jueves, octubre 18, 2007

DE LO QUE NADIE QUISO ACORDARSE. SEGUNDA PARTE.

Las primeras victimas de las falsedades comunistas, son los pobres, los proletarios, los obreros, a quienes proclaman redimir, pero después de apoderarse del gobierno, los esclavizan, los vejan y humillan, les dan vida de campo de concentración, Cuba es un gigantesco campo de concentración, les limitan la movilidad, los encapsulan en puestos de trabajo de los que no se pueden mover, les prohíben hacer reclamos, les eliminan la libertad y los derechos sindicales, les quitan sus libertades civiles, les indoctrinan y arrebatan los hijos, obligados a espiar y denunciar a los padres, los obligan a vivir, para controlarlos, con tarjeta de racionamiento, con migajas, les racionan todo, mientras la nueva clase, se da gran vida, con casas en la ciudad, el campo y la playa, carros, choferes, guardaespaldas, sirvientes, con tiendas especiales, abundancia de comida y licores, escuelas y servicios médicos especiales, viajes al extranjero, privilegios y lujos. Así fue, en la Unión Soviética, en Polonia, en Bulgaria, en Alemania Oriental cuando existió, en Yugoslavia, en Rumania, en Hungría, en la Nicaragua sandinista, y así ha sido y es, en Vietnam, en Myanmar, en China Popular, en Corea del Norte, y ya no se diga en Cuba y otros lugares que han sufrido o sufren el azote de gobiernos comunistas.

Sobre la realidad del marxismo-leninismo-estalinismo-castrismo, sus propósitos, sus medios y objetivos siniestros y maléficos, desde que triunfó la revolución bolchevique en la Unión Soviética, y como cercenan la libertad de los pueblos, hay abundante bibliografía, que se ha difundido de muchas formas, y por diversos medios, en archivos, bibliotecas, documentos públicos, publicaciones en los periódicos, la radio y la T.V., artículos en semanarios, folletos y revistas, y libros, escritos por catedráticos, profesores y autores, tanto los no influidos de marxismo, como los mismos marxistas leninistas.

A nivel latinoamericano, tenemos a partir de la época en que se fundaron los primeros partidos comunistas en la región, los records de los diferentes congresos comunistas que se hicieron, tanto en Moscú, organizados primeramente por el KOMINTERN, como en Europa, en Cuba, en Costa Rica, en Argentina, a nivel regional, como en los diferentes países.

Hay libros de advertencia, como “La nueva clase”, de Milovan Djilas, o “La Gran Estafa”, del excomunista peruano Eudocio Ravines, originalmente publicado en ingles con el titulo The Yenan Way, 1951, o el revelador libro de las maquiavélicas manipulaciones para apoderarse de América por el comunismo internacional, de quién fue laureado periodista norteamericano corresponsal internacional del Chicago Tribune, especialista en Latinoamérica, Jules Dubois, “Operación América”, 1964, la historia secreta del plan comunista para la subversión de la América Latina, o el libro del chileno Alberto Baeza Flores, “Las cadenas vienen de lejos”, 1961, donde relata la forma agresiva, baja y vil, de los movimientos de la internacional comunista en Chile, en Cuba y otras áreas latinoamericanas, o el libro “Del buen salvaje al buen revolucionario”, del venezolano Carlos Rangel. Hasta los mismos libros de Lenin.

El prologo a la edición en castellano del libro de Dubois, “Operación América” (originalmente en ingles) lo hizo don Ricardo Castro Beeche, quien fue director de La Nación de Costa Rica, periodista y diplomático, fue Ministro Plenipotenciario y enviado extraordinario de Costa Rica ante la Casa Blanca, y representó a su país en la conferencia que se celebró en San José en 1960, cuando se tomó el acuerdo de aislar a Trujillo después del atentado a Rómulo Betancourt de Venezuela.

Según don Ricardo Castro Beeche: “Este libro debería declararse obra de texto en todos los colegios de la América hispana”.

En el prefacio, Jules Dubois, escribe: “El objetivo soviético (es decir comunista) es mantener sin tregua el martilleo de la propaganda y el sabotaje contra todos los reductos de la libertad en las diecinueve republicas latinoamericanas, para destruir las instituciones fundamentales del sistema que no solamente representa la libertad y la decencia, sino también los bienes inapreciables del hogar, la familia y la dignidad del hombre. Su plan macabro consiste en someter la América latina al yugo comunista.” (Así es en Cuba y fue en la Nicaragua sandinista 1979-1989, y el proyecto expansionista aún lo vemos martillando con Hugo Chávez, con Cuba-Venezuela como eje, y su proyección en Nicaragua, Ecuador, Bolivia, y la sombra sobre otros países incluido Centroamérica)

La bibliografía y las advertencias sobre el comunismo, y sus formas de operar, son viejas y abundantes, por eso es increíble, imperdonable, e inaceptable, la actitud criminal, pues no merece otro calificativo, que tomaron algunos representantes empresariales nicaragüenses en los finales de la década de los setenta, del siglo pasado, asociándose con marxistas-leninistas-estalinistas-castristas, reconocidos, para derrocar a Somoza, sin consideración de alternativas democráticas, creando un problema de inestabilidad política y angustia social al país, grave por sus implicaciones y oscuras inserciones internacionales en que Ortega a comprometido al país, con el agravante que no se vislumbra solución democrática, sino que mas bien el país sigue viviendo en la incertidumbre en cuyos negros abismos se ha hundido mas y mas.

