martes, noviembre 08, 2011

EL PUEBLO PASO CUENTAS‏

Las pasiones políticas se mantienen a flor de piel en Nicaragua luego de los resultados electorales del domingo y muchos, sobre todo en la acera de la oposición o aquellos que no simpatizaban con el sandinismo, se resisten aceptar lo que el pueblo decidió en las urnas y alegan que hubo fraude…

Pero la verdad es que los liberales fueron suficientemente advertidos por el mismo pueblo y fue el pueblo quien les pasó la cuenta…

En enero del 2010 cuando Eduardo Montealegre y Arnoldo Alemán comenzaban a hablar de unidad, la encuestadora CID Gallup preguntó a la población si los liberales deberían unirse para enfrentar a Daniel Ortega en Noviembre del 2011… Entonces, solo un 35% apoyaba la reelección de Ortega, Solo el 27% consideraba que la situación estaría mejor ese año, el 40% esperaba que fuera igual… En Enero del 2010 el FSLN como partido tenía una simpatía del 33%, un 15% prefería al PLC, el 2% a la ALN, el 9% al MVE, otros partidos incluyendo el MRS, el 5% y gente sin partido era del 36%... La mayoría de todos los entrevistados por CID Gallup consideraba que una alianza entre los que no son del FSLN era necesaria para derrotar a ese partido político. El 29% creía que era totalmente necesaria; el 28% necesaria; el 15% totalmente innecesaria; el 16% innecesaria; el 12% no respondió… ¿Por qué los liberales no escucharon la voz del pueblo?



¿POR QUÉ NO SE UNIERON?…

¿Qué hizo que los nicaragüenses le dieran un voto mayoritario a Daniel Ortega? En enero del 2010 en una encuesta de CID Gallup el 16% decía que Daniel Ortega conducía muy mal al país; el 17% mal; el 27% ni bien, ni mal; el 25% dice que bien; el 11% no respondió. El 43% desaprobaba su gestión, pero el 48% sí la aprobaba, el 9% no respondió… “No obstante la evaluación negativa, se nota una mejoría en el índice de aprobación de Daniel Ortega. Desde Junio del 2008 al presente ha mejorado en 35% puntos. Sigue siendo negativa la aprobación, pero menos que en otros periodos de la gestión”, destacó la encuestadora en aquella oportunidad… Entonces la personalidad más popular y que se daba como seguro candidato era el ex alcalde de Managua, Dionisio Marenco y como la segunda personalidad aparecía Mundo Jarquin del MRS. Para la época era Eduardo Montealegre el político mejor visto como líder de la oposición y detrás de él Arnoldo Alemán… “Es aparente que estos dos líderes, si se unieran detrás de una sola persona, pudieran tener bastante poder”, aseguraba Gallup… ¿Por qué no pudieron unirse?

LIBERALES PERDIERON BASE… El liberalismo nicaragüense, que fue una ideología determinante en la historia de Nicaragua de los años 30 se debilitó desde el 2002 producto de sus guerras internas y eso fue una constante que marcaron las encuestas… El liberalismo como ideología había perdido simpatizantes entre Diciembre del 2009 y Febrero del 2010, al compararse los mismos datos de la CID Gallup… En diciembre 2009, en 17 cabeceras departamentales un 42,9% dijo sentirse liberal, en Febrero solamente el 22% dijo sentirse liberal, mientras que los que se dicen sandinistas habían aumentado… Un 57% creía que la oposición debía unirse, lo cual coincide con todas las otras encuestadoras… En la encuesta de CID Gallup, el 56% dice que no votaría por Daniel Ortega en el 2011, sin embargo un 10% de estos evaluaban bien su gestión. La encuesta demostraba que en política no hay muertos políticos ni cadáveres insepultos y que no es tan cierto que Arnoldo Alemán es un político acabado… Del 2006 al 2009 Alemán pasó del 18% al 24% en sus opiniones favorables, lo cual significaba que creció en 6% en su imagen positiva ante la población, mientras que Eduardo Montealegre descendía…

LIBRETA DE APUNTES… “Los liberales sostendrían una nueva reunión de trabajo, alrededor de los esfuerzos de unidad, con el obispo de Estelí, Monseñor Juan Abelardo Mata y ahí se discutiría a grandes rasgos los recientes resultados de la encuesta de CID Gallup, en donde un 56% de los consultados exige la unidad de los liberales y diversos escenarios alrededor de la candidatura presidencial unificada, que debe ser definida este año”. Informe Pastrán, Febrero del 2010.

MI COMENTARIO.

Lo anterior es un análisis integro publicado por el Informe Pastrán y soportado estadísticamente por las encuestas que en su momento se conocieron y al final dieron todas en el clavo, independientemente de las monstruosas irregularidades que se cometieron y que difícilmente veo puedan tener alguna reversión.

Sin embargo dos días después de la debacle seguimos diciéndonos horrores mientras los que van para cinco años más, ya no celebran tanto la revolución obtenida fraudulentamente, sino nuestra propia extinción; la de los supuestos demócratas que no fuimos capaces de tolerarnos entre nosotros mismos.

Por el amor de Dios reflexionemos y entendamos que el pueblo se hartó más de nuestros odios y divisiones que de las fatalidades dictatoriales de quien ahora, gracias a nosotros mismos, viene por el cambio total de nuestro sistema político.

Ahora debemos entender que no son ellos los culpables. Nuestros adversarios hicieron lo correcto desde el manejo político de sus objetivos y en el marco de sus características operativas que son tan alejadas de lo ético y lo moral como lo que nosotros mismos hacemos.

Agarrémonos duro ahora si es que tenemos alguna tabla de salvación a nuestro alcance en éste nuestro mundo terrenal. Se debe hacer más que mucho para seguir hablando a nombre de la libertad pero sin crédulos de nuestra parte que estén dispuestos a escucharnos mientras la relación entre nuestra familia siga siendo de “perros y gatos”.

El liberalismo está en un franco proceso de extinción después de haberse confirmado una vez más que se vencía así mismo. No serán pocos, en el desgrane previsible, los que agobiados por la frustración se rendirán ante los halagos de los súper poderosos. Ahora se pondrá más de moda la sobrevivencia y en ésta materia desgraciadamente los que perdimos o fuimos defraudados, llámele usted como quiera, no tenemos nada que ofrecer, ni siquiera la esperanza de dar los primeros pasos hacia nuestra propia reconciliación.


Moisés Absalón Pastora.

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