Tomado de http://sdpnoticias.com/sdp/columna/hiram-valdez-hiramvaldez/2011/02/07/1192125
Hiram Valdez (@hiram_valdez)
07 de Febrero, 2011 - 13:19 |
La mañana ya no será la misma. No quiero parecer un romántico cualquiera o caer en el lugar común de nostalgia, pero así es: la mañana ya no será la misma. Ya no será la misma porque ya no se escuchará esa voz valiente y firme, esa voz que informa sin sesgos y oportunamente, esa voz que cuestiona, explora y critica. La reportera
con más credibilidad de este país ha sido retirada del aire. Carmen Aristegui tuvo que abandonar su espacio radiofónico debido a que -dicen en MVS- "transgredió el código de ética por difundir y presentar un rumor como noticia". Hasta el momento en que escribo este texto no se ha dicho con exactitud a qué rumor se refiere el
comunicado pero se dice que es una nota relacionada con las mantas del PT en la cámara de diputados en donde se cuestionaba si el presidente Calderón era alcohólico. Yo me pregunto: ¿demandar una explicación clara por parte de la presidencia para saber sí lo que decía la manta era cierto o no es transgredir el código de ética? ¿Buscar la posición de la parte ofendida, es transgredir el código de ética? Desde mi punto de vista lo hecho por Aristegui fue lo que un reportero con ética hubiera hecho: buscar la posición de la parte acusada. Sea lo que fuere, hoy ya no escuchamos a Carmen como lo hacíamos todas las mañanas de 6 a 10 am. La salida del aire de Aristegui y su equipo hace que la mañana ya no sea la misma y deja un
vacío difícil de llenar. ¿Qué medio cuestionará la visible campaña mediática a favor de Enrique Peña Nieto rumbo a las elecciones de 2012 por parte de las televisoras? ¿Qué medio señalará las prácticas monopólicas de los consorcios mexicanos? ¿Qué reportero señalará los actos de pederastia por parte de los curas católicos en México y en el mundo? ¿Quién hará el debido análisis de las leyes a modo como la "ley
Televisa" o de las licitaciones como la "Licitación 21"? ¿Quién se preguntará por qué la guerra contra el narco no le ha pegado al Cartel de Sinaloa? ¿Quién pondrá el dedo en llaga y señalará a Marcial Maciel como el delincuente que era? ¿Quién abrirá el espacio a la Izquierda?
¿Quién dará seguimiento a las amenazas y hostigamientos que han sufrido reporteras como Lydia Cacho, Ixtli Martínez y últimamente Anabel Hernández? ¿Qué reportero se cuestionará si Calderón es o no alcohólico? ¿Qué medio tendrá el valor informar de manera clara, objetiva y veraz?
La salida de Aristegui nos deja sin los puntos de vista de Denise Dresser, sin los comentarios de Lorenzo Meyer y sin las opiniones de Sergio Aguayo. No será posible conocer el análisis sobre las políticas de seguridad de Edgardo Buscaglia, ni los comentarios de política electoral de Lorenzo Cordova y qué decir del punto de vista
de Emilio Álvarez Icaza sobre los derechos humanos. No podremos oír el "Reporte Washington" de Dolia Estevez, la sección de ciencia con Javier Cruz o los reportajes de Sanjuana Martínez. No podremos escuchar cuál es el contenido de los reportajes de Reporte Índigo.
Estoy seguro que todos extrañarán "Las Plumas de la Serpiente" de Mardonio Carballo y las investigaciones deportivas de Beatriz Pereira.
El programa de Carmen había conjuntado a todas estás mentes y plumas brillantes y los ofrecía a su audiencia como un manjar de análisis informativo. Analistas y reporteros que tenían en el espacio de Carmen Aristegui la oportunidad de decir las cosas sin tener que matizarlas o maquillarlas. Con Aristegui la información y el análisis eran sin sesgos ni inclinaciones ideológicas. El vació es grande y difícil de llenar. La salida se hace en un momento clave: año y medio antes de las elecciones presidenciales de 2012. La jugada parece clara, eliminar al único medio con la fuerza y la audiencia para poder mover las tendencias. Excluir el programa que no está alineado con los intereses de la mafia. Ofrecer a los dueños de MVS la renovación de sus concesiones radioeléctricas y tal vez más parte del espectro a
cambio de la cabeza de la periodista rijosa y crítica. Eliminar a quién le daba largas entrevistas a Andrés Manuel López Obrador y permitía que Genaro Villamil expusiera sus ideas sobre Televisa.
Retirar del aire a la mujer que se había ganado el respeto y la credibilidad de todo México con base en su profesionalismo y valentía. Retirar a esa piedra en el zapato de los políticos y empresarios que tanto daño le han hecho al país. La salida de Carmen es un atentado a la democracia y a la libertad de expresión; es una expresión de censura que retrasa aún más a este atrasado país y que muestra lo retrogradas que son los que lo gobiernan; es una muestra de que puede más el negocio que la dignidad.
Hoy está en manos de toda la audiencia de Aristegui, de su equipo, de sus reporteros, de sus comentaristas y de Carmen misma no permitir que en México se callen las voces críticas. No permitamos la censura y defendamos la libertad de expresión. Para fortalecer nuestra incipiente democracia, la independencia y objetividad de los medios es fundamental, defendámosla. Hoy fue el programa de Aristegui, si seguimos permitiendo estos golpe a la libertad de expresión, mañana
puede ser Facebook, Twitter y los blogs. Hagamos que las mañanas vuelvan a ser las mismas y defendamos la libertad de expresión.
El político piensa en la próxima elección; el estadista en la próxima generación. Bismarck
Somos parte de la diferencia y seguimos haciendo historia.
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