Y es que no puede ser de otra manera, aunque cabria preguntarse, si con las elites que tenemos, que le han fallado al pueblo y lo han traicionado repetidas veces, podremos construir una sociedad cívica y democrática, y en consecuencia, un país, mejor. Tomemos como ejemplo, entre muchos casos, el del actual vicepresidente Jaime Morales Carazo o el embajador en Washington, Arturo Cruz Sequeira.

Jaime Morales Carazo, hizo carrera con bandera de la empresa privada, es primero somocista-antisomocista, para acabar antisomocista furibundo, las circunstancias personales, especialmente con Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, lo convierten en frenético antisandinista. De toda su cólera y furia antisandinista, anti Daniel y anti Rosario, quedaron como testimonio impreso libros como: ¡Mejor que Somoza cualquier cosa! Fue miembro de la cómoda resistencia antisandinista, combatiendo desde una oficina con aire acondicionado, financiada por los norteamericanos, más usufructos y privilegios. Se le metió a Arnoldo Alemán como padrino, protector social y consejero político, después traiciona a Alemán, inverna unos meses en aparente neutralidad política y reaparece, como gran amigo, y candidato a la vice presidencia con Daniel Ortega por el sandinismo, y resulta elegido, por el FSLN, y como segundo, de quién antes fue blanco de su aparente oposición, sus diatribas, sus cóleras y sus improperios. ¿Y los principios? Bien, gracias.

El otro, Arturo Cruz Sequeira, hijo de sandinista colaborador para que el sandinismo y Ortega asaltaran el poder, desempeñando cargos importantes en el gobierno sandinista presidido por Daniel Ortega, hasta que lo defenestraron aterrorizado, las turbas de Daniel Ortega, pasando a ser opositor al sandinismo de Daniel Ortega, por los abusos, las injusticias, ilegitimidades y barbaridades de la tiranía sandinista de Daniel Ortega, dictadura peor que la de Somoza, según declaraciones del mismo Arturo Cruz P, a periodistas como Shirley Cristian. Arturo Cruz S, actual embajador en Washington, famoso mas que todo, en opinión de muchos, por su figureo y oportunismo, al ser defenestrado su padre, supuestamente colaboró con las resistencia antisandinista, para después convertirse en el gurú de la empresa privada y política nicaragüense, desde la atalaya del INCAE, que especialmente durante el gobierno del presidente Bolaños, fue el punto de referencia sobre el devenir democrático de Nicaragua, para después, al ganar las elecciones Daniel Ortega, aceptar colaborar con el.

Tenemos que estar claros, que Daniel Ortega tiene objetivos y proyectos políticos definidos, y colaborar y ayudar a Daniel Ortega a consolidar sus propósitos políticos y oscuros compromisos internacionales es darle una bofetada a la visión de país que la gran mayoría tiene para Nicaragua, y significa apoyar lo que apoya Ortega; a Hugo Chávez, a Evo Morales, a Fidel Castro, a Rafael Correa, a las FARC, al programa atómico de Irán.

El problema con esta clase de elemento, Morales Carazo y Arturo Cruz, como Alfonso Robelo, es de creencia de lo que hacen y dicen en el sector donde se originan estos personajes, del mensaje al pueblo, y su responsabilidad, por ayudar a convertir a Nicaragua en una piltrafa, como le dijo en carta publica el periodista Ernesto Rivas Solís, (q.e.p.d.) a Alfonso Robelo.

Aunque las acciones de estos personajes son en su carácter particular, Morales Carazo y Arturo Cruz, en el fondo, no dejan de simbolizar un carácter del conjunto, esperemos que no sea así y otros demuestren lo contrario. ¿Cómo explicar razonablemente, cómo se puede pasar de ser supuestamente parte de un sector con valores democráticos, y todos los principios que personifica la libre iniciativa humana, a ser parte del gobierno de Daniel Ortega, con todo lo que Daniel Ortega y su gobierno políticamente significan? ¿O es que ahora pueden ser; legítimos, buenos y defendibles, los mismos principios políticos de Ortega que apenas ayer (y aún hoy) eran; ilegítimos, malos y refutables

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