domingo, septiembre 25, 2011

AUNQUE DICTADOR, EL GRAL SOMOZA LOGRÓ LA TERCERA INDEPENDENCIA.


1970: Abrogación del Tratado Chamorro-Bryan.
En esta Foto Histórica de La Estrella de Nicaragua, tomada en la firma del Tratado Chamorro-Bryan en Washington, figuran: 1) Mr. Boyan, abogado del Depto. de Estado. 2) Pedro Rafaél Cuadra, Agente Financiero de Nicaragua; 3) Boaz Long, oficial del Depto. de Estado (años más tarde Secretario de Estado); 4) Mr. Smith, abogado del Depto. de Estado; 5) Joaquín Cuadra Chamorro, Secretario del Gral. Chamorro; 6) Robert Lansing. 7) Charles Douglass (ambos funcionarios del Departamento de Estado); #8) Gral. Emiliano Chamorro Vargas, Embajador de Nicaragua en Washington y 9) William Jennings Bryan, Secretario de Esta-do de Estados Unidos.

Foto del intercambio de protocolos de la Abrogación del Tratado Chamorro-Bryan. Guillermo Sevilla Sacasa, Lorenzo Guerrero Gutiérrez, Anastasio Somoza Debayle y Thurner B. Shelton, Embajador de EE.UU..

Durante 56 años Nicaragua entera estuvo hipotecada: su nacionalidad, su soberanía, su libertad y su honor, mediante el infame Tratado Chamorro-Bryan firmado en 1914 por el Gral. Emiliano Chamorro en representación del Presidente Conservador de Nicaragua Adolfo Díaz, con William Jennings Bryan, Secretario de Estado de EE.UU.
Este 14 de Julio del 2011 se cumplieron 41 años de la terminación o Abrogación de ese Tratado, mérito que le correspondió al Gral. Anastasio Somoza Debayle. No cabe la menor duda que Somoza Debayle fue un autócrata dictador, pero nadie le puede sustraer dos méritos: la prosperidad económica que disfrutó Nicaragua y la Abrogación del Tratado Chamorro-Bryan que por más de medio siglo avergonzó al pueblo de Nicaragua ante el mundo.
Por la mezquindad política que aún impera en Nicaragua, los opositores a Somoza le negaron esos méritos, sobre todos los oligarcas conservadores, la Abrogación se lanzó al olvido y se encuentra borrada de la historia, mientras se conmemoran eventos de poca importancia como si fuesen grandes gestas.
Incluso se ha glorificado al Gral. Emiliano Chamorro Vargas como «El último caudillo de América», el gran defensor de la oligarquía conservadora del siglo XX y supremo jefe del Partido Conservador, cuando este partido era la máxima expresión del poder en Nicaragua. Se han disimulado y borrado de la historia los graves desaciertos de Chamorro, solamente por pertenecer a una familia de oligarcas. Mencionemos solamente dos graves acciones: 1) La firma del Tratado Chamorro-Bryan en 1914, hipotecando a Nicaragua por 3 millones de dólares y por la que recibió de premio la presidencia de Nicaragua. 2) El golpe de estado de El Lomazo en 1925, por su codicia de segunda presidencia, destruyendo el poder que el Partido Conservador ostentaba desde 1938. Desde El Lomazo, nunca más --hasta el 2011-- el Partido Conservador ha vuelto al poder y en la práctica ya no existe, aunque un grupo muy minoritario siga usando la denominación.

La firma del Tratado
Chamorro-Bryan:
5 de Agosto de 1914.

El Ministro de Nicaragua en Washington Gral. Emiliano Chamorro Vargas recibió instrucciones del Presidente nicaragüense Adolfo Díaz Recinos de firmar el triste y célebre Tratado «Chamorro-Bryan», que concedió Estados Unidos el derecho exclusivo, y a perpetuidad, para la construcción de un Canal Interoceánico por Nicaragua. El presidente de Estados Unidos Woodrow Wilson por su parte designó al Secretario de Estado William Jennings Bryan, para firmar el famoso Tratado del 5 de Agosto de 1914. El mismo tratado señaló que su vigencia era por 99 años, renovable por otros 99 años y dejó concedido el derecho a Estados Unidos de continuar renovándolo a perpetuidad.

