sábado, agosto 21, 2010

21 DE AGOSTO DE 1978 INICIÓ LA LEYENDA DEL COMANDANTE CERO...

Edén Pastora

Militar, político y guerrillero nicaragüense nacido en Metapa (Ciudad Darío) en 1936, conocido con el sobrenombre de "comandante Cero" cuando lideró la guerrilla sandinista que acabó con la dictadura de Anastasio Somoza. Años después fue un miembro destacado de la llamada "Contra nicaragüense", movimiento paramilitar organizado para derrocar a la revolución sandinista.

Edén Pastora estudió en un colegio jesuita antes de ingresar en la Universidad mexicana de Guadalajara donde realizó algunos cursos de la carrera de Medicina. Después de los incidentes producidos en julio de 1959 en la ciudad de León, que costaron la vida a cuatro estudiantes y heridas a más de un centenar de personas, abandonó sus estudios y regresó a Nicaragua para participar en la lucha armada contra el gobierno somocista. La adolescencia de Pastora había estado marcada por un profundo rechazo al régimen del dictador desde que la Guardia Nacional asesinara a su padre cuando el joven Edén tenía sólo siete años.

Edén Pastora

Así, el 22 de agosto de 1978 lideró el movimiento guerrillero que tomó al asalto el Palacio Nacional de Managua y, durante varios días, mantuvo retenidos a más de un millar de responsables políticos afines a Somoza para exigir la liberación de los presos políticos. Consiguió su objetivo y aquel día nació la leyenda del comandante Cero.

Dos meses más tarde, el líder del movimiento sandinista, Daniel Ortega, nombró a Pastora jefe del Estado Mayor General del Ejército insurgente. Confirmado en 1979 el triunfo de la revolución sandinista, el comandante Cero asumió el cargo de viceministro en el departamento de Interior ocupado por Tomás Borge. En el mes de julio de aquel año recibió también el nombramiento de primer jefe nacional de las milicias del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) pero no fue integrado en la Junta Militar de los nueve comandantes encargados de dirigir el país tras la dictadura.

El idilio de Pastora con el FSLN se tornó pronto en franco enfrentamiento. Su manifiesta rivalidad con los líderes políticos de la revolución, fundamentalmente con los hermanos Ortega, se hizo pública el 8 de julio de 1981 cuando renunció a sus cargos como viceministro y jefe militar y acusó al gobierno sandinista de haber cambiado la orientación de su proyecto inicial hacia los planteamientos comunistas representados por Cuba y la Unión Soviética. Tomó el camino del exilio hacia Panamá primero y Costa Rica después.

En abril de 1982 anunció su ruptura radical con el gobierno nicaragüense y la creación de una fuerza de oposición que, sin descartar acciones militares, lucharía para derrocar al ejecutivo sandinista. Los comandantes de la Junta Militar contestaron su desafío desde Managua con una condena a muerte.

Desde su base en Costa Rica, Edén Pastora constituyó el llamado Frente Revolucionario Sandino, grupo armado en el que consiguió reclutar a más de un millar de combatientes y que, antes de acabar 1982, adoptó el nombre de Alianza Revolucionaria Democrática (ARDE). Convencido de que sus antiguos compañeros de guerrilla habían prostituido el espíritu de la revolución, peregrinó por Europa y América Latina en busca de ayuda para combatir a los sandinistas. El presidente panameño Omar Torrijos se convirtió en uno de sus mentores y encontró en las arcas estadounidenses la principal fuente de financiación para su proyecto.

La Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA) había empezado a orquestar en 1981 un movimiento contrarrevolucionario encargado de organizar operaciones militares contra el gobierno sandinista. El liderazgo de la Contra nicaragüense se lo repartían dos grupos principales: los somocistas de la Fuerza Democrática Nicaragüense (FDN) y la Alianza Revolucionaria Democrática (ARDE) de Edén Pastora. Cuando se planteó la posibilidad de que ambos frentes coordinaran sus acciones bélicas contra el enemigo común, el legendario comandante Cero optó por abandonar ARDE. Su negativa a fusionar su guerrilla con los combatientes del FDN debilitaba el avance de la Contra y Pastora se convirtió en un personaje incómodo para los intereses de los servicios secretos norteamericanos.

En abril de 1984, había conseguido alcanzar la costa atlántica nicaragüense y establecer la República Libre de San Juan del Norte, aunque su proclama resultó efímera porque las fuerzas gubernamentales tardaron sólo unos días en desalojar al "comandante". El 30 de mayo de 1984 sufrió un atentado con bomba en el que murieron once personas, cuando celebraba en la localidad de Pencas, próxima a la frontera costarricense, una rueda de prensa en la que había previsto denunciar las supuestas presiones que recibía de la CIA para abandonar la lucha armada.

Pastora y su esposa Yolanda salvaron la vida aunque salieron del país con múltiples heridas. Dos años después del atentado, anunció su renuncia a la acción militar y pidió asilo en Costa Rica. Junto a una veintena de antiguos combatientes de ARDE creó una pequeña empresa pesquera en Samara y retomó así una de las pasiones profesionales que le han acompañado durante toda su vida.

En aquel momento, hacia noviembre de 1986, estalló en Estados Unidos el escándalo Irangate que implicaba a miembros del Consejo de Seguridad Nacional en operaciones ilegales de venta de armamento a Irán, cuyos beneficios se desviaban para financiar a la Contra nicaragüense. En mayo de 1987, Edén Pastora reconoció públicamente que la CIA le había suministrado material de guerra y acusó al teniente coronel Oliver North, directamente implicado en el Irán Gate, de estar detrás del atentado que sufrió en Pencas en 1984. Investigaciones posteriores responsabilizaron a los servicios de seguridad sandinista del ataque aunque otras fuentes no descartaban la intervención de la CIA en el intento de asesinar a Pastora.

Comenzaban por entonces las negociaciones de paz entre el gobierno de Daniel Ortega y los grupos contrarrevolucionarios y en febrero de 1990 se celebró un proceso electoral coordinado por la Comisión de Verificación y Apoyo Internacional de la Organización de Estados Americanos (OEA), de la que formaban parte cinco presidentes de los países del área. Pastora había regresado al país en diciembre de 1989 y participó activamente en la campaña electoral en favor del Partido Socialcristiano (PSC), liderado por Erik Ramírez, aunque la victoria recayó finalmente en Violeta Barrios de Chamorro, candidata de la Unión Nacional Opositora (UNO).

Hasta aquí seguí el rastro de Pastora, un imbécil que hizo de Nicaragua un país decrépito que hoy está en manos de un asesino rojinegro quien a todas luces trata de reelegirse y que a la fecha, él y su familia es dueño de todo Nicaragua. No me extrañaría que voten por él pues en el país de los ciegos, el tuerto es rey.}

2 comentarios:

Pedro Rholax dijo...

Lo de Nicaragua es de miedo,hacen bueno al infame de Somoza. ¡La izquierda ha dado tantos personajes nefastos! Peores que la derecha pues han jugado con las ilusiones del pueblo.

Frances dijo...

Así es amigo; lo que dices es absolutamente verdad. La izquierda en el mundo y México o es la excepción hace sólo estupideces y debes de creerme cuando te digo que todos están archimillonarios a costillas de la gente humilde y sobre todo a los que le lavan el cerebro con sus mentiras. Pero bueno, siempre he sostenido que a cada chancho (cerdo) le llega su sábado.

Gracias por comentar. Voy a publicar tus chistes en el blog que, aunque está en los comentarios, es mejor ponerlos directos ya que la gente es huevona cuando se trata de leer, bueno, no toda...

Ciao.

Francés