domingo, abril 20, 2008

"NO HAY COSA PEOR DE DESPERDICIAR QUE LA DEMOCRACIA"


Por Douglas Carcache Miami, EE.UU.
domingo@laprensa.com.ni
Mujer de éxito

Ana Navarro era una niña cuando llegó exiliada a los Estados Unidos. Tenía ocho años de edad y de forma brusca tuvo que abandonar la vida sencilla de Chinandega, una ciudad del occidente de Nicaragua donde su padre, José Augusto Navarro, se dedicaba a la agricultura. Comenzaba la década de los 80 y en Miami aumentaba la comunidad de exiliados nicaragüenses que huían del régimen sandinista, que expropiaba tierras y empresas a quienes se negaban a colaborar de forma incondicional con la revolución. Navarro recibe a LA PRENSA, 28 años después, en una de las residenciales exclusivas de Miami, Country Club Prado, en Coral Gable, que de alguna manera muestra el éxito profesional y, por tanto, económico de esta nicaragüense que cada día parece menos dispuesta a volver a residir en la tierra donde nació. Parece muy ocupada. Acordar con ella un horario para la entrevista fue un tanto difícil y cuando íbamos rumbo a su casa nos perdimos en una de las tantas autopistas de Miami, por lo que nos atrasamos. La llamamos y ella, un poco tensa, nos guió y nos recordó que después de atender a LA PRENSA tenía una entrevista en un estudio de Univisión. Ella es hoy parte del equipo de apoyo del candidato republicano, John McCain.

Atiende a los medios de comunicación hispanos en la campaña republicana, y al hablar de Nicaragua comenta que los nicaragüenses en Estados Unidos están perdiendo la ilusión de volver a su patria, debido a que gobiernos corruptos han desperdiciado la democracia

Ana Navarro es una abogada nicaragüense bastante joven, con estudios adicionales en ciencias políticas y temas latinoamericanos, que se mueve entre el Capitolio y la Casa Blanca, en Washington, haciendo lobby para clientes privados, empresas y hasta gobiernos.

Trabajó, por ejemplo, para el Gobierno de El Salvador, buscándole apoyo entre congresistas y asesores presidenciales en la negociación del tratado de libre comercio con Estados Unidos (Cafta), en la ampliación del estatus de protección temporal para inmigrantes salvadoreños (TPS) y en otros asuntos de las relaciones bilaterales entre las dos naciones, a nivel federal.

Sin embargo, el año pasado Navarro hizo a un lado esas actividades profesionales para sumergirse en la campaña del precandidato presidencial republicano John McCain, quien hace poco ganó la nominación de su partido y se enfrentará en noviembre con el candidato demócrata en los comicios que decidirán quién será el próximo Presidente de Estados Unidos de América.

McCain, quien criticó la intervención estadounidense a Irak al inicio y luego la respaldó, ha manifestado su intención de que los inmigrantes indocumentados consigan la ciudadanía, lo que a Navarro le parece una actitud valiente.
¿Cómo empezó a trabajar con los republicanos y luego con la campaña de McCain?

Cuando mi papá (José Augusto Navarro) estaba en la Contra, yo recuerdo que siendo niña en mi casa seguían los debates en el Congreso (EE.UU.) y los discursos de (Ronald) Reagan acerca de la Contra. Probablemente fue allí donde nació mi lealtad y agradecimiento por el Partido Republicano. Aquellas menciones sobre los freedom fighters, por parte de Reagan, tenían un gran significado y allí comencé a seguir la cosa. En mi familia siempre fuimos muy políticos en el sentido de que siempre mi papá estuvo muy involucrado en el tema político en Nicaragua, y desde chiquita me anduvo en manifestaciones del MDN (Movimiento Democrático Nicaragüense). Crecí y de esa manera comencé a rozarme con gente activa en la política de aquí, en los Estados Unidos, y desde muy chiquita comencé de voluntaria en campañas y asistiendo a mitines políticos.
¿Cuáles son las posibilidades o ventajas que tendrían los inmigrantes, si él llegara a la Casa Blanca?

