domingo, agosto 29, 2010

Iglesia acusa a Ebrard de incurrir en peculado

Nurit Martínez
El Universal
Ciudad de México
Domingo 29 de agosto de 2010

El vocero de la Arquidiócesis señaló que el jefe de Gobierno desvió recursos para demandarlo a él y al arzobispo Juan Sandoval Íñiguez por sus dichos sobre las uniones gay

Marcelo Ebrard, jefe de gobierno del Distrito Federal fue acusado de incurrir en el "posible delito de peculado", acusó el vocero de la Arquidiócesis de México, Hugo Valdemar, al señalar que "está haciendo un abuso de su poder utilizando diversas instancias del estado para ir con toda la maquinaria del gobierno en mi contra".

A poco más de dos semanas de que iniciaron acusaciones mutuas entre el titular del gobierno en la ciudad de México, el perredista Marcelo Ebrard, y el cardenal de Guadalajara, Juan Sandoval Íñiguez, así como el vocero de la Arquidiócesis de México, Hugo Valdemar, este último afirmó que utilizará sus derechos como ciudadano y no hará uso de abogados para defenderse.

Al concluir la misa dominical en la Catedral Metropolitana, el vocero de la Arquidiócesis aseguró que se defiende en contra de la demanda civil interpuesta por "supuesto daño moral", como consecuencia de sus declaraciones ante los medios de comunicación, una vez que se aprobó en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), la adopción para los matrimonios de homosexuales.

Señaló que Marcelo Ebrard comete el "supuesto delito de peculado" al utilizar "abogados, recursos económicos y la demanda interpuesta en los tribunales de la demarcación que gobierna, para reprimir, amedrentar y acallar la voz de un ciudadano, cayendo así en la posible comisión del delito de peculado que se le puede atribuir".

"Si Marcelo Ebrard hubiera querido actuar legalmente debió haber contratado y pagado de su dinero a sus propios abogados y no autorizando ante el tribunal a más de ¡veinte! abogados que son pagados con los impuestos de los ciudadanos del Distrito Federal para actuar contra un ciudadano, ¡los impuestos al servicio de la represión y la intolerancia!".

El vocero aseguró que su decisión de prescindir de una defensa jurídica profesional obedece a la intensión de hacer valer los derechos de un ciudadano que se defiende por sí mismo contra la maquinaria enorme y desproporcionada del Estado que abusivamente pretende pisotear los derechos de sus gobernados que disienten de su ideología política y formas de gobierno.

Rechazó que en sus declaraciones públicas él haya violado el artículo 130 de la Constitución, al violentar el Estado Laico. Esto "ha sido el ejercicio del derecho a la libertad de expresión y mis manifestaciones no constituyen delito alguno, ya que en realidad se trata de una acusación de naturaleza puramente civil, que en ningún caos amerita cárcel.

Reprochó que Marcelo Ebrard plantee públicamente que se ha cometido un delito, para considerar al vocero como un "delincuente", lo cual dijo sólo se juzga en la Secretaría de Gobernación.

Calificó como "dolo" el que en la denuncia el jefe de gobierno capitalino, haya "empatado las declaraciones del cardenal Juan Sandoval Íñiguez, arzobispo de Guadalajara, como si se tratara de la misma persona, los mismos lugares y los mismo dichos, lo cual es falso".

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