viernes, julio 25, 2008
OTRO CRUCE DE ESPADAS...
El embajador de Colombia en la OEA, Camilo Ospina, acusó al presidente Daniel Ortega de mantener su apoyo a grupos terroristas, a contrapelo de la comunidad internacional. (LA PRENSA/ CORTESÍA)
Camilo Ospina pide a Ortega no sepultarse políticamente con las FARC, ante el aislamiento que enfrentan
Nicaragua, por su parte, mezcla el tema de la guerrilla con el diferendo limítrofe en el Caribe
Camilo Ospina pide a Ortega no sepultarse políticamente con las FARC, ante el aislamiento que enfrentan
Nicaragua, por su parte, mezcla el tema de la guerrilla con el diferendo limítrofe en el Caribe
María José Uriarte, Yader Luna y Arlen Cerda
politica@laprensa.com.ni
Aunque fueron posturas opuestas, durante las intervenciones de los embajadores de Nicaragua y Colombia, en la sesión ordinaria del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), hubo coincidencia en que los mandatarios de ambos países violan legislaciones internacionales. El embajador de Colombia en la OEA, Camilo Ospina, acusó al presidente Ortega de violar las obligaciones internacionales en materia de lucha contra el terrorismo, al mantener un apoyo directo al grupo guerrillero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Por su parte, el embajador de Nicaragua, Denis Moncada Colindres, señalaba al presidente Álvaro Uribe de violar las Cartas de la OEA y de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), por el litigio pendiente en el mar Caribe, donde el Gobierno colombiano se opone a retirar fragatas de la zona reclamada por Nicaragua.
Sin embargo, el embajador Ospina hizo un llamado al presidente Ortega, basado en sus relaciones con los miembros de las FARC.
“Presidente Ortega, ayúdenos a sepultar el cadáver de las FARC, no se sepulte con ellos”, esto en alusión a la perspectiva de que el grupo guerrillero enfrenta una profunda crisis por la pérdida de dirigentes como “Manuel Marulanda” (“Tirofijo”) y “Raúl Reyes”.
Ospina enfatizó que “el Gobierno de Colombia no quiere ninguna clase de confrontación con ningún país. El único objetivo de los colombianos es terminar con el terrorismo de una vez por todas, y para ello es necesario que los terroristas no cuenten con ninguna clase de apoyo internacional. Nuestro fin es desmantelar cualquier soporte que el terrorismo pueda tener en cualquier país del mundo, y consideramos que esa es una meta justa, pedimos a los países del hemisferio, solidaridad para el logro de este fin común. La OEA es el foro apropiado para que acordemos cómo hacerlo y su intervención es una alternativa para evitar que los criminales sean los que impongan la dinámica de nuestras relaciones”.
NICARAGUA SE RESERVA DERECHO DE ACUSAR
El embajador de Nicaragua, Denis Moncada, respondió a los señalamientos colombianos, que el Gobierno nicaragüense se reservaba el derecho de acusar al Gobierno de Colombia por crímenes internacionales, por violaciones sistemáticas al Derecho Internacional, a los Derechos Humanos y al Derecho Internacional Humanitario.
“Estos delitos se han materializado por la comisión de crímenes de guerra contra prisioneros heridos, por actos de agresión al Estado ecuatoriano, por delitos de lesa humanidad y uso indebido de los símbolos de la Cruz Roja Internacional”, indicó Moncada.
Enfatizó que “la constante amenaza del uso de la fuerza contra Nicaragua con despliegues navales es rechazada y denunciada por nuestro Gobierno. No podemos aceptar que con el pretexto del combate al narcotráfico, terrorismo y cualquier otro tipo de amenaza a la seguridad nacional, se pretenda implantar una nueva forma de intervención y agresión en contra de otros Estados. Esta práctica de terrorismo de Estado la rechazamos enérgicamente”.
“PRESIDENTE IRRESPONSABLE”
A pesar de los señalamientos del embajador colombiano, Camilo Ospina, sobre las implicancias del respaldo que el presidente Ortega brinda a las FARC, dijo que por el momento no impulsarían ningún tipo de acción, ya que no se podía condenar a un país por la actitud de su gobernante.