Primero, su involucración con Nicaragua viene de mucho antes. Él era el representante republicano para el grupo de trabajo del Senado durante los (años) 80 y en ese papel visitó Nicaragua y Centroamérica decenas de veces; y todavía recuerda que el representante por el lado demócrata era el senador Chris Dodd, y John McCain era el representante por el lado republicano. Recuerda que cuando iban a Nicaragua, iban a diferentes reuniones y cuando Chris Dodd se iba a reunir con Daniel Ortega, él (McCain) casi siempre se iba al (mercado) Huembes. Todavía me dice que cree que ha vivido demasiado, si ha tenido que ver a Daniel Ortega en el poder de nuevo. En el tema de inmigración, él conoce la realidad latinoamericana, ha estado allí en muchas ocasiones como senador. McCain no se ha dado por vencido en querer ver la reforma integral para los inmigrantes, pero sí se aprendieron varias lecciones del fracasado intento del año pasado; esta ley no fue derrotada por falta de compromiso presidencial, sino porque no existía y no existe todavía el clima político en los Estados Unidos como para hacer este tipo de ley integral. McCain se dio cuenta de eso y cree que hay que tomar los pasos necesarios para poder crear ese clima político. Él lo que dice es que el pueblo americano ha perdido la confianza de que su gobierno puede mantener la frontera segura... McCain siempre se ha negado a ser parte de una retórica negativa en contra de los hispanos, en contra de los inmigrantes.
Pero eso le puede costar la campaña.

Ya pasamos la nominación republicana. Creo que la gente respeta el hecho de que él como candidato habla claro y dice las verdades. Aunque no estén de acuerdo con él, en uno u otro tema, saben qué es lo que él representa claramente. Espero que los latinos, que el voto latino en noviembre, los latinos van a reconocer el compromiso de John McCain hacia los latinos, la solidaridad y respeto que siempre ha demostrado por el pueblo latino.
Con la relación a Nicaragua, ¿qué cambio representaría un triunfo de McCain? No sólo con Nicaragua, también con países como Venezuela.

Con John McCain no van a poder jugar. Es un hombre que va a tener un gran respeto a nivel internacional, a él no le gusta mucho entrar en dimes que te diré, con Hugo Chávez por ejemplo, porque dice que es elevar a Hugo Chávez a un nivel que no se merece. McCain conoce la historia, la trayectoria de Daniel Ortega desde los 80 y es algo que no se le ha olvidado; es un hombre muy a favor del libre comercio, así que creo que los lazos comerciales con América Latina van a incrementar. Él dice que uno de sus primeros viajes como Presidente sería precisamente a la región latinoamericana, planea ponerle muchísima atención. Reconoce que la región latinoamericana, por las circunstancias con Irak en el medio oriente, no ha tenido la atención que merece y es algo en lo que quiere trabajar. En una administración McCain se miraría una presencia fuerte, se fortalecerían los lazos comerciales y habría esfuerzos por fortalecer las democracias en la región.
¿Sería un gran cambio con relación a la política de Bush?

Creo que Bush tenía las intenciones de que Latinoamérica fuera una de sus prioridades, pero las circunstancias cambiaron, mundialmente, y la percepción es que no lo es. También creo que no le dan crédito por cosas que sí ha logrado. Fue George Bush el que creó el Fondo del Milenio y hay varios países, incluyendo Nicaragua, que se están beneficiando enormemente a través de ese fondo. A veces, media docena de médicos cubanos o unos cuantos barriles de petróleo venezolano que no se pueden ni procesar, reciben más propaganda que los cientos de millones de dólares en ayuda que está enviando los Estados Unidos. Creo que McCain traería nueva energía, vigor, a las relaciones con América Latina.
A Bush parece difícil que le aprueben el tratado de libre comercio con Colombia. ¿Insistiría McCain? ¿Cómo podría lograrlo?

