jueves, febrero 09, 2012

Nicaragüenses no pueden defender lo que no conocen

Pequeños grupos cívicos protestan y esperan la segura represión.
...Y la represión aparece ejercida por turbas pagadas por los caudillos, igual que ha ocurrido durante quinientos años...
Por
Nicolás
López
Maltez

Director de
La Estrella
de Nicaragua
nicolas@estrelladeni-caragua.com
La gran masa de los nacidos en el territorio geográfico de Nicaragua ni siquiera tienen conciencia de dónde nacieron ni para qué.

Nacieron en Nicaragua por accidente biológico, como la flora y la fauna, por ello acuden al llamado de la mano que les ofrece plátanos o maní, como en un zoológico; pero huyen de la oferta de libros, cátedras y aprendizaje. Como dice Poncela: «caminan en dos pies para despistar».

¿Se puede juzgar sensato pedirle a estos seres que salgan a manifestarse cívicamente a defender una Constitución Política o a un Estado de Derecho civilizados, que no se parecen en nada a un banano o a una lámina de zinc?

En la misma pista territorial se moviliza un pequeño grupo, apenas un puñado, de individuos ilustrados, educados, conscientes, desesperados aspirantes que sueñan conformar un conglomerado ciudadano y construir con ellos algo denominado Patria, pero en este siglo eso parecen sueños de opio, o una ¡misión imposible!

La tragedia de Hispanoamérica --y por tanto de Nicaragua– no surgió en el presente ni en el pasado reciente, sino que ha sido un proceso bestializador a lo largo de más de cinco siglos que se inició con la llegada de los guerreros cristianos conquistadores, quienes ignorando a Cristo, y a pura fuerza de aceros, pólvora, caballos, crueldades y frailes, robaron tierras, usurparon libertades, destruyeron honras, esclavizaron hombres y violaron hembras de la atrasada, ingenua y supersticiosa raza aborigen.
Así se generó toda la gama de la raza mestiza, raza que es esclava desde su origen y que accidentalmente habita el territorio llamado Nicaragua.
Triste gran masa que no procura esperanzas, tampoco intelectualidad ni heredar seguridad digna a sus hijos.
Se escudan en la pobreza, como si estar pobre es una virtud con que se nace y se debe morir. Pareciera que jamás van a aprender que la pobreza es la consecuencia de la ignorancia integral en la que se regodean.
En su existencia silvestre y su mente vacía de valores, todo lo que busca es el bocado de este día, aunque tenga que rogarlo con humillación y lejos de ganarlo con su trabajo.
Esta gente ya nace con los genes de la obediencia al violento dominante, al caudillo del látigo, al que tiene el poder de los fusiles y el culatazo.
Le teme, y al mismo tiempo, finge venerar, al amo de su vida que también es el dueño de su muerte.
Por eso el fracaso de los pequeños segmentos de nicaragüenses ilustrados, verdaderos cruzados que se empeñan en despertar algo de patriotismo en el llamado «pueblo nicaragüense»... y constatar el fracaso de sus convocatorias.
Han sido ignorados los angustiosos llamados a esa masa para protestar con civismo y convicción, «tomarse las calles» como reiteradamente reclaman agrupaciones como el Movimiento por Nicaragua, la Unión de Ciudadanos por la Democracia, el Grupo Iniciativa Ciudadana, e incluso esperanzados políticos como Fabio Gadea y Mundo Jarquín. Todos han estado arando en el mar, abriendo surcos en el vacío...
Estos líderes ilustrados y civilizados le piden a la masa nicaragüense que defiendan su libertad, la democracia, sus derechos constitucionales, que luchen por el respeto al Estado de Derecho...
Esas convocatorias retumban en radios, televisoras, periódicos e emails, y la masa no reacciona, no se da por aludida, permanece impertérrita, no se identifica en absoluto con esos mensajes.
¿Democracia, Constitución, Estado de Derecho, Libertad, Institucionalidad, Respeto, Civismo? ¿Qué son esos conceptos para la masa ignara?
Los pocos que han transitado por los locales del pésimo sistema educativo de las escuelas primarias, y aún los que han sido visitantes de la aún peor secundaria, jamás han recibido información, mucho menos formación para conocer, entender, asimilar y culturizarse con esos conceptos y valores.
Los pseudo bachilleres, y aún licenciados, nunca recibieron cátedras ni estudios de la Constitución, leyes, cívica, Patria, derechos ciudadanos, entonces ¿cómo van a sentirse motivados para luchar por esos valores?
Y si a esto agregamos que los adversarios envían turbas de matones a sueldo, se ganan el pago rompiendo cabezas, dientes y espaldas a los pocos que concurren a esas protestas y manifestaciones de intenciones cívicas y ciudadanas.
Nada de esto es nuevo, ni reciente, ni siquiera del siglo 20, ni del siglo 19. No. Esta es la deformación de política aberrada que establecieron e impusieron a sangre y fuego los Pedrarias Dávila y los monjes de la Santa Inquisición desde el siglo 16, hace más de medio milenio...

Las masas llamadas «populares» están ciegas, embrutecidas y bestializadas, muy lejos de convertirse en pueblo con educación, valores, civismo y patriotismo, dominadas por la ignorancia y absortos en la necesidad satisfacer solamente los básicos instintos de sobrevivencia. Seres que no saben evaluar conceptos como los predicados por Ayn Rand:

«Cuando advierta que para producir necesita obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes, sino favores; cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por el trabajo, y que las leyes no lo protegen contra ellos sino, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra usted; cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un auto sacrificio, entonces podrá, afirmar sin temor a equivocarse, que su sociedad está condenada».

Así también estará Nicaragua hasta que se siembre luz en las mentes y las almas de esa masa hoy amorfa

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