“Esto es grave. Colombia tiene derecho a pedir las sanciones que se pueden imponer a quienes patrocinan el terrorismo, pero no lo hará contra Nicaragua, porque entiende que la actitud irresponsable de un gobernante no puede dar lugar al castigo de un pueblo comprometido con la democracia. Suficiente castigo es su Gobierno. Colombia no hará nada que perjudique al pueblo de Nicaragua, actuará contra el señor Ortega en la oportunidad correcta”.
Ospina en su intervención leyó la nota de protesta que el canciller Jaime Bermúdez envió el pasado 17 de julio al Gobierno de Nicaragua, después que el presidente Ortega aceptara, en una actividad pública, impulsar un diálogo con el Secretariado de las FARC, como respuesta a una solicitud realizada por las fuerzas irregulares colombianas.
“Es necesario ratificar el profundo respeto y afecto del pueblo colombiano al pueblo nicaragüense, a su lucha por conseguir la paz y el bienestar, objetivos posibles sólo con democracia, con libertad de expresión, con honestidad en la política pública, con respeto a los derechos humanos de todos los ciudadanos”.
En sus críticas a Ortega, añadió que “Colombia distingue muy bien entre un pueblo honesto y trabajador, y un gobernante que protege terroristas, que quita de la boca a sus ciudadanos miles de dólares para transportar a su territorio mediante engaños y atender como princesas a terroristas reconocidas por las FARC (las colombianas Doris Torres y Martha Pérez) como miembros de esa organización, que viola la ley internacional, para distraer la atención de su realidad interna, sin importarle las consecuencias para el pueblo inocente que sólo reclama sus derechos”.
SANTOS CONSECUENTE CON ORTEGA
El canciller Samuel Santos aseguró que no tiene “la menor idea” sobre la presencia de miembros de las FARC en Nicaragua, como han afirmado varias fuentes de LA PRENSA. Sin embargo, con esto no negó ni confirmó la supuesta visita, sino que sólo justificó que desconocía de la misma.
“Me cortás la cabeza, pero no tengo la menor idea (...) Yo no te puedo afirmar nada que no conozca. Colombia podrá decir misa, pero yo aquí, que me parta un rayo, como dicen, no tengo conocimiento”, respondió el canciller ante la insistencia de los periodistas.
Además, siguió defendiendo la acogida que dio el Gobierno a las guerrilleras Doris Torres y Marta Pérez, de Colombia (aquí asiladas), sobrevivientes del ataque al campamento de las FARC en Ecuador junto a la mexicana Lucía Morett, realizado por el Ejército de Colombia a principios de marzo, y sobre la extradición de éstas dijo que Colombia “puede solicitar lo que quiera”.
A juicio del canciller, el Gobierno que preside Ortega es “especialmente cuidadoso con el Derecho Internacional” y sostuvo que Nicaragua no tiene “por qué pedir permiso a nadie para luchar por la paz” , tal como expresó la semana pasada el presidente Daniel Ortega.
Además, el canciller calificó de “dramático” al embajador de Colombia ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Camilo Ospina, por pedir al Gobierno de Nicaragua que “les ayude a sepultar el cadáver de las FARC y no se sepulte con ellas”. Según él, el Gobierno de Nicaragua no se sepulta, sino que “resurge” con Ortega.
Según Santos, “algunos exageran, sobre todo cuando sus actuaciones no son las mejores que como nación y como pueblo debiéramos de tener” y justificó al grupo guerrillero.
“Me suena un poco dramático lo que dijo el embajador Ospina (...) Yo creo que nosotros no nos sepultamos porque somos un país que está resurgiendo y haciendo un enorme esfuerzo en este Gobierno para resolver todos los problemas internos”, dijo entre risas.
Además, estimó que Colombia exagera “sin pruebas” sobre la visita de una delegación guerrillera y dice sólo lo que conviene, mientras irrespeta los límites marítimos con Nicaragua, con la permanencia de fragatas militares de ese país en el mar Caribe, que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya desconoció como límite entre los dos países.
MORALES DEFIENDE A ORTEGA
El vicepresidente Jaime Morales Carazo minimizó la denuncia hecha por el Gobierno ante la OEA, puesto que según él, solamente va a “meter ruido” y tiene de trasfondo el conflicto entre ambos países por su frontera marítima.
“Creo que lo que anima al presidente (Daniel) Ortega es buscar la paz en Colombia, puesto que no es simplemente un problema interno sino que tiene implicancias serias para la región”, indicó Morales. Negó tener conocimiento sobre la supuesta reunión de miembros de las FARC con Ortega durante el pasado 19 de julio.
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