McCain es muy libre comercio. Estuvo a favor del Cafta, fue uno de los grandes impulsores del Cafta. Tristemente el tratado de libre comercio con Colombia está atrapado en un centrífugo electoral en los Estados Unidos y la realidad es que los candidatos demócratas dependen mucho y son unos títeres de los sindicatos nacionales en los Estados Unidos. Un candidato demócrata no puede darse el lujo de antagonizar a un sindicato. Los sindicatos ya han anunciado que van a meter más de 50 millones de dólares en una campaña en contra de John McCain, y entonces lo que estás viendo es que los demócratas, los candidatos presidenciales, están respondiendo a las exigencias de los sindicatos que para el Partido Demócrata son parte de su base y un voto crucial.
¿Y si ganan los demócratas? ¿Qué pasaría con los inmigrantes hispanos?

Los dos candidatos demócratas han dicho que en su primer año enviarían una ley integral de inmigración al Congreso, pero la verdad es que ya este presidente Bush envió una ley integral al Congreso; y al presidente Bush hay que darle el crédito de que estaba comprometido con pasar esa ley, pero los grupos antiinmigrantes estaban muy bien organizados y fueron muy activos y fue imposible lograr el apoyo. La ley inmigratoria no consiguió los votos necesarios para salir del Senado, pero sí incluyó muchos votos de senadores demócratas. Me parece un poco de demagogia de los candidatos presidenciales demócratas, ofrecerle a los hispanos inmigrantes que vas a enviar una ley, porque la verdad es que ya tuvieron su oportunidad para ser líderes en ese tema. Ni Hilary (Clinton) ni (Barack) Obama pusieron gran esfuerzo en lograr los votos de los senadores demócratas, de la manera que lo hizo Ted Kennedy, por ejemplo. Hay que mirar quién es el que ya puso el capital político sobre la mesa en este tema y esas personas, sólo hay un candidato, es McCain.
¿Crees que Ortega provoca mayor migración de nicaragüenses?

Creo que sí, que Daniel Ortega y algunas de las medidas antidemocráticas que se están llevando a cabo en Nicaragua atemorizan a la gente. Creo que no es una cuestión aislada, creo que Daniel Ortega y sus políticas han tenido un efecto negativo sobre la economía y sobre el desempleo. Hay muchos inversionistas extranjeros que no han ido a invertir a Nicaragua precisamente porque ganó Daniel Ortega y por la inestabilidad política, social y judicial que existe en Nicaragua... Han detenido la inversión extranjera y la mejoría económica. Yo creo que los inmigrantes siguen llegando por razones económicas y sociales, y eso en parte corresponde a la actuación de este gobierno y de otros.
¿Qué hace Ana Navarro en la campaña en McCain?

Yo soy amiga de John McCain desde hace muchos años y tengo una amistad muy personal; y llegamos a tener al inicio una campaña tan pobre y sólo había un puñadito de personas, voluntarios más que todo, que se mantuvieron y no perdieron la confianza, no abandonaron el barco. Yo hago, desde recaudar fondos... Tengo un recaudafondos para él, el 27 de abril, él viene para acá. Le hice uno, aquí en esta casa a finales del año pasado, cuando nadie pensaba que él podía ganar (la nominación). Hago de prensa hispana para él (relación con periodistas), lo acompaño en viajes, hablamos de temas hispanos, hablamos de América Latina; hablamos de Cuba...
¿Por qué los candidatos de los dos partidos consideran mantener el embargo a Cuba? Si lo quitaran tal vez acelerarían la transformación en la isla.

Ya estamos al final de la carrera, me parece a mí. Para todos los propósitos, Fidel Castro está muerto, sólo está en el papeleo. No me parece correcto, y sé que John McCain comparte esto, hacer concesiones unilaterales por parte de los Estados Unidos y darle la credibilidad a Cuba, cuando Cuba mantiene presos políticos, cuando en Cuba no hay elecciones democráticas, cuando en Cuba hay una tiranía. Todos añoramos un día, cuando Cuba sea libre, que el embargo se pueda levantar si las condiciones existen. Queremos levantar el embargo siempre y cuando se cumplan tres condiciones sencillas: que liberen a todos los presos políticos, que permitan la existencia de multipartidos y que se lleven a cabo elecciones democráticas.
La guerra en Irak afectó a los republicanos. ¿Qué posibilidades tiene McCain de ganar las elecciones en medio de ese conflicto?

