martes, abril 29, 2008

EL MENTIROSO NO NACE, SE HACE

Últimamente he pensado mucho en las mentiras, en porque las personas dicen mentiras y sobre el tema hay mucho escrito y no por cualquiera (así como yo que hoy me pongo a divagar sobre el tema), si no que muchos estudiosos han tratado de entender el problema de las mentiras. Pero yo no pienso analizar el asunto profundamente, solo divagare un poco sobre lo que he visto, conozco y he descubierto.

Les decía que me preguntaba el porque la gente mentía, y la respuesta primera fue la de siempre, son personas que viven en otra realidad, se avergüenzan de la suya o no les gusta y terminan creando situaciones. Pero encontré otra razón: "Porque se los permitimos" . Así de sencillo, les dejamos mientan.

Vi hace poco esta situación, vi como las personas creían ciegamente lo que un mentiroso decía y desvirtuaban las evidencias que tenían frente a sí. Todos los argumentos que el mentiroso argüía carecían hasta de lógica y concatenación, eran fragmentos totalmente inconexos. A los ojos de alguien que fuera ajeno a la situación, alguien que no tuviera lazos sentimentales o preferencias hacia alguno u otro, se daría cuenta de que todo era simplemente una mentira, una gran mentira. Pero aún así los implicados, desecharon la evidencia y optaron por creer al mentiroso. Desdeñaron la verdad que estaba frente a sus ojos y que tenía soporte, que tenía validez.

Eso me hizo recordar como la Iglesia y la sociedad, han negado por muchos años hechos que están o estaban plenamente comprobados en su tiempo, v.g. que la tierra era redonda, que giraba al rededor del sol, la evolución, la libertad de conciencia, entre otras.

También recordé como los padres y familiares de muchos asesinos, niegan saber que hacen sus hijos, siempre dicen pero si él siempre ha sido muy bueno; o como abnegadas esposas permiten que los padres maltraten sicologicamente y sexualmente a sus hijos y dicen que nunca sospecharon nada, que no sabían, en fin el mundo esta lleno de ejemplos.

Aún sigo pensando en ello, no crean he llegado a una conclusión final o a una respuesta que me satisfaga, sinembargo he dilucidado lo siguiente:

1. Cuando somos niños, muchas veces nuestros padres son quienes nos incitan a la mentira, siempre estan dispuestos a creernos, pocas veces ponen en duda lo que decimos y aún cuando sepan que estamos mintiendo, muchas veces callan, supuestamente por no causarnos un daño, o es porque el niño necesita mas atención y de esa manera lo esta manifestando. ¡Pues no! Estamos mintiendo, y sabemos que lo hacemos y con esa actitud los padres están validando lo que hacemos, error numero uno. O porque somos sus hijos creen ciegamente lo que decimos; ¡Pues no! también necesitamos nos pongan a prueba, que duden de lo que decimos y mas cuando no tiene lógica, pero como somos sus hijos, sangre de su sangre, hay que confiar; Error numero dos.

Cuando esos niños llegan a adultos, siguen mintiendo, siguen creando historias acomodadas, siguen eludiendo la responsabilidad inventando cosas, fingiendo a cada momento y hay muchos padres que siguen siendo complices de esto, siguen patrocinando esa persona sea un mentiroso e irresponsable ( irresponsable porque sus mentiras afectan a otros, hasta llegan a dañar el buen nombre de otros, la reputación, etc), que teniendo la evidencia, la verdad ante sus ojos, se niegan a ver mas allá de lo que ellos dicen. Y la cadena sigue, porque estas personas se convierten en manipuladores de sentimientos, se rodean de personas que permiten ellos sigan mintiendo, personas que por afecto aceptan irrestrictamente las mentiras. Y todo se vuelve un circulo vicioso, donde familiares, esposos, amigos e hijos son permisivos con la mentira.

2. La verdad va en contravia de los intereses de alguien. Este si es el caso de la Iglesia, cuando no conviene se sepa una gran verdad, simplemente la desvirtuamos, iniciamos una cacería de brujas en torno al hecho, eliminamos pruebas o nos valemos de la fe de las personas para hacer creer exactamente lo que se quiere. Esta es la más fácil o mejor llevadera, porque siempre el peso de la evidencia hace que la gran mentira caiga. Tarde o temprano se sabe la verdad, tarde o temprano todos accedemos a la información. Pero igual, hay complicidad en quienes aceptan esas mentiras, porque conocen muchas veces las diferentes teorías, tienen acceso a la información y aún así, siguen aferrados a esa fe ciega que no les permite ver la verdad.

Con esas dos disertaciones, pude ver que hay complicidad en la mentira, el mentiroso no es solo el culpable, son culpables quienes no desean ver la verdad, quienes ayudan al mentiroso a crear y creer sus historias.

Me preocupa que la búsqueda de la verdad para algunos no sea importante, me preocupa las personas no se cuestionen por si mismas y vean los hechos, me preocupa la gente se deje engañar tan fácilmente.

¡Los mentirosos no existen porque si, existen porque los dejamos existir!

1 comentario:

Frances dijo...

ZARA, DUELE RECONOCER LO QUE HAS DICHO, PERO ES LA REALIDAD.

MUY BUEN TEMA. TE FELICITO Y AGRADEZCO TAN VALIOSA APORTACIÓN.

BESOS Y FELIZ NOCHE.

ALSACIA