Un Anónimo en los comentarios de este blog, me ha insistido desde hace varios días en que espera mis comentarios acerca de la Marcha de las Putas, realizada el pasado fin de semana por la Red de Mujeres en la ciudad de Matagalpa,(Nicaragua) y que por algunas casualidades yo también estuve ahí.
Tuve intensión de sumarme al evento feminista, pero desafortunadamente arribé a Matagalpa horas después de finalizar las batucadas. Sin embargo, tuve acceso a algunos comentarios de la marcha, y supe que había sido un modesto evento orquestado mayoritariamente por feministas jóvenes, principales sujetos víctimas de la violencia sexual y del troglodita “piropo” que de más está decir que a todo niño en Nicaragua le meten ese chip desde que empieza a jugar con sus carritos o a la guerra. (Un hombre sin piropos entra definitivamente en la casilla sospechosa).
Hace unos días, he querido escribir este artículo, con ese mismo título, pero en algún momento presenté mis dudas por sentirme que podría resultar ofensivo para alguna de las partes, refiriéndome a estas como conjuntos generacionales que estos días han celebrado en Managua un encuentro entre 30 feministas jóvenes y 10 adultas de la primera camada de feministas del país.
El objetivo del encuentro era reflexionar y debatir sobre agendas políticas, prioridades e intereses que representan a dos generaciones que por lo visto en estos días atraviesan un periodo de fragmentación.
Las jóvenes visualizan a las pioneras del feminismo en Nicaragua como un grupo muy cerrado y concentrado en una agenda política que parece encaminarse más a convertir el MAM en algo parecido a un partido político donde no se está dando voto a las preocupaciones e intereses de las voces jóvenes. (Un feminismo que está apelando a: "todo por mis pistolas”)...MÁS MÁS MÁS
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