Es verdad que existe una frustración por la guerra en Irak y es verdad que la guerra fue mal manejada en los primeros años. John McCain es el primero y fue una de las voces republicanas que se paró a criticar el manejo hacia la guerra, pero también es verdad que abandonar Irak en estos momentos crearía un caos más grande que el que encontramos, y dejaría a Al Qaeda fortalecido y probablemente vendría a atacarnos aquí, en nuestro suelo. Todos quisiéramos que la guerra acabara, pero tiene que ser un fin responsable y estratégico. John McCain siempre dice que él prefiere perder una elección que perder una guerra, porque él ha sufrido la guerra en carne propia y ya sabe cuáles son las consecuencias para el país de perder esa guerra.
¿Ha caído el interés de los nicas aquí por volver a su país?

En el 90 existía optimismo y una gran ilusión de nicaragüenses por regresar a su patria y poder contribuir a una recuperación económica de Nicaragua, pero no hay cosa peor de desperdiciar que la democracia; y gobiernos corruptos, tanto de derecha como de izquierda, han desperdiciado la democracia en Nicaragua y le han quitado la ilusión a muchos de los que querían volver.
¿Cómo cambiaría la situación de Nicaragua si los profesionales nicaragüenses en Estados Unidos volvieran?

Los profesionales nicaragüenses y de éxito que existen en Miami sólo regresarían si piensan que existen las condiciones, donde ellos pudieran aportar algo al país; y Nicaragua se beneficiaría de eso, si es que les permiten activarse, motivarse y participar.
¿Alguna vez consideraste volver? ¿Por qué no lo hiciste?

Porque mi vida se desarrolló toda aquí. Mis papás regresaron, las elecciones fueron en febrero de 1990 y ellos regresaron esa misma Semana Santa a Nicaragua. Mi papá me dijo que a él, para volver a sacarlo de Nicaragua, había que hacerlo en un ataúd. Yo estaba justamente acabando mi último año de secundaria, ya estaba aceptada en la Universidad de Miami; en Nicaragua no existían las condiciones entonces... Era regresar, encontrar a donde vivir, hasta comprar carro era difícil en Nicaragua... Y una va construyendo lazos de todo tipo, lazos afectivos, lazos profesionales; entonces, mi vida se desarrolló aquí. Yo pienso que puedo contribuir más desde aquí, de lo que podría hacer en Nicaragua; y a mi me da mucha tristeza y mucho disgusto la situación política en Nicaragua.
¿Cómo imaginás el futuro de Nicaragua, a cinco o diez años?

Espero que pueda liberarse de los caudillos que la mantienen rehén y mantienen presa a la democracia, el avance; espero que Nicaragua pueda liberarse de los caudillos que detienen el progreso, que hacen pactos entre sí... Yo no tengo planes de volver a Nicaragua mientras Daniel Ortega esté en el poder.
¿Es posible ahora el asilo para nicas por persecución política?

El asilo lo pueden pedir, lo difícil es que se los otorguen. La aprobación de asilo para los nicaragüenses es casi nula en este momento. Lo que sí es importante es lograr la extensión del TPS para los nicaragüenses y para los otros centroamericanos.
¿Es el gobierno de Ortega un factor fuerte como para que el asilo sea reconsiderado, si algunos nicaragüenses se sienten amenazados?

Creo que el gobierno de Daniel Ortega no es un factor fuerte para nada. Actualmente no tiene gran presencia en Washington y es así como un niño de coro de Hugo Chávez, es parte del coro de Hugo Chávez; pero el tema del asilo, conseguir asilo en los Estados Unidos es muy difícil. Los estándares han subido mucho, es un proceso costoso, largo, complicado.

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