Por el Tratado Chamorro-Bryan, Nicaragua vendió derechos exclusivos de propiedad a Estados Unidos para la construcción, operación, defensa y mantenimiento del Canal Interoceánico. La planificación de la construcción del Canal considerada por la potencia norteamericana era la vía del Río San Juan y el Gran Lago de Nicaragua, o por cualquier ruta que conviniera a los intereses del gobierno norteamericano. Incluía las islas Corn Islands (grande y pequeña) en el oceáno Atlántico y concedía derecho a EE.UU. para construir una base naval en el Golfo de Fonseca, en las costas del Pacífico. En compensación, el gobierno de Estados Unidos pagó la irrisoria suma de tres millones de dólares al gobierno de Adolfo Díaz y la promesa de elevar a la presidencia a Emiliano Chamorro, lo cual se cumplió de 1917 a 1920.

En Nicaragua y el mundo entero se levantó una gran ola de indignación, tanto contra Estados Unidos, como contra los gobernantes nicaragüenses Adolfo Díaz y Emiliano Chamorro, ambos conservadores y de las familias oligárquicas de Nicaragua, que descaradamente vendieron la soberanía de Nicaragua a la potencia norteamericana. Los gobiernos de El Salvador y Costa Rica recurrieron a la Corte de Justicia Centroamericana, para protestar por las cláusulas del Tratado que consideraban que vulneraban sus derechos. El gobierno de Díaz y Chamorro se negaron a reconocer el fallo de la Corte Centroamericana. Rubén Darío, que se encontraba en un exilio voluntario tras la caída del Presidente Zelaya, calificó a Díaz y Chamorro de «vendepatrias». Este horroroso cognomento cubrió a toda la nacionalidad nicaragüense, de tal forma que cuando el entonces joven obrero de petróleos Augusto César Sandino, conversaba con unos compañeros en México, les refirió su deseo de regresar a su patria, Nicaragua. En respuesta uno de los obreros le dijo a Sandino: «Para qué vas a volver a ese país de vendepatrias», y esta observación, dijo Sandino, le caló profundamente, hasta el punto de fortalecer su firme decisión de retornar a Nicaragua a luchar por su soberanía, tanto contra los políticos corruptos vendepatrias, como contra las fuerzas militares norteamericanas que tenían ocupada a Nicaragua. Todas las luchas políticas y las guerras civiles posteriores al Tratado de los vendepatria, tuvieron como objetivo liberar a Nicaragua del Chamorro-Bryan, pero ningún gobierno logró abrogar el Tratado. El infame Tratado Chamorro-Bryan estuvo vigente durante 56 años, desde el 5 de Agosto de1914 hasta el 14 de Julio de 1970, cuando el gobierno del Gral. Anastasio Somoza Debayle, negoció con el Presidente de Estados Unidos Richard M. Nixon y el Congreso norteamericano, la abrogación del indigno Tratado. El intercambio de protocolos de la abrogación se realizó ante una multitud congregada en la Plaza de la República de Managua, donde el Canciller de Nicaragua Dr. Lorenzo Guerrero Gutiérrez y el Embajador Plenipotenciario de Estados Unidos en Nicaragua Thurner B. Shelton, delante del Presidente Somoza Debayle. Esta fecha --14 de Julio de 1970--, se consideró oficialmente como «La Tercera Independencia de Nicaragua», (todavía queda una colonia popular que se llama Independencia 70, pero nadie sabe el por qué del nombre).

Todos los partidos y fuerzas de oposición a Somoza guardaron total silencio, para no reconocerle a Somoza ningún mérito por la abrogación del Tratado Chamorro-Bryan, el acto más vergonzante en la historia de Nicaragua, sobre todo porque el principal opositor de Somoza, el periodista, empresario y político Dr. Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, era pariente directo del Gral. Emiliano Chamorro, firmante del ignominiosotratado.

¿Se imaginan los lectores, la apoteósis que hubiese sido si la Abrogación del Tratado Chamorro-Bryan le correspondiera al gobierno sandinista?

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