Aparte de eso, también es justo y necesario que en ocasión del Día de la Mujer se rinda un homenaje especial a todas aquellas mujeres que no sólo participan en las luchas por sus reivindicaciones de sexo y de género, sino que se han puesto a la cabeza de la defensa de los derechos democráticos y humanos de todos los nicaragüenses, hombres y mujeres, y se enfrentan valientemente a las turbas orteguistas que las atacan a pedradas y morterazos. En este sentido hay que mencionar como ejemplo a Violeta Granera y Sofía Montenegro, para sólo citar a dos féminas de distintas procedencias políticas e ideológicas que con su actitud se han ganado el respeto y la admiración de toda la sociedad democrática de Nicaragua. Y por medio de ellas, se reconoce a todas las mujeres que luchan valientemente contra el fraude electoral, en defensa de la democracia y de los derechos económicos, sociales y políticos de todos los nicaragüenses.

En la historia de Nicaragua siempre hubo mujeres que encabezaron la lucha por la libertad, la democracia y el progreso social, lo que al parecer está ocurriendo de nuevo y fortalece la esperanza en un futuro mejor para todos los nicaragüenses.

(Editorial del Diario La Prensa Nic. 7 marzo 09)

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